Capítulo 9

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- ¡Skay! - me frena Zac - Venia... A... Explicarte el... Explicarte lo del trabajo - se nota que dijo lo primero que se le vino a la mente.

En cuanto a mí, pensar en lo que estuve a punto de hacer, no reacciono más que en llorar ¿Cómo no puedo controlarme? Pude haber matado a mi padre, él es la única familia real que tengo, necesito controlar esto.

- ¿Skaylar?¿Estás bien? - papá me toma de los hombros y me mira confundido - ¿Por qué lloras?

- No es nada papá - me seco las lágrimas que me quedan en las mejillas - creo... Que me llegará el periodo...

- Ah ok ok, no quiero saber - alza las manos y luego tapa sus oídos.

Me saca una sonrisa ver las reacciones que tiene al respecto, pero se me borra en cuanto me topo con la mirada de Zac.

- ¿Me hablarás del trabajo? - cambio de tema - o seguro ya cambiaste de opinión.

- Eeh, sí claro - se adentra en mi cuarto - Hablemos.

Papá se da cuenta de eso y se retira, haciendo algunas muecas que no les encuentro razón.

Zac de inmediato saca una botella con el mismo liquido espeso y oscuro del principio, Huelo ese aroma a sangre tan peculiar que tiene y cada vez me gusta más ese aroma. El me lo ofrece y yo algo dudosa lo tomo, aunque lo necesite, me genera algo de repulsión pensar que en serio sea sangre. La bebo rápido y sin pausas hasta acabarla.

- Lo siento, debí estar aquí - dice Zac algo nervioso. - por poco tú...

- Ni lo menciones - lo interrumpo - no quiero pensar en lo que le pude haber hecho.

- Está bien, hablemos de que seas mi acompañante - cambia de tema - necesito una para la semana que viene ¿Puedes hacerlo?

- Pero sigo sin entender qué es ser tu acompañante - trato de no imaginarme cosas tan macabras.

- Tranquila, es sólo que vayas conmigo a una gala formal, como mi cría...

- ¿Tu qué? - una cría, en serio me ven como mascota - ¿Cómo que tu cría?

- Math aun debe estar en recuperación así que puedo hacerte pasar por mía - ¿por suya? - Como si yo te hubiera convertido Skaylar.

- ¿Por qué necesitas que haga eso?.

- Porque en mi familia solo quedo yo como vampiro, para el clan es importante que se conserven las familias, asi que debo convertir al menos uno por año...

- Osea que ¿obligan a personas a ser esto? - me parece algo muy egoísta de sus partes.

- No Skay, la mayoría seleccionamos a personas que ya saben de nuestro mundo y que quieren hacerlo - se inclina un poco hacia delante - pero otros como Math, si obligan a personas como tú que nunca debieron pasar por esto...

- Entiendo, entonces iré como tu acompañante a esa gala - como pocas veces me regala una sonrisa - Pero también saldré con Aiden.

Su cara borra la sonrisa y la reemplaza por una mueca de disgusto, no entiendo por qué le disgusta que esté con Aiden, no creo que sea por ser hombre lobo, si no, no dejaría que él cuidara a su abuela.

- ¿Por qué quieres salir con él? - apoya su mano en la pared que está a mi espalda - Él es un perro que no tiene nada que ofrecer.

- Estás siendo muy cruel Zac, basta - realmente me confunde que actúe así - No tienes por qué interferir, quien sabe, quizás yo... Le guste ¿no crees?

- ¿y a ti te gusta él? - suena calmado pero a su vez muy serio.

- Es decir, no lo sé, él es muy tierno conmigo y eso... - los nervios se asoman por todos lados.

- Está bien, no es que me importe - se aleja y se va de mi habitación.

Zac siempre ha sido desagradable conmigo, pero creí que con todo esto, pudo haber cambiado la situación aunque sea un poco, pero supongo que es mi culpa por ver cosas donde no había nada...

[...]

Bajo las escaleras en busca de papá, creí haber escuchado que me llamaba. Veo que está afuera y me quedo bajo la puerta que da al jardín, le hago señas con la mano para que me vea, el sol aún está pegando y no quiero irritarme.

- Vamos Skay ven aquí - hace un ademán con la mano invitandome a salir - ven a ver esto.

- Puedo verlo más tarde papá, creo que me dará alergia. - me excuso.

Él no me insiste pero me mira extrañado, sin embargo camina hacia a mi y extiende su brazo, al estar a mi lado me toma de la mano y me jala hacia afuera.

- Vamos Skay, te gustará - forcejeo un poco.

- Papá no quiero salir ahora, no me he puesto filtro solar - mi corazón acelera, no sé como explicar esto.

- ¿Por qué no quieres salir? - espero con todas mis fuerzas que no se esté dando cuenta de nada.

- Papá espera - hace un movimiento brusco y estoy bajo la luz del sol.

Pero... No tengo nada, ni una sola roncha o enrojecimiento, mi piel está bien, no pica no arde. Acaso ¿Zac me mintió? Debería estar quemada, algo.

- ¿Estás bien? - papa me mira confundido.

- Si... Solo... Nada, estoy bien - me relajo un poco, pero sigo sin entender.

Sin mucha importancia papá se dirige a la parte de atrás del jardín y me enseña lo que quería mostrarme, una pequeña zona llena de lirios, mis flores favoritas. Son hermosas, mamá las mantenía siempre hermosas y de colores vivos para mí, sabia que me gustaban.

- Skay - Zac está igual de sorprendido que yo - ¿Estás bien?

Solo asiento con la cabeza, sigo un poco incomoda con él. Pero supongo igual debo hablarle, necesito saber qué tan rara soy como para ser una vampira nueva que no le afecta el sol.

- ¿Qué rayos? No tengo nada - enseño mis brazos y se ven igual de pálidos que antes.

- No lo entiendo, eres nueva - sus ojos no se desvían de mi piel blanca - deberías estar ya muy irritada...

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora