ᴀᴅᴏʀᴇ ʏᴏᴜ | volkabo ✓ (Sin Edición)

compañía

La espera en el hospital fue un completo horror para Gustabo. El pasillo blanco y desolado de la sala de emergencias y el ligero murmullo de los teléfonos sonando le provocaban más ansiedad de la que ya tenía.

Los médicos no habían salido del quirófano durante los últimos veinticinco minutos y tampoco pasaba ningun enfermero para informarle sobre el estado de su madre, por lo que la preocupación le estaba carcomiendo el corazón.

Y como si fuera poco, su padre no le había respondido ningún mensaje ni le había cogido las llamadas. No tenía idea de dónde mierda podría estar el hombre. De hecho también estaba comenzando a preocuparle su progenitor.

¿Y si le había pasado algo malo? ¿Y si  había tenido algún accidente?

Le costaba respirar correctamente y ya no sabía cómo coño estaba todavía de pie. Ya le dolían todos los músculos por lo rígidos que estaban.

Para su suerte estaba con Viktor quien no le había dejado ni un solo segundo. El mayor estaba dándole ánimos y reconfortándolo cunado le tenía ataques de pánico. No sabía que mierda hubiera pasado si él no estuviera ahí.

En ese momento estaba volviendo de dónde estaban las máquinas expendedoras con un vaso de café y una pequeña bolsita que contenía galletas dulces.

Se puso de cuclillas para quedar a su altura, (ya que estaba sentado en una de las incómodas sillas de la sala de espera.) y le pasó el pequeño vaso que contenía el líquido negro humeante.

Gustabo agradeció en voz baja antes de darle un buen trago al café. No era de consumir cafeína pero en esta ocasión su cuerpo lo necesitaba.

━ prueba un poco de estas, ¿Si? ━ pidió acercándole los bocadillos dulces para que los cogiera. El rubio negó levemente. ━ por favor, malysh. Necesitas ingerir azúcares si no quieres descompensarte.

━ no quiero. ━ El menor se negó, no le apetecía nada. Posiblemente si tragaba algún sólido su cuerpo reaccionaría vomitándolo automáticamente. Eso le pasaba cuando estaba muy nervioso, muy enojado, muy preocupado o en general cuando sentía mucho de cualquier emoción.

━ por favor Gus, solo un bocado. ━ siguió insistiendo el ruso.

━ no puedo, no quiero.

Viktor suspiro a modo de rendimiento. Se sentó junto al menor para atraerlo hasta su pecho y cubrirlo con sus brazos. Gustabo se acomodó para quedar más cerca del mayor, queriendo y necesitando de su calor corporal.

━ ¿Alguna noticia de tu padre?

El rubio negó sin decir nada, había cerrado los ojos debido a que sus párpados se sentían demasiado pesados y porque se sentía seguro bajo su agarre.

Volkov no agregó nada más y dejó a Gustabo relajarse en su pecho. Quería que el menor durmiera por lo menos dos horas o de lo contrario podría desmayarse por culpa del cansancio.

━ Disculpen ¿Alguno de ustedes es familiar de la señora García?. ━ una enfermera llegó hasta donde estaban Gustabo y Viktor sonriendoles pacíficamente.

El rubio se levantó de donde estaba a la velocidad de la luz. ━ soy el hijo, ¿Como está ella? ━ interrogó tan rápido como le fue posible modular.

La pelinegra sonreía con tranquilidad dándole seguridad a ambos chicos. ━ tras un arduo trabajo de reanimación y de desintoxicación su sistema quedó libre de sustancias dañinas. Ahora su madre está descansando en su habitación. Podrá entrar a verla ni bien despierte, que supongo no será en mucho tiempo. Los efectos de las sustancias ingeridas no deberían durar mucho más.

Gustabo cerró los ojos dejando salir un gran suspiro que no supo ni cuando retuvo. Una tranquilidad increíble invadió su ser y el peso de una tonelada de ladrillos desapareció de su espalda.

No supo que estaba llorando hasta que sintió el sabor de la sal resbalar por sus labios, pero no le importó.

Volkov lo abrazo por detrás cuando su espalda chocó con el pecho del más alto. Se dejó sostener porque sabía que sus piernas cederían en cualquier momento.

━ gracias enfermera. ━ agradeció el ruso amablemente.

━ cualquier cosa me avisáis, ¿De acuerdo?

━ vale.

Una vez la señorita estaba fuera de su vista Volkov se inclinó para besar la mejilla de Gustabo sin dejar de abrazarlo, sus largos brazos rodeaban por completo el torso del menor.

━ ya la oíste, tu madre está bien. ━ reconfortó con voz baja.

━ gracias.

━ ¿Por qué?

━ por estar conmigo aunque no fuera tu obligación hacerlo. No tienes porqué estar aguantando toda esta mierda.

━ si es mi obligación. ━ habló con tranquilidad. ━ desde el momento en el que te vi por primera vez, incluso si no me hubiera dado cuenta en el momento, supe ibas revolucionar mundo. Y efectivamente lo hiciste y de la mejor manera posible. Le agregaste color, sacaste un lado de mi que ni siquiera sabía que existía.

»Asegurarme de que siempre estés bien y cuidar de tí es lo mínimo que yo puedo hacer, créeme cariño. Mientras me tengas a tu lago no estarás solo nunca. Me aseguraré de que siempre estés bien, incluso en momentos como este.

━ no lo merezco. No te merezco.

Volkov negó con la cabeza aunque el rubio no lo estuviera viendo. ━ si que lo haces. Eres la persona más hermosa que conozco. Tanto por fuera como por dentro, nunca lo olvides.

━ ¿Mami? ━ la voz débil del rubio se oyó en la silenciosa habitación. La mujer que estaba levemente sentada en la cama de hospital dirigió su mirada celeste a su hijo.

Apenas sonrió cuando estiró ambos brazos (que estaban vendados) para indicarle al rubio que se acercara. El menor lo hizo sin dudarlo abalanzadose para abrazar a su madre teniendo cuidado de no lastimarla.

La mujer correspondió al acto de su hijo. Cerró los ojos para disfrutar de ese momento que no supo que había echado tanto de menos hasta ahora.

━ lo siento. ━ se lamento la rubia con la voz quebrada. ━ siento tanto todo, por favor perdóname bebé.

━ tenía mucho miedo de perderte. ━ sollozó Gustabo haciendo que la mayor se sintiera el doble de culpable.

━ shh, ya pasó. ¿Si? Estoy aquí y te prometo que no volveré a hacer algo así nunca más. Lamento mucho que tuvieras que pasar por algo así.