Capítulo 5

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Son las 6:15 y estoy lista para ir con Aiden, aun se me hace extraño la forma en que lo invité pero así se dio... Tomo mi chaqueta y salgo de mi habitación, pero freno en seco al ver a Zac apoyado en la pared de en frente, me está mirando ahora.

- No puedes ir con él - dice dando un par de pasos hacia a mi.

- No porque me hayas salvado una vez significa que deba obedecerte en todo - está volviendo a ser el engreído de siempre.

- No estás entendiendo - baja la voz pero aún así usa su tono autoritario - No puedes ir con Aiden.

- De acuerdo Zac no tengo tiempo para esto - me abro paso y salgo de ahí.

Zac me toma de la muñeca y me jala hacia él, abre la boca para hablar pero no lo dejo, me suelto con fuerza y lo empujo haciéndolo caer, me hierve la sangre ¿quién se cree que es?

- ¡Escucha pedazo de idiota! - ¿Qué me pasa? Yo ni reacciono así... - Zac, lo siento...

Me acerco para ayudarlo a que se levante y le extiendo la mano, pero solo se limita a mirarme, ésta vez me pasé.

- Eres una niña tonta y terca - se levanta por su cuenta y se aleja.

Bajo rápido, acabo de hacer una escena innecesaria, me siento muy tonta. Abajo veo que Aiden ya está esperándome afuera, al menos es puntual.

- Rayos Skay tu labio está sangrando - me toco con la lengua y efectivamente siento ese sabor metálico de nuevo.

- No lo noté, aún no se cierra la herida - trato de limpiarme pero sigue saliendo.

- ¿Quieres que te haga una curación rápida? - es muy atento, más que el idiota de Zac, aunque ahora yo debo ser la idiota para él.

- No te preocupes, estoy bien - sigo lamiendo un poco y cierro la puerta para ya irnos.

[...]

La he pasado muy bien con Aiden, es muy gentil y caballero, pero sigo pensando en lo que pasó con Zac, no me puedo sacar su rostro cuando cayó, fui una tonta, debería disculparme, después de todo ni siquiera dejé que me explicara, aunque tampoco le hubiera encontrado razón ahora, Aiden no tiene nada de malo, llevamos unas horas ya andando por ahí y no ha hecho ni dicho nada imprudente.

- ¿Estás bien? - Aiden me mira con algo de duda - Pareces distraída, ¿Estás cansada?

- Eeh no no - espero que no me haya dicho algo antes, porque no estaba escuchando - Solo estaba viendo... Ese parque - señalo el parque que veo a un par de pasos, es lo primero que se me ocurrió.

- Vayamos ahi si quieres - toma mi mano y me conduce hasta ahí, por alguna razón me sonrojo al sentir el calor de su piel.

Ya estando ahí nos sentamos a ver como se esconde el sol y que alivio porque hoy estuvo muy fuerte hasta altas horas...

- Bien, relajate ya se escondió el sol y dime ¿qué eres?.

- ¿Qué? - ¿por qué todos dicen cosas tan locas sin sentido y tan de repente? - ¿como que qué soy? Creo que el cansado eres tú.

- No juegues conmigo Skay - se levanta y me mira fijo - ¿Cómo hiciste para que no te notara en todo este mes?

- Dios Aiden creo que había algo en tu café - apreto un poco mi cuerpo, éstas situaciones me ponen incomoda.

- No te preguntaré de nuevo, puedo sentir tu aroma - se acerca peligrosamente.

- Es que uso perfume... - realmente no entiendo de qué rayos está hablando.

- Vas a colmar mi paciencia Ska... - no sigue hablando y su expresión ahora es de miedo.

Yo tampoco digo más nada y veo como se voltea y mira el cielo, luego vuelve su mirada a mí pero ahora da mucho más miedo, sus ojos de alguna manera se ven irritados como si estuviera drogado o algo así.

- Eres libre esta noche, pero mañana si no me das una explicación te las veras con nosotros. - se aleja y corre rápidamente hasta que lo pierdo de vista.

Mi corazón vuelve a latir, algo extraño está pasando y mi horóscopo no me dijo nada de esto. Pero se me hace que Aiden es parte de la pandilla del violador, él también hablaba de su territorio, pero hablaba de más personas es seguro, y ahora Aiden dice que me las veré con ellos ¿Quienes son ellos? Yo no les he hecho nada ni siquiera los conozco, pero los tiene paranoicos.
Ahora dejando esa loca escena de lado, me acaban de dejar sola en un parque que no conozco, demonios, éstas cosas sólo me pasan a mí, saco mi celular y le marco a papá.

- Papá estoy en el pueblo en un parque - hablo rápido no quiero que ahora venga otro pandillero y me quite el celular y me amenace con llevarme ante su líder - ven a buscarme por favor.

- Creí que saldrías con Aiden - se escucha como arrastra su voz creo que estaba dormido - ¿Qué pasó?

- Te explico en el camino ahora solo ven - cuelgo y guardo de inmediato el celular.

Ya está oscuro y comienza a hacer frío, escucho como algo se mueve en los arbustos, ¿por qué por qué? Mi semana no puede ser más horrible.

- Hola hermosa - es él... El que me atacó en el bosque - ¿Estás buscandome?

- Alejate de mi - retrocedo rápido pero torpe haciendome caer al césped - no te me acerques.

- Tranquila nena, solo vengo a reclamar lo que es mío - sigue acercándose más. - Zachary no viene contigo ésta vez, que bien.

¿Conoce a Zac?¿Como?¿Él le habrá dicho que me atacara? Eso es imposible, no entiendo nada. Dios, ésta vez si moriré.
Y una vez más se lanza sobre mí pero ésta vez al mirarme sonríe y saca una pequeña navaja de su bolsillo, soy una jodida muerta. Cuando creo que me va a apuñalar, veo como la pasa por su dedo haciendo un corte pequeño pero profundo haciéndolo sangrar. Puedo sentir el aroma de la sangre, sé que es su sangre de alguna forma lo sé y no solo eso, quiero lamerla quiero beberla.
Tomo su mano y la acerco desesperadamente a mi boca, no tengo control de lo que hago, solo quiero su sangre.

- Bien eres mi cría ahora, alimentate - aunque me parezca ilógico lo que dice obedeszco sin objeción.

Meto su dedo en mi boca y comienzo a succionar la sangre, siento como ese sabor me llena, es una sensación que recorre todo mi cuerpo.

- Te lo dije Math - bruscamente dejo de sentir esa sensación y para cuando abro los ojos veo a Zac matándolo a golpes igual que la primera vez.

- ¡Ella es mía! - contesta el otro sujeto - bebió mi sangre, es mía.

Zac voltea a verme perplejo y su rostro cambia en un segundo y aun con más fuerza toma al sujeto de la boca y jala los dos extremos al lado contrario haciendo que poco a poco su cabeza se vaya separando en dos a la altura de la mandíbula y cuando ya quedaba solo un poco por partir lo deja caer. Él lo mató, Zac asesinó a un hombre.

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora