Me desperté porque el sol me dio directamente a los ojos. Me pareció raro que mi alarma no haya sonado como todos los días.
Ya era algo tarde, por eso hice mi mayor esfuerzo por vestirme rápido y así poder ir a la escuela temprano. Me era difícil cambiarme de ropa teniendo un cabestrillo inmovilizador, que era más o menos así:
Ya llevaba una semana con esa cosa. Ya había pasado una semana desde que salí del hospital y tener puesta esa cosa era una completa pesadilla.
Sin embargo, logré vestirme rápidamente ya que llevaba el buzo escolar y el uniforme de olimpiadas. Ambas vestimentas eran más fáciles de poner que el uniforme de saco y corbata de la escuela.
El uniforme de olimpiadas dependía de en qué salón estabas. En mi caso, nuestra aula tenía el uniforme de Venezuela, del equipo de fútbol de Venezuela. No pregunten por qué, simplemente así era.
Al principio los colores no nos convencían. Es decir, ¿por qué usan el color vino y el amarillo fosforescente si su bandera es de otro color?
La verdad, nunca lo supe, pero de todos modos aceptamos ser Venezuela y jugar como todos los años.
Cada aula era un país diferente y todos usaban el uniforme de la selección de fútbol del país correspondiente. Habían países europeos, americanos y hasta africanos.
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AVENTURAS #3
Teen FictionBrenda descubre algo que jamás pensó que le pasaría y no sabrá qué hacer. Mientras tanto, la vida de Mateo no va muy bien... ¿cómo estará la relación entre Mateo y Emily, por cierto? Alonso debe acostumbrarse a su nueva vida con su nueva familia. Af...