Errores Perfectos

Capítulo 29

Ha pasado un tiempo desde que no se nada de mamá, ni de Aiden, como si no existieran aunque de hecho, en la situación en que estamos es como si nosotros no existieramos.

No hay día que no me arrepienta de lo que hice para escapar... Fue mi primer asesinato y aunque no lo hice deseándolo lo hice, maté a esos guardias...

FlashBack

Me aferro como puedo a las riendas del caballo, por más que esto sea de vida o muerte le temo a estos animales.

Miro hacia atrás donde mamá está frente a la puerta evitando que la abran, pero son demasiados y logran derribarla y ella cae, se ve tan indefensa y siento que mi fuerza de voluntad desaparece y la necesidad de ayudarla me gobierna, trato de girar para ir a su encuentro, pero Zac se me acerca aún cabagalndo y me impide virar, le forcejeo.

- ¡Tengo que ayudarla! - me duele ver cómo la están tomando y atando.

Zac no me responde y sigue avanzando dando un pequeño golpe a su caballo al costado indicando que fuera más rápido.

Cierro mis ojos con fuerza y siento como las lágrimas se abren paso, miro a mi hermano quién llora desconsoladamente.

Se escucha el galopar de más caballos, vuelto a mirar hacia atrás y son los guardias que se nos acercan cada vez más. Mi corazón se acelera, el miedo me aborda y reacciono sin pensar, alzo mi mano hacia ellos y de mi salen llamas grandes y abrazsdoras, nunca las había sacado así, ellos caen de sus caballos gritando por las quemaduras, hasta que tres de ellos dejan de emitir ruido y quedan inmóviles, mientras seguimos avanzando alcanzo a ver qué otros los revisaban y negaban con la cabeza... Los maté... Están muertos... Asesine a tres personas... Soy un monstruo...

Fin FlashBack

Cada día me pesan esos recuerdos, sus gritos los recuerdo claros, cada cambio de posición al retorcerse de dolor, sus ojos abiertos como si buscaran una manera de aferrarse a la vida...

  - Ya deja de torturarte - Zac me abraza desde atrás y besa mi cuello.

Me giro para quedar frente a él y le doy un suave beso me mira fijo con esos ojos profundos, todo es tan distinto desde la primera vez que me topé con estos ojos...

- ¿Recuerdas la vez que nos conocimos? - le pregunto abrazando su cuello.

- Por supuesto - ladea su rostro - eras un estorbo en mi camino.

Suelto una risa fingida y dejo de abrazarlo para volver adentro, veo que Tyler sale de su improvisado cuarto y entra al baño, desde ese día no ha sonreído ni una sola vez siempre tiene un semblante opaco y triste, es entendible porque lo separé de su mamá de un día para otro, para él es díficil de asimilar ya que él si pudo estar con ella toda su vida. Varias noches a la semana me toca despertarlo por sus pesadillas, o porque comienza a llorar susurrando los nombres de quiénes extraña, menciona siempre a Math y a mamá... Me da mucha tristeza verlo así, pero no sé cómo ayudarlo.

He pensado en volver para revisar la situación, pero Zac lo desaprueba totalmente, si me descubren podrían encerrarme o matarme.

Sacudo un poco mi cabeza para dejar de pensar tanto y ponerme a cocinar, tomo una sudadera y algo de dinero para ir a comprar cosas para la cena.
Al volver me enfoco en las ollas y el aroma de la comida, solo me falta cocer unas verduras y estaría listo, giro la perilla para dar el gas y no prende, reviso la carga de gas y ya no queda... Perfecto... Trato de evitarlo pero a veces en situaciones como esta vuelvo a usar el fuego, me cuesta cada vez menos controlarlo... Aprendí a verlo diferente, siempre lo usé como un movimiento especial que podía hacer como un talento oculto, pero en realidad es una cualidad física parte de mi, en vez de activarlo cuando lo necesito lo mantengo latente siempre así que es fácil controlarlo... Pongo una pequeña sartén en mi mano y con el calor que doy cocino las verduras que me faltaban.

Tyler sale del baño ya bañado y vestido y se me acerca para ver lo que estoy cocinando. Husmea un poco y luego solo se queda parado a mi lado, apoya su cabeza en mi hombro. Al menos nos hemos acercado y hemos aceptado que somos hermanos y solo nos tenemos entre nosotros.

Zac entra y le pide a Tyler que le ayude a colocar la mesa para poder comer, mi hermano no dice nada y solo lo hace, tampoco habla mucho, no como antes que era demasiado expresivo y alegre.
Mientras comemos siento una fuerte puntada en el estómago haciendo que aprete mi musculatura.

- ¿Estás bien? - Zac se levanta rápido y me toma del brazo.

No alcanzo a responder cuando se escucha que tocan la puerta, todos nos quedamos mirando, no le hemos dicho a nadie en dónde estamos, nadie nos conoce, nadie debería venir...

Vuelven a tocar un poco más fuerte, Zac me mira frunciendo el ceño y me suelta para ir a la puerta, lo agarro de su playera no quiero que vaya solo, pero él se suelta y me frena con un gesto de su mano... Avanza lento y otro llamado a la puerta lo hace apresurarse un poco, me levanto y lo sigo haciendo caso omiso a la orden anterior.

- Skay... - Tyler se me aferra y esconde su cara en el hueco de mi cuello, está asustado.

Ambos nos acercamos para ver quién es... Al abrir nos encontramos con dos siluetas altas paradas frente a nuestra puerta...

- Skaylar - dicen al unísono.

Math... Papá... Están aquí.