Los hermanos Park Jimin y Taehyung luego de un pasado un tanto trágico y lleno de malos recuerdos deciden irse a vivir a Seúl empezando una nueva vida. Un día aburridos el mayor decide probar en una nueva página porno en anonimato.
Mochi ha iniciado...
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Las cosas eran tranquilas, demasiado tranquilas....
Y eso, lo odio.
- Señor Min -escuché una voz atravesar la puerta lo me hizo remover ¿Qué hora eran? Joder... ya ni se puede dormir en paz- Señor Min, lamento por las molestias pero déjeme decirle que vino una asistente social.
Apenas escuché eso me levanté de golpe de la cama y corrí abriendo la puerta de golpe encontrándome a Woohon como lo conocemos... Juan.
- ¿¡CÓMO QUE ASISTENTE SOCIAL!? -grite alarmado.
Deje la puerta abierta y corrí hasta el armario buscando lo mas decente que tenia de ropa, sin importarme que estuviera Juan, él se habrá a acostumbrado a verme en ropa interior. Me quité todo lo que tenia de ropa quedando en boxers y busque algo. Una vez que encontré una camisa algo arrugada y un pantalón negro de vestir -igual de arrugado- me lo fue poniendo rápidamente.
- Señor Min ¿No quieres que le planche la ropa? -me preguntó Juan haciendo que mirara mi ropa y luego a él.
-Jungkookiee~ -canturre golpeando con algo de fuerza la puerta.
Al no recibir respuesta abrí la puerta viéndolo dormir cómodamente en su cama.
Joder, es tan pacifico verlo dormir y nunca me di la oportunidad de verlo siquiera dormir. Siempre fue cada uno por su lado y listo.
Me acerque a él y me senté en el borde de la cama suavemente, moviendo lentamente a su cuerpo con el fin de despertarlo.
- Kooki~
Luego de varios intentos Jungkook abrió los ojos y se asusto al verme tan cerca.
Quizas soy muy feo en las mañanas ¿Quién sabe?
Lo veo estirar su mano hasta la mesa de luz y tomó de ahí arriba el audífono colocarselo.
- ¿Qué pasa Hyung? -preguntó medio dormido aun, luego veo como baja su vista por mi cuerpo y corrió su vista apenado- ¿Por qué estas en Boxers?
- Cámbiate, o báñate, no lo se, ponte ropa decente -hable atropellándome con las palabras. no debía olvidarme cual era la razón por la que me estaba levantando a esta hora y haciendo todo esto- La asistente social vino ahora.
- Señor Min su ropa esta lista -habló Juan con la ropa doblada y planchada en su mano.
¡Bendito seas Juan!
Luego de varios minutos ambos estábamos listo y arreglados de pies a cabeza sentados frente a una mujer mayor. Y por mayor me refiero a mas sesenta quizas.
¿Estaba mal preguntarle si conocía a la reina isabel cuando era joven?
Los minutos pasaron y con ellos mi estrés, cada pregunta, cada comentario, toda y cada una de esas palabras dichas por esa mujer eran dagas justo en mi corazón. Señora se que no paso de los dieciocho para poder cuidar de mi hermano pero yo estoy dispuesto hacer que todo esto funcione para que viva conmigo.
