Prohibido. (BertholdtxY/N)

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Dos semanas, eso era lo que me había castigado mi madre por haberme escapado de la Academia. En esas dos semanas me habían llegado los reportes de Inteligencia, Karina se los había dado a mi padre y mi padre me los pasaba por debajo de la puerta o sin que mi madre se diera cuenta. Le molestaba verme aprovechar mi tiempo castigada en aspectos del trabajo, como si al castigarme me hubiera dado más tiempo para dedicarme de lleno al trabajo que tanto odia.

Cosa que es así.

Reiner tuvo un buen desempeño en sus pruebas, más de lo suficiente para no ser destituido. En aspectos de personalidad, lo describían como alguien que trataba demasiado y no se rendía tan fácil al punto de llegar a ser un terco; eso tenía sus ventajas como sus desventajas. Podía convertirse en titan tres veces seguidas por 20 minutos de manera eficiente con un descanso de 15 minutos, cinco veces por media hora con intervalos de descanso de cuarenta minutos. Era un gran tiempo de recuperación, y además, su armadura era indestructible. Lo más importante era que ningún arma contra titanes conocida podía penetrar la coraza que cubría su nuca.

Marcel, como esperaba, tuvo un control perfecto sobre su titán al terminar su semana de pruebas. Podía durar más tiempo convertido en titan con menos tiempo de recuperación que Reiner, esa información había sido suficiente para empezar a idear mi plan.

Esta semana sería la evaluación de Annie, suerte que ahora podré ir al cuartel para observar mejor. Después de todo, era la única mujer seleccionada para ir a la Isla, tenía cara de no tener la intención de hacer amigos pero por lo menos quería que supiera que podía contar conmigo. Debería de odiarla porque Bertholdt está claramente interesado en ella pero si algo sé de amor, es que no escoges a quien amar.

Guardo las copias de los reportes de Marcel y Reiner y salgo de mi habitación para cenar. Roth nos dijo que tiene algo importante que decirnos... y hablando del diablo, me lo encuentro apenas cierro la puerta de mi habitación detrás de mí.

-Oh... - se pone nervioso. Eso me pone nerviosa. Somos hermanos, no deberíamos estar nerviosos del otro -. Ahí estas.

-¿Qué sucede? - pregunto directa.

-Es sobre Viv - frunzo el ceño -. Bueno, en sí es sobre mí - alzo ambas cejas -. ¿Puedes dejar de hacer caras cuando hablo?

-Solo dilo, Roth.

-Mi madre me ha encontrado una pareja - retrocedo un poco.

-¿Qué?

-Me acabo de enterar - saca una caja -. Iba a ser para Viv.

Tomo la caja de sus manos y al abrirla veo un hermoso anillo con un diamante rosado, sonrío al pensar en la felicidad de Viveka. Esa felicidad rápidamente se convierte en furia al pensar en lo que hizo mi madre.

-¿Ella sabía de lo suyo?

-Sabía que nos veíamos - toma la caja y la guarda en su bolsillo -. Y que había algo - chista la lengua -. Debí haberlo previsto...

-No - lo interrumpo, totalmente enojada -. Es decir, era más probable que lo hiciera conmigo pero eso no importa, ella no tiene porque meterse en ese aspecto de nuestras vidas... ¡En ninguno!

-¿Qué debería de hacer? - se pasa una mano por el cabello -. No quiero decepcionar a mamá pero no quiero casarme con alguien que no a... - se queda callado.

Eso me hace sonreír. Nunca creería que un hombre tan casual e informal como Roth llegaría a enamorarse y pedirle matrimonio a alguien, era obvio que le diera nervios decir la palabra con "a".

-No te preocupes, si alguien sabe de decepcionar a nuestra mamá, soy yo - acaricio el brazo -. Al final, se le pasará - entonces le agarro el brazo con fuerza -. Pero escúchame bien, Roth... si llegas a casarte con es chica porque mi madre lo dice y no por que tú quieras, te haré la vida imposible.