mensaje

3.7K 531 674
                                    

Gustabo estaba en el cielo.

Si esa sensación no era la felicidad, entonces no tenía idea de lo que era. Sonreía todo el maldito día y le costaba concentrarse en clase, dormía demasiado tarde y despertaba muy temprano.

Estaba tan jodido que ya no le interesaba nada. Sabía que se estaba tirando desde un precipicio hacia el vacío prácticamente a ciegas, no teniendo ni idea de lo que le esperaba en el fondo.

Luego de pasar todo el día con el ruso que lo volvía tan insensato y emocional, éste lo acompañó a casa. Intercambiaron números y desde esa tarde no habían parado de enviarse mensajes.

Hablaban de los animes que le gustaban a Volkov y de sus bandas y artistas favoritos, también de videojuegos y películas. No podía creer que el de ojos claros le interesara algo de su triste vida, de verdad no podía hacerlo.

Todavía se sonrojaba violentamente cada vez que el mayor le dedicaba una de sus hermosas sonrisas, y no podía evitar tartamudear cuando el otro se acercaba demasiado a él.

En el instituto pasaban juntos la mayoría de los recesos y almuerzos. A pedido del menor se quedaban en la biblioteca o a veces iban a sentarse en las gradas del campo.

Horacio al parecer no se enteraba de nada por estar demasiado metido en sus cosas del club y en las reuniones. Por una parte Gustabo lo agradecía, pero también sentía que estaba engañando a su mejor amigo y la culpa le carcomía la cabeza.

También era verdad que había dejado de pasar tiempo con él, y que éste no le reclamara nada le parecía en extremo raro. Pero quién era él para crear dramas cuando literalmente se veía con su ex a no-tan escondidas.

Aunque sabía que esos encuentros eran sólo amistosos y sin segundas intenciones por parte del ruso, por qué vamos, no era tonto. ¿Porque alguien como Viktor Volkov querría estar con él? Exacto, no había posibilidad.

No diría que "no se haría ilusiones" porque hombre, ilusionado ya estaba hasta en sus sueños, hundido hasta el subsuelo, pero podía decir que no haría ni diría cosas que lo humillaran.. tanto.

Ya era viernes y faltaban más de cuarenta minutos para que la campana sonara. Gustabo dibujaba garabatos sobre su hoja de trabajo, una vez más no estaba prestando atención en clase y si seguía así le iría muy mal en las notas.

Miró a sus compañeros que, igual o peor que él, no les interesaba para nada hacer la tarea de ese día y tan solo esperaban ese bendito aviso que daba por finalizada la clase.

Miró su teléfono cuando el sonido de una notificación le avisaba que un nuevo mensaje había llegado.

Sonrió al ver de quién se trataba y abrió el chat con emoción.

Ruski

Buenos días Gustabo, ¿Cómo estás?. ^.^

(Gustabo con b)

Ruski!!! Perfectamente, ¿Y tú? :3

Ruski

Ando bien fresco mi pana ♡(˃͈ દ ˂͈ )

Gustabo mordió su labio. Le había sorprendido demasiado esa faceta del ruso, en realidad no la había esperado para nada.

Siempre se veía tan serio y frío que era difícil imaginárselo siendo así de.. Otaku. Si, esa era la palabra perfecta para describirlo: un otaku con todo el sentido de la palabra.

ᴀᴅᴏʀᴇ ʏᴏᴜ | volkabo ✓ (Sin Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora