Capitulo 34

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Maldita sea quien me manda de caliente, luego de salir del baño con el señor A caminamos a la habitación y lo volvimos hacer con locura.

En el sillón que se encontraba ahí me puse en todas las posiciones habitadas y por haber hasta quedar saciada.

De solo recordarlo siento como mis paredes todavía presionan su grande y grueso pene hasta llevarme a sentir la gloria.

Mi libido me tiene así con un dolor cada ves que camino en cada paso que doy pero valió la maldita pena todo.

Que de pensarlo se me olvida el dolor y quiero ir a buscarlo para que me vuelva a hacer sentir lo que me hizo la noche anterior.

Luego de eso cada quien tomo su camino pero hubo una cosa que me desconcertó por completo y eso no me lo saco de la mente.

Flashback

Estábamos terminando de una ronda de sexo desenfrenado con el señor A, cuando cayo rendido en la cama ya que ahí fue en el ultimo lugar donde lo hicimos luego de hacerlo en el sofá, yo en cuatro con el detrás de mí con mi cabello en su manos mientras me daba duro, uf maravilloso.

Estaba recuperando el aliento y el también así que me relaje un poco y me concentre en su cuerpo lleno de tinta y músculos.

Se ve tan deseable este hombre y más sabiendo todo lo que hace con lo que tienen en la entrepierna, siento mis piernas todavía flojas por eso no me levanto.

Un tatuaje de el me llama la atención así que me acomodo en la cama y me acercó a ver bien el tatuaje ya que es igual al que yo tengo en mi brazo.

-Esta tatuaje -digo concentrada y en un acto no medido estiró mi brazo y lo toco con mis dedos trazando sus líneas.

-Que paso con el, te gusta -me dice el desinteresado.

-Yo tengo uno con el mismo símbolo -digo y estiró mi brazo para que el lo vea.

-El símbolo celta del amor eterno -dice el.

-Tu crees en eso -le pregunto viendo sus intimidantes ojos verdes.

-Si lo creo, cuando era joven le regale un collar a una bella niña que cuando la ví me robó el corazón -dice el viéndome a los ojos también.

-Aah una niña -pregunto ya que esto no puede ser posible.

-Si una bella niña de ojos bellos, un bello ángel, que no dejaba que nadie se acercará a ella, era muy tímida y cada vez que yo intentaba acercarme a ella muchas veces se alejo de mi, no se por que lo hacía si yo lo único que quería era darle un poco de amor.

-Y que pasó -lo aliento a seguir hablando.

-La veía de lejos, ya que no podía estar cerca de ella todo el verano la vi, y note que al malo pasaba con ella ya que no dejaba que ninguno chico se acercará a ella, solo bajaba su guardia con sus amigas.

Hace una pausa y luego continua con el relato yo creo que me va dar algo pero escucho atenta a lo que me dice.

-Yo sentía que alguien la había lastimado y quería cuidar de ella sanar sus alas ya que yo sentía que estaban lastimadas, así como las tuyas en tu espalda están lastimadas también quisieron arrancar tus alas.

-El día que terminaron las vacaciones y ella tenía que irse hicimos una fogata y cantamos -sonríe recordando -yo en ese tiempo me gustaba mucho cantar así que, ya que no pude demostrar mis sentimientos en lo largo de las vacaciones se lo hice saber con una canción.

-Tuve el valor de hacerlo y luego de eso le regale un collar con un símbolo celta, exactamente el de amor eterno, sabes por qué -dice el y niego con la cabeza -por que a pesar de lo joven que estaba supe que la bella niña de ojos verdes azulado robó mi corazón por siempre, y no importo que talvez jamás la iba a volver a ver.

Cruel Maldad © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora