Cruel Maldad © (+18)

Capitulo 22

Un nuevo día a llegado, anoche me costó mucho conciliar el sueño por qué no dejaba de pensar en lo que me propuso Naim.

Sé que solo es un polvo más sin compromiso, pero por alguna razón me perturba que me haga el feo al ver mi cuerpo lleno de tinta.

En esta vida hay muchas personas que son muy prejuiciosas que solo por que llevas tatuajes ya eres una prostituta en el caso de las mujeres y eres un delincuente en el caso de los hombres.

El echo de que lleves tatuajes no cambia tu forma de ser lo que tú eres o lo que tú vales.

Digamos que te quieres hacer tu primer tatuaje y cuando por fin te lo haces no vas a cambiar tu forma de ser de la noche a la mañana por un poco de tinta en tu piel.

Eso es ser muy ignorante de parte de muchas personas por qué eso no te cambia en nada pero es la opinión de cada quien como dicen que cada cabeza es un mundo diferente.

Decido tomar una ducha y hacer mi necesidades para luego bajar a hacer ejercicio un poco, hoy ni tengo muchos ánimos de salir a correr creo que hoy iré al gimnasio que está aquí en la mansión.

Ya con mi ropa de deporte salgo de mi habitación en rumbo al gimnasio, espero no encontrarme a Naim tan temprano no quiero que se me arruine el día tan temprano.

Luego de hacer un poco de ejercicio decidí volver a mi habitación para tomara otra ducha y poder bajar a desayunar algo.

Ya que hoy creo que no voy a salir me coloco un pantalón ajustado y una camisa manga largas blanca y unas deportivas del mismo color camino asta el peinador para arreglar mi cabello.

Decidí hacer me una coleta alta y no me aplico nada de maquillaje hoy quiero andar al natural no me veo tan mal así ya que utilizo varios tratamientos para mí rostro para que el maquillaje no maltrate mi rostro y casi nunca me aplicó maquillaje muy cargado.

Tocan la puerta y como ya se quien es la dejo pasar, estoy viéndome en el espejo cuando veo que Anya viene entrando con sus cosas de limpieza.

-Buenos días señorita -dice cuando me ve.

-Buenos días Ana -digo pronunciando su nombre mal me gusta mucho pinchar la aunque hoy no estoy de muchos ánimos.

-Es Anya -dice entre dientes enoja y yo simplemente ignoro lo que dijo.

Me levanto y camino hasta la salida de la habitación ya que tengo hambre y mi estómago está exigiendo comida.

-Sabes las reglas Ana -digo antes de salir de la habitación y dejarla haciendo su trabajo.

Bajo las escaleras y camino para el comedor como todos los días anteriores encuentro a Naim leyendo en periódico muy concentrado en mi que lee.

-Buenos días señor -digo tomando asiento en la silla donde me siento todos los días.

-Buen día señorita -contesta el sin despegar su vista del periódico luego de eso nadie habla más.

Se ve muy bien el día de hoy ya que ni lleva su traje habitual, se ve hasta más joven con ese suéter de lana que trae puesto de color gris claro ya que hoy es domingo y no iremos a la oficina a mediados de la semana que viene nos marcharemos de Rusia.

Luego de que la nana dejara el desayuno, comenzamos a comer en silencio nadie decidió romperlo creo que en parte fue por lo que me dijo ayer que todo está muy tenso entre nosotros y la tensión sexual se respira en el aire.

Al terminar me retiro a mi habitación por suerte Anya ya no estaba dentro de ella así que me encierro lo que resta del día terminado algunos trabajos que tengo pendiente con mis negocios y el de las chicas.