Harry Potter y el trono de ébano

Capítulo 25: Historia de Merlín Parte 3.

"¿Arry?" dijo una voz detrás de él y se volvió para ver a Fleur de pie en el bosque, con los ojos muy abiertos.

¿Fleur? ¿Cómo estás aquí? Preguntó Harry mientras se empujaba del árbol y la miraba, dando un paso hacia la mujer de cabello plateado.

'¿Donde es aquí?' Preguntó Fleur, su mirada moviéndose a través del bosque.

'¿Qué, qué acabo de ver?'

Harry tomó las manos de Fleur entre las suyas y las besó.

Este es mi paisaje mental. Aquí es donde voy cuando me duermo y me entrenan Godric, Merlin y Arthur. Aunque no sé cómo estás aquí.

"Espera, ¿dijiste que viste ese recuerdo justo antes sobre Arthur y Mordred?" Preguntó Harry, Fleur asintió con la cabeza, sus ojos en el castillo detrás de Harry.

"Este es un desarrollo interesante Harry, dale la bienvenida a Fleur al paisaje mental de Harry". Merlín lo saludó con una sonrisa divertida mientras salía de detrás de un árbol cercano, haciendo que los adolescentes lo miraran.

Los ojos de Fleur se agrandaron al darse cuenta de quién les estaba hablando.

'¿M-Merlín?' se quedó boquiabierta cuando el antiguo mago se rió entre dientes.

'Sí, de hecho soy Merlín. Parece que Harry estaba en lo cierto, parezco ser bastante popular, incluso después de mi muerte. Merlín sonrió, sus ojos brillando ante el Veela de cabello plateado.

"Ahora, antes de que tengamos una larga discusión sobre este nuevo desarrollo, tengo un último recuerdo para compartir". Dijo Merlín y Harry gimió, causando que Fleur se volviera y lo mirara con sorpresa.

Harry sintió que se mareaba y Fleur se aferró a él por un momento antes de que su mundo se oscureciera.

Merlín estaba fuera de las puertas de Camelot, lanzando un profundo suspiro. En sus manos sostenía su bastón nudoso que brillaba blanco con poder mientras lo empujaba al suelo entre sus piernas. La tierra tembló cuando el castillo y cualquier evidencia de su existencia desaparecieron, desvaneciéndose como una ilusión a la luz del día.

Lanzando otro suspiro, Merlín se apartó del Camelot ahora oculto y con un pensamiento, se oyó un suave susurro cuando Merlín desapareció.

Merlín reapareció en Avalon, una isla entre pantanos, llena de manzanos. En la cima de Avalon había un altar que conducía a una tumba debajo de la isla. La tumba era tan grande que tenía casi el tamaño de una ciudad, mantenida debajo de la tierra.

Avalon fue el lugar de descanso de los Elfos, lleno de sus muertos desde hace miles de años. Si bien los Elfos eran eternos, aún morían en batalla o por enfermedades y Avalon era donde yacían.

De pie ante el Altar frente a la Tumba estaba Morgana, con lágrimas manchando sus mejillas.

'¿Esmerejón? ¿Por qué has venido? susurró ella, pero se lo llevó como por arte de magia.

Merlín cerró los ojos, moviéndose a su lado.

Morgana, ¿has dejado a Arthur para que descanse con los Elfos? ¿Por qué?' preguntó, su mano a medio camino hacia su hombro, se detuvo ante sus ojos entrecerrados.

'Mi hermano fue el único verdadero rey de Gran Bretaña, que incluye a los Elfos, ellos residen en esta isla. Traicionaron a su rey. Ella gruñó, sus ojos violetas destellaron de rabia y Merlín dio un paso atrás y lanzó un profundo suspiro.

Entonces, ¿qué estás haciendo aquí todavía? preguntó, y ella se desinfló.

'Estoy estudiando. Mi hermano se ha caído y ahora estoy solo. Necesito apartar mi mente de este dolor. ¿Que más puedo hacer?' susurró mientras lloraba, lágrimas amargas caían de sus mejillas sobre un trozo de pergamino que yacía en el altar, sostenido por piedras.