Brenda descubre algo que jamás pensó que le pasaría y no sabrá qué hacer. Mientras tanto, la vida de Mateo no va muy bien... ¿cómo estará la relación entre Mateo y Emily, por cierto?
Alonso debe acostumbrarse a su nueva vida con su nueva familia. Af...
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Viernes, 03 de noviembre del 2018.
Hola, Valeria.
Son las cinco de la mañana...
Y estoy llorando.
¿La razón? Laura me dio las primeras bofetadas de mi vida.
¿Por qué? Pues es una historia algo larga, pero la contaré porque necesito desahogarme.
Fue hoy a las doce de la noche. Laura quería que la ayudara a planchar su ropa para que mañana vaya a su trabajo, a pesar de que ella podía perfectamente hacerlo sola, quería que yo lo haga.
Y yo... no quería hacerlo.
Primero porque, como ya dije, ella podía hacerlo sola. Simplemente no se le dio la gana de planchar ella sola su ropa.
Y segundo, no estaba de buen humor.
Hace una semana que sé que mi madre me abandonó y no me he sentido muy bien. Digo, es natural.
Pero aparentemente ella espera que esté sonriente y de buen humor todo el tiempo...
—Mateo, plancha mi ropa —me dijo cortante, tirando su ropa en mi cama.
—No quiero hacerlo —respondí sin interés.
—¿Qué dijiste? —gruñó. Me senté en mi cama.
—Que no quiero hacerlo —repetí—. No estoy de humor.
—¿Y yo qué culpa tengo? —preguntó sarcástica.
—De verdad no tengo ganas, Laura —respondí en voz baja.
—¿Y te parece que a mí me importa? ¡Mueve tu estúpido cuerpo y ponte a hacer lo que te dije! —gritó.
—¡Pues no pienso mover mi estúpido cuerpo solo para complacerte! —contesté.
—Será mejor que hagas lo que te digo antes de que...
—¡Pues no se me da la gana! —gritó y vi sus ojos lagrimear—. ¡Mi madre está muerta! —estaba enfurecida...
—¡Y la mía me abandonó! —pero yo lo estaba más—. ¡¿No te parece que eso es peor aún?!
—Tu madre te abandonó hace un año... ¡ya supéralo! —no podía creer que me dijera eso—. ¡Mi dolor es mil veces más grande! ¡No hay comparación!
—¡Tu madre al menos te amaba! —le grité al borde del llanto—. Puede que la tuya se haya despedido de ti, porque ya estaba enferma. La mía no me dijo nada...
