No Soy Como Todas Las Princesas

Capítulo 59: Consuelo

Pase el resto del día con Tomy y Sam, hasta que discutieron y fue todo un caos. Se dijeron cosas horribles durante un rato mientras intentaba calmarlos hasta que Sam se canso y termino con Tomy

Ambos quedamos shockeados mientras ella comenzaba a llorar y se fue corriendo, al instante reacciones y fui detrás de ella

-¡Sam!- grite bajando las escaleras, ella la había llegado a la puerta y tenía intenciones de irse- Espera

-¿Qué quieres?- pregunto destrozada girando a verme, al instante llegue a su lado la estruje en un fuerte abrazo- Quiero irme a casa, ya no quiero verlo

-Llora todo lo que quieras Sam y podrás irte- murmuré acariciando su espalda mientras ella sollozaba en mí hombro- Ya pase por esto y te aseguro que llorar te hará sentir un poco mejor

-Es todo una mierda- lloró-¿Por qué todo tiene que ser así? Estábamos tan bien, tan enamorados ¿Cómo es que todo lo que sentíamos nos hace tanto daño?

-Me gustaría poder responder- suspiré- Las raciones humanas son complicadas.

-Aun lo amo Issy, pero no puedo seguir con él- se alejo de mí y me miró completamente rota

-A veces hay que tomar decisiones que duelen al corazón, pero tranquilizan el alma.- acune su cara con mis manos y limpie sus mejillas- Tu salud mental es más importante que cualquier relación o amistad, créeme, se por lo que estás pasando y te prometo que algún día todo lo que sientes, se ira

-Samantha- oímos la voz de Tom y gire, el bajaba las escaleras preocupado

-Vuelve arriba- dije de inmediato ocultando a Sam detrás de mí

-Pero...

-No, Tom- lo interrumpí- Espérame en mí habitación- no espere respuestas, simplemente gire sobre mis talones, tome el brazo de Sam y salí de la casa

-¿Quieres irte o le digo a Thomas que se vaya?- le pregunté y me miró

-Voy a irme, necesito a mí madre- sonrió débilmente y asenti

-Todo estará bien, Sam- tome sus manos- Llámame cuando llegue ¿Bien?

-Lo haré- susurró y volví a abrazarla.

Minutos después ella se fue, suspirando volví a la casa y subí las escaleras con lentitud, no estoy muy feliz de tener que estar con Tom ahora, le dijo cosas a Sam que son imperdonables, puede ser mí mejor amigo pero Sam también lo es.

Esperó que no me hagan elegir un lado porque realmente no se qué haré

-Tom...- dije entrando a la habitación, lo vi sentado en la cama con la mirada fija en sus pies- Tomy- volví a llamarlo cerrando la puerta detrás de mí y se me partió el corazón en mil pedazos cuando levanto la mirada y sus ojos me miraron llenos de lágrimas

-¿Y Sam?- pregunto con la voz rota, no pude responder, simplemente negué con la cabeza, Tom tomo aire y asintió volviendo la vista a sus pies, al instante soltó un sollozó y fui con él

-Es lo mejor- dije sentándome a su lado, pase un brazo por su espalda y la acaricié

-No debí haber dicho esas cosas- se lamentó- Soy un idiota, seguro me odia

-No lo hace- aseguré- Pero si está muy dolida, debes darle tiempo para que se tranquilice, después podrás disculparte

-¿Y mientras tanto que debo hacer?- me miró llorando y enojado

-Sanar- respondí, al parecer mí respuesta lo tomo por sorpresa ya que soltó otro lamento antes de abrazarme desesperado

-Lo lamento tanto- lloró

-Lo se- acaricié su cabello- Se que lo sientes Tomy y que ahora todo está jodido, pero debes tener paciencia, todo lo que sientes ahora con el tiempo desaparecerá

-Yo no quiero que desaparezca, la quiero a ella...

***

Cerré la puerta detrás de mí, Tom por fin se durmió después de llorar por un largo rato, definitivamente está no es la tarde que creí que iba a tener.

Suspiré pasando las manos por mí cara completamente agotada, necesito un café.

Caminé hasta la cocina y me sorprendió al no ver a alguien ahí, aunque lo agradezco, no estoy de humor para entablar una conversación.

Me preparé un café, hace mucho tiempo no hago algo por mí misma, es raro que se sienta bien.

Subí las escaleras con poca prisa, no me emociona volver a la habitación donde está Tom. Camine unos cuantos paso en el segundo piso cuando escuché la melodía de un piano, intrigada seguí el sonido y encontré una puerta entre abierta, me asomé un poco y vi a Dominik tocar dándome la espalda

Con cuidado me adentre a la habitación y me senté en piso junto a la puerta para escucharlo, se que estamos peleados pero el sonido del piano me tranquiliza bastante.

Continúo tocando durante unos minutos hasta que se detuvo, se puso a usar su teléfono y pensé en irme pero al ver qué lo coloco sobre el piano para ver la partitura decidí quedarme un rato más.

-We fight we get high holding on to love
(Luchamos, nos drogamos aferrándonos al amor)

-We came down 'cause there was nothing holding us
(Bajamos porque no había nada reteniéndonos)- canto y me sorprendió lo bien que suena, ignoré mis pensamientos y continúe escuchando.

[...]

So put your love on me
(Así que pon tu amor en mi)
You're the only one I need
(Eres el único que necesito)

Put your love on me
(Pon tu amor en mi)- tocó las últimas notas y soltó un pequeño suspiró.

-Cantas muy bien- dije asustandolo, sonreí al verlo girarse de inmediato y lo vi relajarse

-No sabía que estabas ahí- murmuró- Creí que aún seguías consolando a tu amigo

-¿Lo escuchaste?

-Todos lo hicieron- respondió e hice una mueca

-Esta destrozado- suspiré sonoramente antes de tomar el último trago de café.

-Estara bien- dijo y ladeó la cabeza- Algún día.

-¿Tienes algún consejo?- fruncío levemente su ceño- Ya sabes, para hacerlo sentir un poco mejor

-La única manera de sanar es sufriendo- se encogió de hombros- No hay nada que puedas hacer, solo debes darles tiempo, a ambos, algún día dejara de doler.

-Que esperanzador- dije haciendo una mueca y él sonrió un poco- Dominik...

-Bell- dijimos al mismo tiempo y reímos- Puedes hablar primero

-Queria disculparme- suspiré- Entiendo que me enojé por algo que no era tan grave, eso no justifica todo lo que dijiste porque estuvo mal, pero se que no lo habrías dicho si no hubiese estado enojada

-No te culpes- se puso de pie y camino hasta sentarse a mí lado- Después de todo fue mí culpa, desde el principio, no tendría que haberme tomado de esa manera que un periodista te golpeará, esa no fue intención. Fui un idiota al enojarme contigo y realmente lamentó lo que dije hace rato.

-Te perdonó- dije y me miró con una tenue sonrisa- Pero eso no quiere decir que todo va a volver a ser como antes, tu palabras me hirieron.

-Lo se- suspiró- Cuando estoy enojado digo cosas que no son ciertas, no es verdad lo que dije. Quería venir a verte, estaba muy preocupado

-Debes aprender a controlar tu enojo- volvió a mirarme- Te lo digo por experiencia, te quedarás solo si sigues así

-Trabajo en ello- sonrió débilmente y le devolví el gesto- Entonces ¿Estamos bien?

-Eso creó...- respondí-... En algún momento vamos a estarlo, no te irás pronto

-No lo haré- susurró y asentí, ambos dejamos de mirarnos y fijamos nuestros ojos en el piano- Se que acabas de perdonarme, pero quería pedirte algo

-¿Qué cosa?

-Quiero que me acompañes a mí reino...