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Cap 25: Yoongi

Maratón [2/5]

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Todo estaba demasiado tranquilo, su hermano jugando a video juegos en la sala de estar, el y su adorable y hermoso novio preparando el almuerzo para los tres.

- Yoonie~ ¿Te quedaras ahí sin hacer nada? -preguntó el castaño mientras daba vuelta y vuelta los pancakes.

- Ahora estoy haciendo algo -comentó embobado con cada movimiento del otro- Estoy admirando a la obra de arte mas bella del mundo -exclamó y sonrió al ver como el castaño paraba todo movimiento y se sonrojaba.

- ¡Eres un monstruo! ¿¡Comó quieres que te perdone luego de eso!? -su sangre hervía y no había mas cosas que declarar al respecto.

- Deja de decir cosas así -se quejó nervioso- ¿Por qué no eres el mismo en todos los sitios? -preguntó con intriga.

- Sabes que no hay comparo, cuando estoy contigo o te hago el amor a cuando estoy en mis asuntos y cargo un arma hobby -explicó tomando la cintura de su pareja y apegandose a él. Una vez lo suficientemente cerca empezó a repartir besos en el cuello del castaño haciendo que se remueva- ¿Te parece ir a la habitación luego del almuerzo? -susurró en contra su oído y pudo percibir como le daba un escalofrío.

-¡Asco siento asco de ti!

El castaño estaba rogando por que los benditos pancakes no se le quemen porque sino tendrá que hacer nuevos y por lo que vió no había mas huevos.

- Y-yoonie a-hora no -exclamó bajito dejo salir un jadeo cuando sintió como su trasero era manoseado.

Apoyó ambas manos a cada lado de la estufa y se dejó hacer ante su novio.

- Ese es mi bebe -murmuró el pelinegro mordiendo levemente el lóbulo de su oreja y escucharlo jadear de nuevo. Metió su mano izquierda entre el hueco que se formaba con el brazo y el cuerpo de su novio y apagó la estufa- Hay que prevenir -murmuró y de un movimiento lo giró en su lugar dejándolo cara a cara

Hoseok era una luz en la vida de Yoongi y el cuidaba esa luz con su vida. Por que sin esa luz no hay vida, por ende su vida se la debe a su novio.

Cada parte de su cuerpo, fue amada y besada por el como si se tratase de la mismísima seda. Las curvas eran perfectas, su cabello, sus ojos... joder eran los mas hermoso que él había visto en toda su jodida vida, su sonrisa iluminó e iluminaba cada uno de sus malditos dias en los que sentía que lo mejor era no estar.

Sonara egoísta pero el desea y quiere que eso siga así por el resto de su vida.

- Yoonie -susurró arqueado la espalda y tirando el cabeza hacia atras, las manos que lo acariciaban y tocaban eran delicadas que le dolía en el alma.

- No te quise lastimar... ¡PERDONAME! ¡LO SIENTO!- Sollozó viendo como su 'novio' lo se alejaba de su tacto.

- Eres el único ser en este estúpido mundo que me hace muy feliz -habló el pelinegro quitando sus manos de la prenda para solamente abrazarlo por la cintura- No se que haría sin ti...

- Te odio, te odio, ¡TE ODIO! ¡ERES UNA MIERDA! ¡Te odio! ¿¡Me oyes!? -gritó desesperado tomándose la cabeza y dejando salir las lagrimas.

- Y tu el mío Yoonie -exclamó mirándolo a los ojos.

- Solo te use todos estos años, mi misión era saber del paradero de tus padres y como no lo sabes ya no me sirves.