ᴀᴅᴏʀᴇ ʏᴏᴜ | volkabo ✓ (Sin Edición)

¿me bajas el cereal?

Viktor observó la escena algo confundido. ¿Ese no era Gustabo?

━esperame un momento, iré a ver si está bien. ━le dijo a su amigo quien asintió de acuerdo.

━no tardes chorbo. ━el pelinegro tenía los brazos repletos de cajas de cervezas y botellas de vodka

El peliplateado se dirigió hacia donde se había escabullido a toda velocidad el más bajo, lo siguió y vio que estaba recogiendo un canasto azul del piso a punto de irse.

Apresuró el paso para poder llegar hasta él.

━hey, Gustabo. ━saludó antes de que se fuera. ━hola. ━le dijo al mismo tiempo que le sujetaba del brazo para detenerlo.
Sintió como en rubio se tensaba bajo su agarre por lo que lo soltó rápidamente antes de incomodarlo más.

━lo siento. ━se disculpó apenado. ━ solo quería saber si ¿Te encuentras bien?

El chico tenía un ligero tono carmesí en las mejillas y miraba hacia abajo, parecía tímido o avergonzado. ━lo estoy ━dijo con voz apenas audible.

Viktor se extrañó ante la actitud del menor pues con lo poco que sabía de él, Gustabo era una persona demasiado extrovertida y directa. Al menos eso le había contado Horacio cuando aún estaban juntos.

Quizás solo era su imaginación y lo que en realidad le pasaba a ese chico era que no quería estar cerca suyo, por eso la evasión. Eso tenía sentido.

━de acuerdo, entonces... ━se rascó la nuca con incomodidad.

Gustabo seguía sin dirigirle la mirada, se empezaba a maldecir internamente por ser tan impulsivo. Se quedó callado al no saber que más decir, nunca fue una de esas personas habladoras que sacaban adelante cualquier tipo de conversación. Su mente estaba en blanco. ━ entonces si todo está bien te dejo con lo que hacías.

━Gracias. ━dijo de manera apresurada el menor. ━por.. uh, p-preocuparte.. ━terminó la frase tartamudeando y levantado la mirada hacia el más alto, quien le asintió y se encogió de hombros quitándole importancia.

━¿Vienes solo? ━preguntó con curiosidad.

Esta vez fue el turno de Gustabo de asentir.

El rubio bajó la canasta en el piso para cruzarse de brazos, Viktor aprovechó para darle un vistazo completo al menor.

Vestía completamente de negro y la sudadera que usaba era por lo menos tres tallas más grande que él, de estatura baja, cuerpo menudo y piel blanca como la porcelana. Su cabellera rubia totalmente desordenada le daba un aspecto como si recién acabara de despertarse de una siesta y traía una perforación en la ceja derecha. Sus ojos eran de un brillante azul claro. Le recordaban a cielo despejado en primavera.

Se preguntó porque nunca lo veía por el instituto o escuchaba hablar de él. Y más siendo mejor amigo de Horacio Pérez, una bomba luminosa de color, ruido y alegría.

Ahora que lo analizaba detenidamente veía lo diferentes que eran ambos, tanto en su vestimenta como en personalidad.
La primera vez que habló con el de cresta él no había dicho más de cinco palabras juntas, en cambio el Gustabo era él quien tenía que pensar que decir y con suerte recibía respuesta.

Se percató de que volvían a quedarse en silencio bastante tiempo por lo que se apresuró a decir lo primero que le vino a la mente para no quedar en un ambiente incómodo nuevamente.

━¿Irás a casa de Freddy esta noche? ━preguntó, muy en el fondo queriendo que la respuesta del menor fuera positiva.

El rubio lo miró con cara de no entender a qué se refería━¿Por qué debería ir esta noche a casa de Freddy?

━Um, por la fiesta. ¿No estabas enterado de ella?

Gustabo rió por lo bajo provocando que el ruso frunciera el entrecejo confundido. ¿Que le había hecho gracia?

━no me gustan las fiestas, así que no lo creo. ━explicó.

Volkov lo miró sorprendido. ━oh. Está bien

━chorbo lamento interrumpir pero si no volvemos ahora la jefa me va a cortar los huevos━habló Trucazo llegando junto a ambos chicos. ━hola neno ━dijo mirando al menor, quien respondió al saludo moviendo la mano de un lado a otro.

━ entonces supongo que nos veremos el lunes. ━dijo el más alto de los tres a modo de despedida con una sonrisa ladina.

Gustabo se quedó mirando la espalda del peliplateado hasta que algo en su mente hizo click. ━Volkov. ━llamó

El ruso volteó hacia el rubio al escuchar que lo llamaba. ━¿Si? dime

━¿Me bajas el cereal? ━preguntó con vergüenza palpable en su rostro.

El mayor sonrió enternecido. Asintió volviendo hacia donde antes se encontraba hablando con Gustabo y sin ningún tipo de esfuerzo alcanzó el producto que le señalaba el rubio.

━aquí tienes.

Gustabo tomó la caja totalmente sonrojado. Ya había perdido la cuenta de las veces que sus mejillas se tiñeron con ese color carmesí intenso aquél día.

━Gracias.. de nuevo.

El ojiazul volvió a su casa con el corazón desbocado amenazando con salirse de su pecho y un extraño pero agradable cosquilleo en el estómago. Lo único que rondaba por su cabeza en este momento era su -pequeño- encuentro con el ruso.

Estaba completamente seguro que solamente fue una gran coincidencia que lo encontrara en ese supermercado justamente ese día, una cruel y bonita coincidencia.

Tienes que detenerte ahora si no quieres que todo se salga de control. Su lado racional advirtió.

Pero por más que le quisiera hacer caso y terminar con todo esto, su tonto corazón le decía que ya no había vuelta atrás, que estaba totalmente jodido y que no había forma de salir de ese pozo ileso.

Estaba hundido hasta el cuello y aunque quisiera salir a la superficie sabía que eso ya no era posible. Tarde o temprano se terminaría ahogando por completo con sus propios sentimientos.

Lo único que esperaba era que nadie se diera cuenta de ello.

Dices mi nombre como nunca antes lo había escuchado.
Sabes que puedes tener lo que quieras de mi,
Cuando tú quieras.
Ahora tengo miedo de todas las cosas que podrías hacerme..
¿Me estoy enamorando de quien podría romper mi corazón?