En estos últimos días Horacio había estado evitando cualquier tipo de acercamiento con Gustabo, le inventaba cualquier excusa barata para las veces que él le invitaba a pasar tiempo juntos y casi no le contestaba sus mensajes.
Verdaderamente pensó que su mejor amigo le reclamaría o al menos intentaría averiguar el motivo de su desaparición, pero para su sorpresa la reacción del contrario no fue nada más que una actitud desinteresada.
Quiso pensar que era porque el rubio tenía trabajos o alguna tarea importante que entregar y por eso el desinterés, pero claramente esa no era la cuestión. La causa tenía nombre y apellido.
Estaba cabreado y dolido.
Cabreado porque su mejor amigo, su hermano de otra madre, la persona en la que más confía y a la que más ama, le ocultó algo tan importante como esto. También estaba enojado consigo mismo por no ser lo suficientemente atento para notarlo.
Dolido porque sabía que Gustabo por alguna razón que desconocía no tuvo la suficiente confianza para decirle la verdad. Y en vez de eso prefirió guardarlo para si mismo quien sabe por cuánto tiempo más. Quizá y si él no lo pillaba jamás lo hubiera descubierto.
Entre todo ese torbellino de emociones que invadía su cuerpo también habían celos.
Tras pensarlo mucho y casi no dormir absolutamente nada por las noches, llegó a la conclusión de que si, efectivamente estaba celoso.
Pero no celoso en plan amoroso por Volkov. De hecho todo lo contrario, sentía celos de Volkov.
No quería que el ruso llegara y le arrebatara de las manos a su Gustabo, no quería perder a su único amigo real. Tenía miedo de que el rubio prefiriera a Volkov antes que a él, tenía miedo de que esto que había creado con su Gusnabo se evaporara como agua a los cien grados centígrados de un día para el otro.
Pero por el rumbo que estaban tomando las cosas, pocas dudas le quedaban de que eso realmente ocurriría, si es que no estaba pasando ya.
Aunque también sería algo hipócrita de su parte afirmar que no le importaba que su ex pareja se hubiera fijado en su mejor amigo luego de estar con él. Tendría que admitir que era un golpe bajo para su orgullo, pero tampoco era para hacer mucho drama. Podría vivir con eso en su conciencia.
Tras estar meditando y también aclarando sus pensamientos estos últimos días, decidió que ya iba siendo hora de hablar con Gustabo y aclarar un par de puntos. Le pediría explicaciones y esa tarde su mejor amigo tendría que contarle absolutamente todo.
Le mandó un mensaje de texto que decía que tenían que hablar y que luego de clases fuera a su casa. No tardó en recibir un "ok, pero ¿Todo está bien?" de parte del mayor. Decidió no responderle.
Cuando llegó a su casa subió directo a su habitación para poder cambiarse antes de que el rubio llegara.
Por alguna razón se sentía cada vez más nervioso que antes, y para colmo el tiempo parecía estar estancado y sin ninguna intención de avanzar. Tenía miedo aunque en teoría él no había sido el que falló, si no que todo lo contrario.
Sabía casi al cien por ciento que el resultado de esa charla sería una discusión con Gustabo, por ende el mal sabor en su boca ya estaba haciendo acto de presencia.
Levantó levemente la cabeza al escuchar un golpeteo en la puerta de su habitación y tras eso la misma se abrió revelando la pequeña figura de Gustabo en el marco de la puerta. Horacio se incorporó en la cama sentándose contra la cabecera, desvió la mirada hacia sus dedos que se movían nerviosos.
━ osito. ━ saludó el rubio en voz baja, como si él estuviera igual de nervioso que Horacio. ━ ¿Puedo pasar? ━ pregunto con inseguridad.
━ si, pasa. ━ contestó señalando el espacio vacío de la cama. ━ ¿Mi madre te abrió? ━ cuestionó torpemente. Era una pregunta absurda, ya que de no ser así Gustabo no habría podido entrar.
━ si. ━ sonrió de lado, pero más que una sonrisa eso parecía una mueca deforme. ━ uhm.. ¿Todo está bien? ━ volvió a hacerle la misma pregunta que hace unas horas.
El menor levantó la vista para sostenerle la mirada al rubio. Estuvo callado un par de segundos, que para Gustabo fueron eternos, muy incómodos y aterradores.
━ yo bien. ¿Tú cómo has estado este último tiempo? ━ quiso saber.
El mayor se tensó al escuchar la pregunta. Muy en el fondo sabiendo a qué se debía todo esto, pero su cabeza se negaba reconocer y aceptar lo inevitable.
━ ¿A qué te refieres?
Pérez lo miró con seriedad, demasiada para el gusto del rubio. Empezaba a sentir la ansiedad en su sistema, sus manos temblaban al igual que sus piernas. Decidió sentarse en la cama solo por si éstas dejaban de responderle.
Cuando recibió el mensaje de su mejor amigo supo que algo andaba mal, y ahora que estaba frente a frente con el menor lo podía confirmar sin ninguna duda. Y no era solamente que algo estaba jodido, si no que de hecho el tema era con él.
Si de por si cuando Horacio se enojaba daba un miedo que te cagas, cuando se cabreaba con él era horroroso.
Gustabo ya se imaginaba por dónde venía todo el rollo, y no mentía cuando decía que tenía miedo.
━ ¿De verdad te vas a hacer el tonto? ━ preguntó con reproche. ━ ¿Quieres que te lo diga yo?
Entonces si, efectivamente Horacio ya lo sabía.
El rubio cerró los ojos bajando la cabeza lo máximo posible para ocultar su rostro. Respiró hondo varías veces para intentar estabilizar su respiración, si antes temblaba ahora era mil veces peor.
Quiso responderle y explicarle todo lo más rápido posible, pedirle que por favor lo perdonara pero sus cuerdas vocales no tenían intenciones de hacer el más mínimo ruido o balbuceo.
━ ¿No dirás nada Gustabo? ━ volvió a insistir impaciente.
━ ¿Qué quieres saber? ━ logró pronunciar a duras penas sin que la voz le fallara.
Horacio abrazo sus piernas mirando a su mejor amigo. ━ todo.
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ᴀᴅᴏʀᴇ ʏᴏᴜ | volkabo ✓ (Sin Edición)
FanfictionUA. (Universo Alterno) Volkabo donde Gustabo está enamorado del ex novio de su mejor amigo pero es demasiado tímido como para hacer algo al respecto. (Sin editar) ...