Errores Perfectos

Capítulo 1

- Mira Skay, sé que es un cambio brusco - el tono de mi padre es de culpa, esto es malo - pero es necesario.

Desde hace un tiempo que está tratando de convencerme de que nos mudemos con mi tía Jeanin a las afueras de la ciudad. Ahí no hay nada ni nadie, ¿qué se supone que haré allí?, ¿qué hay de mi trabajo?.

- Papá, debes entenderme a mí también - Rebusco argumentos en mi mente, aunque sé que no es fácil de convencer - Tengo un trabajo al que debo presentarme mañana, ahí me pagan muy bien, no puedo solo renunciar y seguirte a la nada.

- No nos estamos llendo a la nada Skay, solo nos iremos con tu tía Jeanin - lo dice como si fuera una excelente opción.

Mi tía Jeanin es una anciana de unos 70 años, tiene dos enfermeros contratados que la vigilan día y noche, por si le dan crisis, ella sufre de demencia.

- Lo siento papá, pero ésta vez diré que no - afirmo mi posición.

[...]

Han pasado 4 meses, y la casa está ya vendida, nos vamos con mi tía Jeanin. Dios en qué momento accedí a esto...
Bueno después de todo no puedo dejar a papá sólo, podría tener otra recaída y volver al alcohol, no puedo dejar que le pase otra vez.

Una vez en la camioneta apoyo mi cabeza en el vidrio y nada más dejo que mis pensamientos vuelen... A penas llegue tengo que comenzar a buscar trabajo, lo primero que se de, luego iré viendo mejores opciones.

- Yo creo que está bastante bien - se refiere a la cazona que está en frente. Llegamos.

- Es... Grande... - Bastante grande para una sola persona.

Papá abre uno de sus bolsos y de ahí saca una lata de cerveza. De inmediato lo freno antes de que la abra.

- Sólo es por el calor - se defiende - el viaje fue largo y estoy agotado.

De mi mochila saco una botella de agua saborizada y se la cambio por la lata.

- Esto es mucho mejor para refrescarse - digo con una sonrisa un poco sarcástica - tiene sabor a piña, delicioso.

Solo hace una mueca y bebe el agua, prefiero que se moleste conmigo antes de que siga bebiendo. Tendré que revisar todo el equipaje por si trae más.

Estando ya en el pórtico de la puerta con todas las maletas tocamos el timbre, se escucha un ruido de campana bastante fuerte. Segundos después nos abre una chica vestida de enfermera, es muy linda, su cabello es castaño claro, liso y con flequillo, sus ojos son color ambar, brillantes y grandes, debe ser una de las que está a cargo de Jeanin.

- Bienvenidos, mi nombre es Darla - nos abre la puerta hasta atrás y nos invita a pasar - La señora Meyer está en el jardín regando sus flores.

Luego de acomodar las maletas dentro, ambos nos dirigimos hacia el jardín trasero, por donde nos indica Darla. Y ahí está mi tía Jeanin sentada en una banca de madera blanca, con una regadera en las manos, nos acercamos y a unos metros está otro joven también vestido de enfermero, que en cuanto nos ve se acerca rápidamente.

- Jeanin - habla él una vez que llega - Han llegado tu sobrino y su hija ¿recuerdas que vendrían?

La tía Jeanin se voltea y nos ve con una cara bastante neutral, pero que de a poco se transforma en sonrisa, deja la regadera a un lado y se levanta.

- ¿Como me iba a olvidar de que vendrían Aiden? - mira molesta al enfermero - Yo les dije que vinieran.

Ya dicho eso, nos da la confianza de acercarnos y saludar. Ella abraza fuerte a papá al igual que a mí, es muy cariñosa a decir verdad, no es algo que me moleste ni incómode, solo que hace mucho no lo sentía.

- ¿Como estás tía? - pregunta papá luego del abrazo - Ha pasado un buen tiempo desde la última vez que vinimos.

- Si, no vienes desde que Jessica se murió - dijo sin ningún escrúpulo - Eso no era motivo para dejar de verme Richard.

- Mi nombre es Noah tía - dice papá ignorando lo anterior.

- Bueno bueno, deberías conformarte con que tienes viva a su doble - me mira y sonríe. Esta señora es cosa seria. - Eres idéntica a ella.

- ¿Como estas tía? - también ignoro el comentario que acaba de hacer - He cambiado mucho desde entonces y me veo como mamá.

- Si eso veo, te ha crecido el busto y la retaguardia ya era hora - suelta y se vuelve a sentar.

Dios, esta chica no lo piensa dos veces.
El enfermero que aun estaba ahí, escuchando todo le ofrece un vaso de agua a mi tía, ella toma un sorbo y se dispone a hablar otra vez.

- Bueno, no se queden ahí parados y vayan a ver donde van a dormir, echen un vistazo mis niños - vuelve a sonreír como una linda abuelita de las que siempre traen un caramelo un si bolsillo para regalar.

Ya entrando nuevamente en la casa me dispongo a recorrer, no sin antes advertirle a papá que lo estaría vigilando por si tomaba la lata de cerveza otra vez. Ya dicho eso subo las escaleras que estaban en la sala y las subo lentamente. Mi objetivo es una habitación con grandes ventanas eso es todo.

Ya recorrí tres habitaciones y todas se ven muy lindas, pero puedo ver unas dos más. Entro a la cuarta y ahí están, grandes ventanales que miran directo al jardín.

- Ésta es mía - dejo mi mochila sobre la cama y de a poco voy imaginando como ordenaré mis cosas aquí.

"El trabajo" Casi me olvido, debo buscar trabajo ya. Tomo mi celular y una carpeta con unas hojas curricularias, espero encontrar algo rápido.
Al salir freno de golpe, el enfermero de Jeanin estaba ahí parado con la mano echa puño y alzada, creo que iba a tocar la puerta. Es un tipo alto de cabello negro con algunas ondas y sus ojos, son muy hermosos, son un tanto achinados y verdes pero al mirarlos son reconfortantes.

- Hola, mi nombre es Aiden - se presenta y me extiende una hoja con algo escrito - como ya sabes tu tía padece demencia y no es algo que se trate a la ligera.

- lo sé, mi nombre es Skaylar - tomo la hoja y veo algunos horarios con indicaciones - ¿Que es esto?

- Son algunas indicaciones para no tener problemas con ella - me explica - a veces puede ponerse muy agresiva.

- Entiendo - reviso el horario destacado "7 p.m." - Aquí dice que es mejor no estar con ella después de las 7...

- Ella tiene el síndrome del ocaso, al ponerse el sol cambia su actitud - qué extraño, no comprendo nada de esto - Bueno, a cualquier duda solo preguntame - sonríe un poco y se va.

Doblo la hoja por la mitad y la guardo en mi bolsillo, aún tengo que salir.
Encuentro a papá también mirando las habitaciones y le digo que saldré a buscar trabajo.

- Skay acabamos de llegar - ladea la cara - puedes relajarte por hoy.

- Tengo que buscar trabajo cuanto antes, no estaré perdiendo el tiempo. - le doy un beso en la mejilla y bajo las escaleras hasta el jardín.

Me acerco a mi tía para avisarle que saldré.

- Tía Jeanin, saldré a buscar trabajo, no me tardo ¿Si? - le hablo muy claro y pausado, no se bien como tratarla.

- ¿Estas loca Jessica? Te llevaran de nuevo. - me dice molesta.

- ¿Que dijiste? - ¿como que llevarme de nuevo? Me dijo Jessica, habla de mamá. - ¿Quien se llevo a mamá?.