Capítulo 23

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No sé si fue el mejor momento para decirlo, pero prefiero que se entere por mí y lo antes posible, las mentiras a largo plazo siempre salen mal.

- Lo sé - me dice y se encoge de hombros - él también sintió culpa y me lo dijo.

- Lo siento - bajo la mirada - eso no debió pasar pero...

- No digas más, entiendo que estar conmigo es frustrante y sé que los motivos sobraban.

- pero no es excusa para andar - vuelve a interrumpirme y me abraza.

No le molestó, porque también se siente culpable, también se ha portado horrible pero yo he reaccionado mal a muchas de esas cosas.

Fue un momento extraño entre ambos, me siento muy confundida, no dejo de pensar en que Aiden no se molestó por el beso, pero estoy segura que si se hubiera molestado seguiría sin arrepentirme y eso está horrible, pero no quiero a Zac lejos de mi, no quiero que Aiden me llegue a decir que no quiere que me relacione con él, porque no dejaré de hacerlo, necesito a Zac a mi lado, quizás en realidad no lo necesito de forma amorosa, pero si a mi lado, necesito aclararme porque no quiero hacer parecer como que juego con ambos.

Decido salir al jardín para practicar y despejar mi mente, necesito resultados pronto. Me paro en el centro del patio y cierro mis ojos, juntando todo lo que se me viene a la mente que me ayude a activar esta cosa. Recuerdo la ira que sentí cuando Aidan atacó a Math, recuerdo la excitación entre Zac y yo, recuerdo las palabras de Aidan... Si fuera normal... No siento calor, solo muchas ganas de llorar.

- Así no lo conseguirás - me volteo y veo a Jeanin sentada en una de las bancas - te exiges mucho, no has descansado nada.

¿Cómo sabe que decir? Ella no tiene idea de lo que ha pasado, pero pareciera que sí y quizás eso debería hacer, descansar un minuto.

- Gracias tía - ambas sonreímos y yo me dejó caer sobre el césped a mirar el cielo.

Muchos pensamientos se vienen a mi mente, así no descansaré así que trato de dejar la mente en blanco... Pronto me voy quedando dormida.
Me despierto ya estando oscuro y sin nadie alrededor, Jeanin no se molestó en despertarme cuando se fue, aunque en realidad agradezco que no lo haya hecho, dormí en el suelo y dormí como no había podido hace muchos días, la loca tenía razón, descansar un minuto me hizo bien.
Me levanto con algo de sueño para seguir intentando, cierro mis ojos y trato de reunir los recuerdos y sensaciones de nuevo sin dejar que me provoquen los mismos sentimientos... Al recordar las discusiones siento algo de hormigueo en las manos y calor, siento como el hormigueo se esparce por mi cuerpo y trato de aferrarme a esa sensación sin tener que pensar en lo otro. Abro mis ojos y veo que mis manos comienzan a iluminarse, suelto una pequeña risa y la luz desaparece.

- Demonios.

Pero conseguí sentir algo, tengo que buscar sentir ese hormigue de nuevo, ojalá pudiera hacerlo sentir sin tener que usar la ira u... Otras sensaciones... Como las que tengo con Zac.

- Puedo ayudarte si quieres - aparece Aiden.

- Tranquilo, no sé qué tanta experiencia tengas con sacar fuego de tu cuerpo - le digo sonriente.

- la verdad ninguna, pero puedo convertirme en un fuerte lobo - infla su pecho con orgullo. - bien muéstrame que haces.

Le sonrío y me pongo en mi "posición de héroe" cierro mis ojos y vuelvo a mis pensamientos, tratando de buscar ese hormigueo, esta vez lo logro más rápido, siento como el calor me invade y me da comezón en el cuerpo, no quiero abrir mis ojos y estropearlo pero sé que algo pasa, Aiden se escucha sorprendido.

- ¿Puedes controlar eso? - me cuestiona.

Decido abrir mis ojos y veo mis manos envueltas en llamas, me siento poderosa en esta posición y me siento enojada, pero es distinto, como si tuviera que demostrar algo, como si tuviera que mostar mi potencial. Apunto mis manos a lo primero que veo que es un arbusto y trato de dirigir las llamas las que salen con poca potencia y casi nada, Aiden suelta una pequeña risa y eso bastó para molestarme y encenderme aún más, estiro más mi brazo tratando de impulsar las llamas y ésta vez salen con potencia carbonizado el arbusto. Le doy una mirada de victoria y orgullo a Aiden y este solo abre mucho los ojos.

- me iré a bañar - entro a la casa dejándolo ahí que admire lo que ahora puedo hacer.

[...]

Ya estoy bañada y relajada, creo que me sobrepase un poco con lo de antes, no tenía razón para molestarme por una insignificante burla, pero solo eso bastó para poder activar más el fuego. Es tan extraño, soy tan extraña, pero en ese momento no me sentí así sino que me sentía llena de poder, como si tuviera todo a mis pies, y se que no es así, solo soy un error que saca fuego si se enoja, pero me sentí poderosa...

- Entonces... - entra Zac a mi cuarto - ¿Qué eres ahora?

A él no le he dicho nada, pero él tampoco ha preguntado al respecto.

- No pregunté antes porque quería esperar a que estuvieras lista y me contaras por tu cuenta - dice haciendo una mueca de molestia notoria - pero te vi ahí afuera y me ganó la curiosidad.

- ya no soy vampiro - los ojos de Zac se clavan en mi - y resulta que soy la cuarta generación bendecida.

- Deberías escribir una novela sobre tus tragedias - suelta un suspiro.

- Que gracioso, pero tienes razón - me siento en la cama y también suspiro - todo parece de novela.

- Supongo que ya no serás mi acompañante - se sienta a mi lado.

- viste que puedo lanzar llamas y te preocupa que no te acompañe a los bailes - lo miro risueña.

- no tengo por qué preocuparme por el resto - me devuelve la mirada - no tienes nada malo, no me das miedo.

... Juro que es todo lo que quería escuchar...

... Aunque no fuera del todo cierto, porque claramente hay algo mal conmigo...

... Pero solo eso necesito...

- Gracias Zac.

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora