sentimientos

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Si. Efectivamente ya estaba arrepintiéndose de haber aceptado a las súplicas de su amigo.

Se reprochaba mentalmente mientras era llevado a rastras hacia el aula de reuniones en el tercer piso. Como si no tuviese suficiente mala suerte ya, tenían que subir dos pisos de escaleras para llegar allí.

Se mantenía en silencio escuchando lo que Horacio decía sobre la ropa que compró en el centro comercial y como su outfit sería furor en cuanto lo usara ese sábado en la fiesta de un tal Freddy.

━¿Irás conmigo verdad? ━ preguntó el de cresta plateada al percatarse que su amigo no decía nada.

━ claro que no. ━dijo con la obviedad palpable en sus palabras.

━que aburrido eres. ━Horacio puso mala cara pero no insistió. Sabía de sobra que su amigo no aceptaría ni aunque  le rogara de rodillas. Una cosa era una reunión estudiantil y otra muy distinta era una fiesta, además que le había prometido no volver a pedirle algo nunca más... Por ahora.

Al llegar Gustabo entró al aula detrás de Horacio.
Había alrededor de diez personas allí. El lugar no era más grande que un salón de clases común, de hecho era un poco más pequeño. Habían dos filas de cinco mesas cada una y al frente había una especie de mini escenario y una pizarra.

A los costados habían varias estanterías que parecían guardar archivos y carpetas coloridas. Habían carteles hechos a mano por todas partes y en una esquina se encontraba el escritorio del profesor que debía supervisar la reunión.

Era muy diferente a lo que él se imaginaba que encontraría. (Una mesa larga rodeada de sillas, así como en las películas)  Pero esto tampoco estaba mal.

Horacio caminó con gracia y seguridad hasta una mesa libre y se sentó con una sonrisa enmarcada en su bonito rostro. Gustabo le siguió y se sentó también, solo que él no sonreía como su amigo. No iba a fingir buena cara al estar en un lugar en donde no quería estar.

━Al parecer tenemos nuevos miembros. ━habló alguien desde el frente.━¿Porqué no se presentan?. ━ dijo con una sonrisa de autosuficiencia. Gustabo jamás quiso golpear tanto a alguien como ahora al hijo de puta de Jack Conway.

¿de verdad la vida lo odiaba tanto? ¿Porqué era tan difícil pasar desapercibido? ¿Que tan ilegal era estrangular hasta la muerte a alguien?

Y todo por culpa de Horacio. Maldita sea la hora en que decidió que era buena idea ser amigo suyo. Aquello solo le había traído mala suerte y desgracias a su vida.

━Hola perlas, soy Horacio. ━saludó su amigo con tono amigable. Pudo ver las sonrisas de la mayoría en ese salón. Los entendía. Horacio solía tener ese impacto en las personas.

━muy bien. ¿Y quién es tu compañero? ━preguntó el chico que estaba parado en el pequeño escenario.

━Gustabo. ━dijo. No le importaba parecer borde ni tajante.

Jack lo seguía mirando entre divertido y desafiante. ━y cuéntanos Gustabin, ¿Porqué estás aquí?.

El rubio entrecerró los ojos con rabia. Sabía que lo estaba haciendo a propósito para joder, no era tonto. Menudo gilipollas.

━estoy aquí porque Horacio me arrastró a su desgradacia. ━dijo ganándose la risa de algunos, cosa que pareció fastidiar al mayor.

━silencio súper nenas. ━ Gustabo sonrió al confirmar que ese odioso se había picado. ━a lo que veníamos━ no pudo terminar la oración porque la puerta del salón fue abierta con algo de prisa.

━disculpen. ━habló jadeando el peliplateado que acababa de entrar. ━se me hizo un poco tarde. ━decía yendo hacia una de las mesas del frente y tratando de recuperar el aliento.

El corazón del rubio comenzó a bombear sangre más rápido de lo normal, estaba bastante seguro de que si todo estuviera en silencio se escucharía sin ningún problema. Sentía sus manos sudar y una rara picazón en sus palmas.

Agachó la cabeza tratando de desaparecer de allí. Joder.

Su amigo parecía no estar prestando atención al chico que acababa de entrar, más bien estaba tecleando su celular por debajo de la mesa.

Todo volvió a retomar su rumbo inicial y Jack siguió hablando de temas que sinceramente Gustabo no escuchó. La atención del rubio se la había robado por completo el chico que estaba a pocos metros de él.

Gustabo notó cada uno de sus movimientos, su postura y su tono de voz cada vez que hablaba. Viktor parecía ser una persona bastante seria y calculadora con un carácter fuerte y sentimientos de hielo. Tal vez esa era la razón por la que su relación con Horacio no funcionó.

"Somos dos personas totalmente diferentes e incompatibles" le había confesado en una ocasión su amigo.

Y si bien fue difícil para el de cresta en su momento, ahora ese tema ya se encontraba en el pasado, todo estaba superado. Al menos para su amigo, porque para él todo se sentía tan fresco como siempre.

Todavía sentía que le robaba la respiración cada vez que lo veía. Todavía se sentía nervioso cuando estaba cerca suyo. Todavía se abrazaba a su almohada con los ojos cerrados imaginándose momentos que jamás pasarían.

No tenía idea de hasta cuándo podría mantener sus sentimientos guardados, pero si ya había aguantado todos estos años y más cuando se enteró de que su mejor amigo estaba empezando en una relación con él, esto tenía que ser pan comido. Además este era el último año que Viktor estaría en la escuela, solo debía resistir un poco más.

Suspiró apartando la mirada del peliplateado. Todo sería más fácil cuando ya no estuviera. Quizás podría dejar de sentirse tan estúpido cuando pensaba en él. Realmente esperaba eso.

Pero a la vez sentía una extraña presión en el pecho al pensar que ya nunca lo vería de nuevo.

Los sentimientos eran una mierda. Una completa mierda.

Se colocó los auriculares con disimulo aprovechando que su suéter tenía capucha y nadie podría notarlo. Buscó en su lista de reproducción hasta que una le llamó la atención.

No tienes que decir que me amas.
No tienes que decir nada.
No tienes que decir que eres mío.

Cariño...
Caminaría a través de fuego por ti.

Sólo déjame adorarte.


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ᴀᴅᴏʀᴇ ʏᴏᴜ | volkabo ✓ (Sin Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora