Errores Perfectos

Capítulo 3

Hace un mes que ya vivimos en la casa de la tía Jeanin y convivimos con ella y su odioso nieto... Resulta que es el hijo de una de las enfermeras que tuvo hace tiempo, mi tía la amo como a una hija, asi que cuando falleció tomó la tutoría del niño que dejó y ese niño es Zachary Miller, ahora Zachary Meyer. Es un tipo engreído, de verdad se tomó el apellido de la familia en serio, y es demasiado amoroso con mi tía pero con el resto es frío e indiferente, en resumen es una molestia en el trasero. Aunque debo admitir que es muy guapo, su cabello liso y muy negro hace juego con esos ojos marrones, y sus labios son gruesos y formados. Pero nada de eso compensa su horrible carácter.
- Se me antoja café negro - hablando del rey de Roma - ¿tú que dices?

- ¿Es en serio? - acabo de decirles que es una horrible persona y ahora me esta ofreciendo café - creo que estaría bien.

- Perfecto, lo espero antes de las 9, no tan cargado linda.

Dios!! Como lo odio y yo creyendo que estaba haciendo por fin un gesto lindo ¿Que se ha creído? Que soy su asistente o qué?

- Eres un idiota ¿lo sabias? - lo miro molesta y me voy.

Luego de desayunar salgo al jardín un rato, me gusta hacerlo por las mañanas, se ven las flores húmedas por el rocío que cae en las mañanas, está todo recién despertando, amo esto. Camino de aquí para allá sin dejar de mirar todo, hasta que me llego a encontrar con Aiden.

- Buen día Skay - me saluda muy cordial - luces muy linda hoy.

- Buenos días Aiden - siento que me sonrojo un poco - y gracias...

- Oye, me preguntaba si hoy estás libre - me mira directo a los ojos mientras sonríe - quizás, si quieres, podríamos salir a dar una vuelta.

Me está invitando a salir, no puede ser, no me esperaba eso de Aiden, es decir, siempre es muy atento y caballeroso, pero siempre creí que esa era su actitud, no se me hizo difícil ser su amiga, pero solo eso, nunca pensé en más.

- ¿Como una cita? - ¿Que pregunta es esa? Nadie responde así, ¿qué me esta pasando?.

- Osea, puedes llamarle cita si quieres, o puedes llamarlo solo salir.

- Ella no saldrá contigo Aiden - aparece mi tía de repente. - Ni siquiera deberías haberle preguntado.

- Señora Jeanin, hoy tengo horario libre - le explica Aiden - Darla se encargará de todo, no tiene de qué preocuparse.

- Ya he dicho que no Aiden - sé que a veces es violenta ¿pero desde cuando entrometida? - Ella no es tuya.

- Disculpa tía, pero no por salir con Aiden, me convierto en su propiedad - ¿En qué siglo ha sido así?

- Tú no decides ni entiendes esto - habla más autoritaria que otras veces ¿por qué se pone así? Es solo salir.

- Tía tengo edad para decidir si quiero salir o no, no eres mi madre - Ja, siempre quise usar esa frase.

- Exactamente como no soy Jessica es que te digo que no y es mi ultima palabra - demonios.

- Dejalo así Skay - Aiden me muestra una sonrisa algo forzada y se retira.

No me gusta Aiden, pero si encontré muy lindo el gesto de invitarme a salir y quería aceptar su invitación, podría servirme para conocer el pueblo más allá de la calle de las películas.

- Tía ¿se puede saber por qué no puedo ir con él? - le exijo una explicación y espero que en serio sea razonable.

- Porque saldrás con Zac - debe ser una broma.

- No. De ninguna manera, lo siento tía pero no saldré con tu nieto - me niego rotundamente.

- ¿De qué estás hablando? Claro que irás ya está hablado con Zac y tu padre.

Sé que parezco una niña de 15 años molesta pero esto lo amerita. Entro rápido a la casa en busca de papá y ahí está, hablando con Zac.

- ¿Que demonios? - interrumpo su conversación - No saldré con Zac, ni siquiera haría las compras con él.

- Hija solo te mostrará el pueblo dijiste que querías hacer eso - papá sabe que me desagrada mucho ¿por qué está haciendo esto?

- Tranquila niña solo vamos a caminar - incluso él está de acuerdo, algo se está tramando. - si quieres te compro un helado para que te calmes.

- ¿Vas a dejar que me hable así? - me dirijo a papá furiosa - No iré, adiós.

- Esperaba que dijeras eso así que ahora hablaré yo - comenzará a irritar no puede ser - El señor Chad (el dueño del local de películas) no es tu jefe, el trabaja para mí, ese es mi local y tú eres mi trabajadora, así que o vienes conmigo o te voy a despedir.

- Bueno, dejaré que lo hablen solos - papá muestra un total desinterés en como me están tratando. Sube las escaleras y ya no lo veo más.

- Eres realmente odioso - me acerco y apoyo mi dedo índice en su pecho - ¿Quien te has creído para venir a amenazarme así?

- No te estoy amenazando, solo te muestro las opciones y las consecuencias de ellas. Vienes y conservas tu trabajo o te quedas y seras una cesante.

- Bien, despideme.

Se ve algo sorprendido pero no pienso tranzar con ese idiota, tomo un abrigo del perchero y salgo echando humos de ahí. Comienzo a caminar sin algún rumbo específico, sólo necesito caminar y alejarme un rato.
No tengo idea como es que terminé en este sendero pero ya estoy calmada así que me daré la vuelta y regresare a casa, llevo caminando unas dos horas, ya me suena el estomago de hambre. Sigo caminando pero sólo doy con la espesura del bosque, lo que obviamente no es el camino a casa, vuelvo a voltear y ya solo veo bosque ¿Qué rayos está pasando? Sigo caminando por si logro dar con el sendero pero no puedo encontrarlo, bien me perdí.
No tengo mi celular, que buen día para perderse.
Dios, Dios, Dios, espero que sea el cansancio, pero acabo de ver a alguien en un árbol, creo que está mirándome aún.

- ¿Hay alguien ahí? - Por favor que no sea un asesino. - ¿Quien eres?

- Eso no importa, lo que si importa es que has entrado en nuestro territorio ya no responderé por lo que te pase. - ¿De que rayos está hablando?

- ¿ Su territorio? ¿Eres de alguna pandilla o algo así? - trato de no asustarme pero es obvio que si lo hago. - Solo tengo que volver y no molestaré más ¿podrias decirme por donde ir?

- Eres una niñita tonta - Dios, que alguien me saque de aquí - Tú ya no volverás.

De un momento a otro salta del árbol de donde está y cae directo sobre mi golpeándome con todo su peso, mi corazón pasa de cero a mil latidos por hora, pero es la menor de mis preocupaciones hay un demente sobre mi que de seguro quiere matarme.

- Esto te va a gustar - Ay no...

Se acerca a mi cuello y lo lame, trato de safarme con todas mis fuerzas pero él tan solo con un movimiento me vuelve a dejar en el piso. Por favor que alguien me ayude.
Se aleja un poco para mirarme y se acerca a mi cara y de un segundo a otro me está besando, giro la cara bruscamente pero el con la misma fuerza o más la afirma, me comienzan a arder, me está mordiendo y me esta apretando los labios con los de él, me está sacando sangre. Vuelve a mi cuello y comienza a bajar...

- ¡Para por favor! !Detente! - no puedo hacer nada cada movimiento me lo para. - ¡Ayudaaaa!

- Ni te esfuerces nadie te escuchará aquí - está comenzando a desabotonar mi abrigo.

No puedo hacer nada más y mis lágrimas desesperadas comienzan a brotar sigo gritando pero a cada grito pierdo la esperanza. Y justo cuando ya me creía muerta se quita de golpe de sobre mi, abro los ojos rápidamente y no puedo creerlo es... Zac... ¿Como me en encontró?