Capítulo 11

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Zac me está besando, tiene sus ojos cerrados y sus labios un tanto inquietos, siento como comienza a abrirse paso entre los mios para luego estar usando su lengua... ¡¿Qué hago?!... En serio me está besando y no es un simple roce de labios, está explorando cada parte de mi boca, sin pensarlo mucho comienzo a corresponderle el beso copiando sus movimientos, apoya su mano en mi cintura acercándome a él y yo subo las mías hasta sus hombros. Me comienza a faltar el aire y creo que él también ya que se aparta y me mira, con esos ojos marrones oscuros y profundos, es hipnotizante.

- No me veas así - habla por fin - no te creas la gran cosa solo te estoy marcando como mía.

- ¡¿Disculpa?! - digo aun pegada a la pared - No puedes entrar así y besarme y luego decir que es solo una tontería de vampiros.

- ¿Por qué? ¿Hubieras preferido que haya sido un beso real? - se vuelve a acercar.

- N-no no es lo que quería decir - me abro paso por su costado para alejarme de él.

- ¿Segura? Porque estás muy nerviosa y sonrojada - arquea un poco su ceja y ladea una sonrisa.

- Estoy segura - abro la puerta - ahora si no hay más asuntos vampíricos, me tengo que vestir.

- Tienes media hora - dice mientras camina a la salida - te estaré esperando abajo.

Tras él cierro la puerta y por fin suelto un suspiro. Él me besó y fue un beso un tanto apasionado y yo se lo seguí, lo estaba disfrutando, soy la peor, creí que me estaba gustando Aiden, pero al primer beso que me da este otro quedo totalmente confundida, ese beso no significa nada, no tendría por qué importarme.

Respiro un poco y trato de dejar de pensar en todo eso, seco mi cabello y me visto, trato de ponerme algo de maquillaje para no verme tan pálida. Al bajar veo a Zac mirando su reloj de mano y me dirijo hacia él.

- Al fin llegas - cubre su muñeca - vámonos ya.

- ¿A dónde vas Skay? - aparece Aiden con su uniforme de enfermero, que le queda muy lindo por cierto.

- Iremos a ver mi vestido para la reunión esa de que hablamos - explico lo más breve posible.

- ¿Cómo harás que el clan no se de cuenta de que no es tuya? - pregunta Aiden algo burlón.

- Ya está arreglado - dice Zac rápidamente.

Me toma del brazo y salimos de la casa, con el mismo apuro subimos al auto y comienza a conducir.
Después de un par de horas llegamos a una ciudad cercana y me lleva a una tienda que se ve bastante cara, lo que me preocupa un poco porque no tengo como pagar tanto. Al entrar se aprecian hermosos vestidos de distintos largos y colores, a simple vista todos parecen gustarte.

- Oye Zac, me apena decir esto pero... - no me deja terminar y me hace avanzar.

- Yo te comprando el vestido no te preocupes de nada - estos cambios de humor me asustan.

No se muy bien que decir, pero sé que si trato de convencerlo de que tome otra decisión me ira mal, así que no digo más nada y comienzo a caminar pasando mis manos sobre los vestidos sin notar ninguno en particular.

- Quiero este - Zac me muestra un vestido negro con la espalda descubierta, un corte intercalado de V en el pecho y una abertura en la pierna izquierda.

- ¿Tú lo quieres? - me río un poco - no creo que sea de tu talla.

- Para ti niña tonta - ladea su cabeza y me extiende el vestido - ahora ve y pruebatelo.

Sin discutir me dirijo a los probadores y me arrepiento de haberme puesto ropa interior con estampados. ¡Rayos! Soy patética, tengo 20 años y sigo usando ropa interior así, es tan cómoda... Pero bueno no tengo más opción, me puse el vestido y además de lo poco de ropa interior que se me nota me siento muy linda trayendo esto puesto.

- Es ese - dice Zac al momento de salir del probador.

Llama a una de las encargadas y le muestra el vestido, luego me hace una seña para volver al probador y quitarme el vestido.
Obviamente no me dejó saber el precio del vestido cuando salimos pero al menos sé que puedo compensarlo siendo "suya" en la reunión.

- ¿En serio? - dice ya estando en el auto - ¿Estampado floral?

Estampado floral... Es el de mi ropa interior ¡rayos! Moriré de la vergüenza.

- Cierra la boca - trato de disimular lo mejor posible - es lo más cómodo que me gusta usar.

- No usarás eso la noche de la reunión - saca una bolsa pequeña del asiento trasero y la deja en mis piernas - eso sí lo usarás.

Abro la bolsa y hay una diminuta ropa interior del mismo color del vestido, no lo saco por completo porque me da vergüenza imaginarme con eso puesto o que él me haya imaginado con eso puesto al momento de comprarlo.

- No tenias que comprarme nada de esto - siento mis mejillas acaloradas.

El solo se ríe y sigue conduciendo.

[...]

Es hoy, el día de la reunión, estoy con el vestido puesto y sí también lo otro que me compró a juego. Me quedo un rato más mirándome al espejo viendo como se luce mi figura y ciertas curvas, en serio me siento linda usando esto.

Bajo las escaleras y me topo con papá quien da un paso atrás al verme así, no le conté nada de esto.

- ¿A dónde iras? - dice aún inquieto.

- Saldré con el nieto de la tía Jeanin, es un asunto formal de trabajo.

- De acuerdo... Que lo disfrutes - no suena muy convencido pero nunca ha interferido con estos temas.

Sigo bajando y está Zac vestido de un smoking color marengo y una corbata a juego. Se ve divino.
Estando a su lado me ofrece su brazo y dudosa lo tomo, subimos al auto y nos dirigimos a donde sea que esté esa reunión.

Al llegar allá nos reciben a puertas abiertas y algunos se nos acercan.

- Zachary Meyer - dice un hombre que se ve de unos 50 años quizás - y su nueva cría.

- Vaya vaya es la diurna - dice otro vampiro - Nos gustaría saber ¿cómo lo hiciste?

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora