Capítulo 8

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No puedo creerlo, aunque después de todo esto quizás si puedo creerlo pero nunca lo pensé... Aiden es un hombre lobo y sabía que yo era vampiro, es tan extraño y pues, supongo que es cierto eso de que los lobos y vampiros no se llevan, en cuanto se dio cuenta me acusó de inmediato, se veía muy molesto, quizás ya no vuelva a hablarme.

- ¿Necesitas algo? - Zac mueve mis pensamientos, su mirada es muy cálida - ¿Cómo te sientes con todo esto?

- Abrumada - seguimos en el pórtico de la casa - Pero creo que bien.

- Vamos hay que entrar - posa su mano en mi espalda - el sol está por salir y aun no lo toleras.

- ¿Es en serio?¿El sol me lastima? - esto parece una novela.

- Sí pero no como en las películas - sonríe de lado, muy pocas veces lo he visto sonreír - digamos que te provocaría una reacción alérgica muy fuerte.

- Skay... - nos interrumpen en la entrada, es Aiden - ¿Podemos hablar?

Zac y yo nos miramos un par de veces, creo que ninguno de los dos nos esperábamos eso y francamente no sé que tan buena idea sea hablar con él ahora, quizás quiera matarme ¿yo que sé? Es difícil saber todas estas cosas, pero tampoco debería negarle el beneficio de la duda.

- Está bien, supongo - me aparto de ahí con Aiden mientras que Zac sigue parado, apoyado en la puerta mirando.

- Mira Skay, sé que reaccioné mal - se está disculpando. - pero te prometo que fue por la luna, ayer estaba llena y no había notado que eras vampiro, no sé como lo ocultaste y pues me sentí engañado... Lo que quiero decir es que lo siento.

- Yo tampoco sabia que era un vampiro Aiden - su rostro cambio de triste a sorpresa en medio segundo - me dejaste sola, y por eso el vampiro que me mordió volvió y me atacó de nuevo... Hice cosas horribles...

- Yo... No... ¿Cómo iba a...? - su tono de voz es cada vez más nervioso, aunque esté molesta es lindo - lo siento tanto Skay, en verdad que soy otro cuando sale la luna, no debí aceptar salir contigo ayer, debes odiarme.

- Tranquilo Aiden - puede que tenga algo de culpa, pero nadie podía saber que todo esto pasaría - Creí que tú me odiarias por ser lo que soy, así que supongo que está todo bien.

- Te ves un poco muerta, pero sigues igual de hermosa - su amable sonrisa vuelve a aparecer en ese lindo rostro - No puedo odiarte por ser vampiro, yo soy un lobo ¿y qué? Espera.... Entonces ¿no sabias lo que yo era?

- No, me enteré hace unos minutos - me siento cómoda hablando con Aiden.

- Vaya, debe ser todo muy difícil de procesar - sostiene mi mano - pero tranquila yo te puedo ayudar.

- Ella ya tiene a alguien - interviene Zac - Por haberla dejado sola fue que Math la atacó.

- Pero tú fuiste quien completó la transformación ¿me equivoco? - responde Aiden.

Comienzo a notar cierta tensión en el ambiente así que debería terminar la conversación.

- Oigan, no importa nada de eso, lo que se hizo se hizo - ambos guardan silencio y me miran.

- Entonces Skay - Aiden rompe el silencio - ¿Te gustaría repetir esa cita? Ésta vez prometo no dejarte ni un segundo.

- Skay, tú debes venir conmigo - Zac se suma - Planeo darte un nuevo trabajo, y será conmigo.

Ambos me están invitando a estar con ellos, bueno Zac prácticamente me lo ordena, pero ese no es el punto ¿Qué hago ahora? Podría ir con Aiden y darle esa segunda oportunidad, la paso muy bien con él y ahora que ambos sabemos todo no habrían complicaciones. Pero también podría ir con Zac, él es un vampiro, puede servirme de mucha ayuda con todo esto y me está diciendo que me dará trabajo es fabuloso, pero no sé que escoger... Supongo que ambas, pero en distintos días, aunque creo que ellos no lo tomarían muy bien.

- Supongo que podemos tener esa segunda cita Aiden - su sonrisa me reconforta, pero el ceño fruncido de Zac para nada. - Zac, no tienes que darme trabajo si no quieres, tú compraste ese lugar y estás en tu derecho de despedirme, puedo buscar algo por mi cuenta.

- De echo Skay, quiero que seas mi acompañante - ¿Acompañante? A estos chicos les gusta confundirme...

[...]

Durante el transcurso del día paso en mi cuarto encerrada y con las cortinas abajo, no quiero que se me irrite la piel ni nada...
Repasemos, soy un vampiro, soy un vampiro, no puede ser... Es decir, tenía razón y siempre la tuve, estas cosas realmente existen, tantos años de terapia y sesiones con psicólogos para al final terminar igual que como empecé, sabiendo que todo es real, que el que mi madre desapareciera y me dijera eso no fue solo una fantasía mía. Mi madre ¿Habrá sido vampiro también?¿O una mujer lobo? Quizás era otra cosa... Ahora que estoy entrando a este mundo, tengo el presentimiento de que muy pronto lo averiguaré. Lo que debo averiguar ahora ya es ¿Qué decirle a los chicos? Me gustaría ir con Aiden, pero necesito a Zac, aunque ni siquiera sé que es eso de ser "acompañante" me dijo que me lo explicaría solo si aceptaba, no puedo aceptar si no sé lo que tengo que hacer ¿Qué pasaría si digo que si y resulta que tengo que acompañarlo a cazar personas? Que horror, no quieres pensar en eso pero sigo con algo de sed y no sólo eso, aún recuerdo la sensación que sentí al probar la sangre de Math, fue asombroso, pero seguramente asqueroso de ver.

Escucho que tocan mi puerta y en medio segundo estoy frente a ella, me asombra un poco la capacidad física que tengo, pero supongo que debo acostumbrarme. En seguida abro y es papá.

- Skaylar, hola, no te escuché llegar anoche - se ve algo nervioso - sé que me pediste que te recogiera y sé que no te agrada el nieto de Jeanin, pero él se ofreció y yo estaba muy cansado y...

- Papá tranquilo - le ofrezco una sonrisa para que sepa que todo está bien - no pasa nada, lo importante es que estoy aquí.

Me devuelve la sonrisa y me mira igual como cuando era pequeña, en esos momentos cuando... Ese aroma, huele tan bien, puedo escuchar su corazón, como bombea toda esa sangre. Me acerco despacio a él mirándolo a los ojos.

- ¿Estás bien? - estoy prácticamente apoyada en él - Oh, un abrazo bien.

Me rodea con sus brazos y yo le sigo el movimiento, pero mi intención no cambia y siento un pequeño molestar en mi dentadura, asumo que son mis colmillos así que pienso aprovecharlos, me acerco a su cuello y puedo oler más de cerca la sangre y siento como fluye por su cuerpo...

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora