Capítulo 5; Dignidad

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¡Hoffman! ¡Di Maggio! –gritó el profesor levantándose y recargando sus brazos en el escritorio.

Se veía bastante enfadado, con las cejas fruncidas causando que sus arrugas de su frente se marcaran más.

–Como al parecer les entretiene estar aquí, tendrán detención lo que resta de la semana.

–Profesor, pero eso sería el viernes.

–Pues nos veremos el viernes señorita Hoffman –prosiguió con aires demasiado autoritarios para un maestro –y si se les ocurre faltar algún día, lo repondrán el sábado.

Está bien –solté suspirando.


Horas antes

Jade y yo estábamos en la clase de Biología, la explicación sobre las células se escuchaba a lo lejos, pero ninguna de las dos poníamos atención. 

Cuando vimos sobre que trataba la clase decidimos ver una película en mi celular, lo cual no fue una buena idea.

–Eso es totalmente estúpido –dije al ver que en Footloose mencionan que en el pueblo está prohibido bailar.

Desgraciadamente mi comentario salió en un tono mucho más alto al que pretendía, captando la atención del profesor Ritcher.

–¿Qué le parece estúpido, señorita Hoffman?

Fingí no saber qué responder y tartamudeé un poco al tratar de hacerlo, por lo que Jade habló por mí.

–Algo que le conté, profesor –dijo con calma.

–Bueno, como al parecer sus asuntos son más importantes que mi materia ¿por qué no nos lo comparte al resto de la clase?

Tragué grueso.

–Es algo... privado –comenté por fin, si le decía que estábamos en el celular nos darían suspensión.

–Es eso o detención señoritas –volteé a ver a Jade quien me hizo una pequeña seña con la cabeza.

–Detención –dijimos al unísono.


A la hora del almuerzo nos reunimos con Quinn y Asher en nuestra mesa habitual. Empezaron a conversar aunque no recuerdo sobre, ya que mis pensamientos estaban en otro lado.

Estaban en alguien más.

En mi objetivo.

Se me hizo un nudo en el estómago, quitándome el hambre a pesar de que hace unos minutos moría por alimento. 

Me concentré moviendo la comida de un lado a otro con el tenedor. Jugaba con el puré de papa en el plato frente a mí cuando Quinn me dio un codazo

–... tierra a Electra –recalcó.

–¿Qué pasa? –pregunté divertida.

–¿Que si viste la foto que subió Sean? –preguntó Jade.

Sus constantes preguntas acerca de él me comenzaban a hartar, pero tenía que responderlas lo mejor posible si quería ganarme su confianza.

–Si, Jade –comenté en tono condescendiente.

La había tomado yo antes de subir al coche en la mañana, así que sabía de qué estaba hablando.

–Se ve muy sexy ¿no? –preguntó mientras volteaba su teléfono, enseñándome la foto.

Traía una sudadera rosa y unos lentes obscuros, su cabello estaba un poco desordenado y sus facciones estaban fuertemente marcadas al igual que siempre.

Colisión InevitableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora