Harry Potter y el trono de ébano

Capítulo 13: Regreso a clases.

Harry se paseó frente a las puertas de entrada a Hogwarts. Su respiración era pesada mientras sacudía sus extremidades, estaba cubierto de sudor haciendo que su cabello se pegara a su rostro.

'Buen trabajo este cachorro matutino'. Sopló a Sirius entre jadeos, el hombre estaba tan cansado como Harry después de su entrenamiento con el sol recién comenzando a salir hacia el cielo.

—¿A la misma hora mañana entonces? Preguntó Harry, tomando una respiración profunda solo ahora consiguiendo controlar su respiración.

—Claro, maldita sea, me había olvidado de lo grandes que eran estos terrenos. James y yo solíamos hacer esta carrera para prepararnos para el Quidditch '. Sirius sonrió, todavía recuperando el aliento mientras Harry se reía entre dientes.

'Supongo que hay una razón por la que hay algunos trofeos en el castillo con su nombre en ellos entonces'. Harry sonrió antes de girarse para irse.

¿Nos vemos en el desayuno? Preguntó Harry, pero solo recibió un saludo a medias en respuesta.

Riendo, Harry subió a su dormitorio para ducharse y cambiarse. Después de haberse limpiado, tomó la carta que le había escrito a Fleur la noche anterior y se dirigió a la lechucería.

'Hedwig'. Harry llamó mientras entraba en la habitación mohosa, un momento después Hedwig voló y aterrizó en su hombro con un suave pitido.

'Oye chica, este le va a Fleur, ¿de acuerdo? Ya estará en Beauxbatons. Siéntete libre de quedarte con ella unos días si quieres, te consentirá. Harry sonrió ante el ansioso ulular, antes de atar la carta a su pierna.

Que tengas un buen vuelo, chica. Él sonrió mientras ella le mordía la oreja antes de saltar de su hombro al aire.

La vio volar en la distancia durante unos minutos antes de dirigirse hacia el gran salón.

Su primer pensamiento al entrar es que prefería la forma en que lo tenían originalmente los fundadores, con una serie de mesas más pequeñas en lugar de una mesa por casa.

Harry se sentó en su lugar habitual en la mesa de Gryffindor, siendo el primero en llegar al pasillo reprimió una sonrisa. Ya había estado despierto por algunas horas y recordaba cómo había estado en la misma época el año pasado. Cuando extendió la mano para llenar su plato, consideró todos los cambios por los que había pasado en los últimos meses.

Físicamente no se parecía en nada a lo que era un año antes, y mentalmente, bueno, tenía un invitado que lo empujaba a mejorar y no le dejaba salirse con la suya.

Pero lo más importante, al menos para Harry, era que tenía una razón para estar haciendo todo como estaba. No era solo Voldemort, que era tan malo que la gente se negaba a usar su nombre, una década después de que se pensaba que había muerto. Había otros enemigos en algún lugar tan malos como Voldemort.

Todo esto significaba que Harry sabía que tenía que dar un paso al frente, como Godric le había dicho. Tenía el poder de proteger a las personas, esto significaba que tenía que hacerlo, de lo contrario, ese poder se desperdiciaba.

Su meditación se interrumpió cuando Ron y Hermione se sentaron frente a él y, sobresaltado, notó que gran parte del gran salón ahora estaba lleno de estudiantes. No podía creer que se hubiera alejado tanto.

'Hola chicos, buenos días'. Harry sonrió a sus amigos mientras le daba un mordisco a su ahora fría tostada.

'¿Cuánto tiempo llevas aquí Harry? ¿No pude encontrarte en el dormitorio esta mañana? Preguntó Ron, apilando la comida en su plato.