Capítulo 27

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Despierto de golpe al sentir como Zac se caía de la cama, me alzo a buscarlo con la mirada y lo veo de cabeza con las sábanas enrolladas en su cuerpo.

- Rayos Skaylar - dice molestó aún volteado - ¿Por qué dormiste aquí?

- Porque es mi cuarto bruto - me burlo - lo siento, no quise despertarte anoche.

Me parece gracioso verlo como se cubre con las sábanas igual que una chica, y no entiendo por qué si está vestido. Me levanto algo risueña y me dirijo al baño, me doy un baño y le pido a Zac que me traiga algo de ropa que dejé la última vez que estuve aquí, el entra y la deja sobre el lavamanos mientras cierro la llave del agua y dejo que el vapor llene el baño, escucho la puerta cerrarse así que puedo salir tranquila y vestirme, me asomo tras la cortina y veo a Zac apoyado en la puerta, a lo que reacciono rápidamente a cubrirme con la persiana.

- ¡Zac rayos! - mi cara se sonroja hasta las orejas - ¡Creí que ya estabas fuera!

No me responde, y de un segundo a otro siento como trata de correr la cortina, a lo que pongo resistencia y se termina saliendo desde arriba, busco cubrirme ya que cayó, Zac tiene la mirada perdida y fria se me acerca y corre mi cabello mojado despejando mi cuello, poco a poco va asomando sus colmillos, me quiere morder. Ante la situación me asusto y no se me ocurre nada más que encender mis manos lo más rápido que puedo, pero no lo suficientemente, él toma mis muñecas juntas haciendo que suelte la cortina y mostrando mi cuerpo, pero a él no parece importarle ni nada de eso, él solo mira mi cuello, se me acerca aún más hasta sentir el choque de su respiración contra este.

- Zac ya basta - digo casi en un susurro.

- La presa es mejor callada - dice con una voz ronca para luego clavarme los colmillos de golpe.

Suelto un gritó ahogado, duele y quema al principio pero luego se siente tan placentero como cada vez que me han mordido, aún así siento como una lágrima se me resbala por la mejilla, en un impulso rápido logro zafarme de sus manos y empujarlo, pero luego siento que fue una pésima idea ya que aún tenía sus colmillos en mí, por el impulso me rasguña un poco dejando dos tiras ensangrentadas. Tras caer al suelo Zac reacciona y se limpia el resto de mi sangre en su boca.

- Skaylar lo siento en serio - se le ve preocupado - no he bebido nada en días y no aguanté el olor de tu sangre.

Solo me cubro el cuello para que no vuelva a provocarle nada, él aparta la mirada rápido y sonrojado.

- Estás desnuda - dice aún cubierto.

Rápido reacciono y me tapo con la cortina de baño que seguí tirada a mi lado. Él sale del baño y cierra la puerta bruscamente, tardo un minuto en lograr levantarme y limpiar el rastro de sangre, me miro al espejo y veo las dos hileras abiertas en mi cuello mostrando como me rasgó con los colmillos, aún duele pero menos y son bastante profundos ¡Demonios quedará cicatriz! Dejo de mirarme y tomo la ropa que me habían dejado antes y me la pongo. Salgo del baño media dudosa, aún no se qué decir por lo que acaba de pasar, supongo que no puedo culparlo, yo también hacía locuras por la sangre.
Zac está sentado en mi cama con su mentón apollado en sus dos manos cruzadas y sus ojos fijos hacia el frente.

- Zac - se sobresalta un poco - tranquilo está todo bien.

Me mira con algo de tristeza a lo que le respondo con una sonrisa, en serio lo comprendo y no quiero que estemos complicados por algo como esto.

- En serio - me siento a su lado - yo también sentí esa hambre a veces, está todo bien.

- Sabes Skay - se relaja y se inclina hacia atrás - eres demasiado buena, algún día alguien se aprovechará de ti torpe.

- Y en serio espero que no seas tú - me mira sorprendido.

- No seas tonta - pasa su dedo por mi cuello en la herida que dejó - no quiero hacerte daño.

Tomo su mano y la quito de mi cuello para ponerla en mi rostro, luego me acerco a él y lo abrazo, un abrazo sincero, el que le das a tu mejor amiga después de hacer las pases, el abrazo que le das a tu hermano cuando no lo ves en mucho tiempo, el abrazo que le das a tu novio cuando dice que te ama, la verdad no sé qué abrazo es, pero no quiero que se acabe.

- Skay... - dice lento y grave.

- Si? - lo miro a los ojos.

- Amo tus ojos negros - dice para luego hundir sus labios en los míos.

De inmediato le correspondo, no saco nada con negarle esto, de todos modos terminaríamos haciéndolo. Sus labios son dulces pero fríos y hace choque con los míos ya que son cálidos, pero eso no me molesta en realidad lo hace parecer más atrayente, trato de buscar aire separandome un poco e inhalando lo que él aprovecha para meter su lengua y jugar con la mía, me sorprendo un poco pero tampoco me opongo, a ratos me mordisquea los labios y los lame, entrelaza nuestras manos y sigue besándome, hasta que la falta de aire ya nos impacienta a ambos.

- Skay lo siento - dice relamiendose los labios, se ve jodidamente sexy - pero no quiero estar sin ti.

- Zac... - no me deja terminar.

- En serio lamento que lo tuyo con Aiden no haya salido bien - me toma ambas manos - pero no dejaré escapar la oportunidad que estamos teniendo ahora, desde un principio tuvimos algo, solo que el lobo fue más cariñoso...

Me siento tan confundida, me siento mal por estar así con él siendo que Aiden termino conmigo hace menos de una semana, pero me siento mal sabiendo que estuve con él también sientiendo cosas por Zac. Quizás el tenga razón y debamos tomar esta oportunidad, pero no todavía, no quiero hacerlo sentir ni a él ni a mí que es por despecho ni nada de eso...

- Zac es verdad que sí siento cosas por ti - me mira algo decepcionado - por eso quiero hacer las cosas bien.

Su rostro se vuelve a iluminar con un brillo de esperanza.

- Por favor dame tiempo - su sonrisa es pequeña pero notoria - no quiero que esto se vea ni se sienta mal para ambos, así que esperame un tiempo para que funcione. 

Errores PerfectosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora