Capítulo 10

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Sigo mirando mi piel, por si la reacción en mí es retardada o algo, pero no me ha pasado nada en días, solo encuentro que hace mucha calor y que está muy fuerte el sol, pero no tengo nada, éstas cosas solo tiene que sucederme a mi. Zac también está muy confuso viendo mi brazo por todos los ángulos posibles, en algunas ocasiones me lo llega a torcer.

- Si ya dejaste de manosearla me gustaría llevarmela - aparece Aiden vestido de jeans y una chaqueta de cuero negro - hoy saldremos.

Me suelto del agarre de Zac y tomo mi chaqueta para salir con Aiden, se cruzan algunas miradas pero nada más. Mientras caminamos hacia afuera Aiden me cuenta de los lugares que quiere ver hoy, me gusta pasar tiempo con él.

Pasamos toda la tarde hablando de lo que hemos pasado estos días, él dice que he sabido tomármelo bastante bien a comparación de otros. Me contó sobre su transformación, le costó asimilarlo pero así tuvo que ser, fue una noche cuando salia del hospital donde trabajaba, escuchó unos sonidos extraños y vio que un lobo estaba herido y que caminaba muy errático, no supo que hacer así que se acercó para ayudarlo, pero el lobo estaba muy asustado así que le mordió la mano en cuento la acercó y es ahí donde recibió "la mordida" su vida cambió parcialmente, pero el dice haberlo sentido como que dio un giro de 180° al principio, ahora ve que puede seguir haciendo las mismas cosas que antes, a excepción de algunas, como comer chocolate.

- Eso quiere decir que ¿nunca compartiremos una taza de chocolate caliente? - digo bromeando.

- Podemos compartir muchas otras cosas - forma una sonrisa de lado. - solo si quieres.

- ¿Cómo qué cosas? - siento la nuca tibia, creo que me sonrojare.

- No lo sé, tú dime - se acerca peligrosamente, estando a pocos centímetros de mi rostro.

No puedo evitar sus labios, de ese color durazno natural, son tentadores, pero no debería hacer esto, no nos conocemos lo suficiente y pues no se... Toma mi rostro con su mano, está tibia, me acerca más a él y comienza a cerrar sus ojos, acción que le imito, nos vamos a besar, que emoción, que miedo...

- Te lo dije lobo - el brazo de Zac empuja a Aiden dos metros lejos de mí. - no puedes contaminarla, al menos no hasta la reunión de bienvenida.

- Tus asuntos de muertos no son mi problema - Se queja Aiden - si ella lo quiere la besaré cuando sea.

Mis nervios no pueden estar más alterados, Zac vio que nos íbamos a besar, me iba a besar con Aiden... Dios... ¿contaminarme?¿a qué se refiere?

- Lo siento Skay - me mira Zac - no puedo dejar que te metas con él hasta después de la reunión.

- ¿Por... Por qué no? - trato de disimular el nerviosismo pero no me resulta muy bien.

- Si los del clan descubren que te relacionas así con un hombre lobo caerá el deshonor sobre nosotros y podrían matarte. - ¿es en serio? Son unos malditos. - solo espera hasta ese día y seras libre de... Hacer lo que quieras.

- Está bien lo siento - miro a ambos, espero que no estén enfadados otra vez. - vámonos a casa, estoy cansada.

[...]

Por poco beso a Aiden, es una locura, no estoy segura de que haya estado haciendo lo correcto, a Zac parece no gustarle la idea... ¿Qué estoy diciendo? Que a Zac no le guste no debería por qué importarme.
El sonido de la puerta me hace volver en sí, me levanto de mi cama y en seguida entra Jeanin en mi cuarto.

- ¡Tienes que llevártela contigo! - dice furiosa - Tu hija no es responsabilidad de tus sirvientes.

- ¿Tia? ¿De qué hablas? - su mirada se ve perdida, a veces en serio me asusta.

- Puede que me hayas dotado de más vida, pero no te da derecho a dejarla aquí. - se adentra más en mi cuarto - ¡Skaylar no tiene por qué llevar el apellido de los Meyer!

- ¿Quee? - no entiendo nada.

En cuanto comienza a enojarse más entra Darla a la habitación y trata de calmar a Jeanin. Le comienza a hablar de distintas cosas para distraerla mientras la saca y la lleva a su propio cuarto.

- Lo siento Skay, debes entender - dice apenada.

- Si, si, descuida - digo volviéndome a sentar en mi cama - Comprendo, solo me asustó un poco.

Cierran la puerta y el silencio vuelve. Ahora que lo pienso ¿Darla sabrá de todo esto? ¿De Zac o Aiden? Ellos no me han dicho nada, ni ella ha mostrado sospecha alguna, supongo que es ajena a todo y solo se dedica a cuidar de mi tía.

Después de unos minutos logro quedarme dormida.
Veo a mamá en el jardín, con su vestido blanco, está cuidando los lirios y tararea una canción. Se levanta y se acerca a .
- hija mía, no me queda mucho tiempo contigo, necesito que seas valiente y que nunca me olvides, tengo que irme con los señores de la vida.

- mamá no entiendo, ¿quienes son esos señores? No quiero que te vayas.

- espero que un día Noah tenga el valor de decirte todo.

Deja de hablar y deposita un beso en mi frente, luego se va caminando hasta el bosque, donde una gran luz dorada me impide ver bien, mamá ya no está.

Despierto por el sonido de mi celular, me esta llamando Zac.

- Si? - digo aún somnolienta.

- Ya levantate, iremos a probarte tu vestido. - sin decir más me cuelga.

Miro la hora y son las 7 a.m. de todos modos ya no pienso volver a dormir, así que me levanto y me dirijo a la ducha. Mientras el agua cae sobre mi recuerdo lo que me dijo Jeanin ayer y el sueño que tuve después de eso. Salgo envuelta en una toalla y veo a Zac parado en mi puerta, me sobresalto y por poco dejo caer mi toalla.

- ¡Dios Zac! Me asustaste - el solo me recorre con la mirada lo que me pone un poco incomoda. - ¿Estás bien?

En tres segundos está frente a mí, yo apoyada en la pared y el sujetando mi rostro con sus labios sobre los mios. ¡Me está besando!

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora