18

555 77 89
                                        

La base está en total silencio, no hay nadie alrededor. Todos se han ido a dormir temprano después del día que tuvimos, de hecho, cuando Fredei despertó de su siesta solo saludó a Pieck, tomo su vestido y se fue a su casa. Ni siquiera se acordó de la oferta que me había hecho, solo gruño cuando Padelli le recordó que debía estar mañana temprano. 

Así que aproveché para ir a casa, a mi casa de verdad. Como no había nadie en casa pude entrar y salir fácilmente solo fui por lo que me quedaba de ropa y un poco de ropa vieja de Roth para dársela a Atlas. Era como si nunca hubiera vivido ahí. Cuando volví a la base y fui por Atlas, él estaba medio dormido en verdad me preocupaba que era lo que mantenía su cabello inmóvil, así que lo lleve a las duchas. Ambos nos quedamos en ropa interior, aunque yo llevaba una camisa color café que me llegaba abajo de los glúteos y me cubría lo suficiente para no sentir pudor. 

No tengo de otra más que meterme con él a las regaderas, al hombre solo le sirve un ojo y no quiero que le entre agua directa a la sutura, no me importa que tan poco le falta para que cierre, no me iba a arriesgar que un dierano necesitara atención médica por una infección que se puede evitar. 

-Híncate - Atlas se quita el exceso de agua del ojo que le funciona. 

-¿Qué? 

-Eres más alto que yo y necesito lavarte el pelo, híncate - señalo el piso. 

-¿Cómo si fuera a rezar? 

-Precisamente. 

Atlas niega pero al final hace caso, cierro la regadera lo más que puedo, tomo el vaso que tome de casa y lo lleno de agua. Coloco el vaso en la frente de Atlas y con este le indico que eche la cabeza para atrás, Atlas se sienta sobre sus chamorros y cierra el ojo, poco a poco voy mojando su cabello. Dejo que el vaso se vaya llenando con el chorrito de agua que dejé corriendo y voy pasando mis dedos por el cabello de Atlas, es incluso más largo mojado. 

Tomó el champú, que también me traje de casa, y le hecho un poco en el cabello. Atlas olfatea como perro cuando el olor a menta y naranja del champú se eleva por los aires. Empiezo a tallar y apenas se hace espuma de lo sucio que está, le enjuago el cabello y repito la rutina. Al ver al piso mientras vuelvo a tallar su cabeza, hay lodo y un poco de sangre escurriendo y yéndose por la alcantarilla, me pregunto de quien será esa sangre. Le vuelvo a enjuagar el cabello y le vuelvo a poner champú. 

Entonces Atlas pierde el equilibrio y se va de espaldas, alcanza a detenerse en mis piernas pero el suelo está mojado y resbaloso así que caigo de nalgas, ahogo un grito de dolor y golpeo al dierano en el brazo, esta muriéndose de risa. 

-¿Estás bien? 

-Shhh - le cubro la boca y hace una mueca cuando un poco de champú le entra a la boca. 

Entonces me empiezo a reír cuando se ahoga y no puede dejar de escupir tratando de sacar el sabor de su boca. 

-Lo siento - dice con una mueca -. Me quedé dormido, se sintió como un masaje. 

Niego con la cabeza entre risas y me acerco lo más posible a la regadera donde esta el vaso llenándose de agua, le digo que se acueste sobre mi muslo derecho y lo hace. Así que me es más fácil lavarle el cabello que estar de pie y encorvada y el tratando de mantenerse sentado. 

-¿Cuál es tu historia, Kirya? 

-¿Cómo sabes mi nombre? 

-Todas tus maletas están bordadas así, "Kirya Ancel".

-Es mi segundo nombre, solo mi familia me dice así - vació agua en su cabello -. Así que dime Y/N. 

-Esta bien, Kirya - le jalo el cabello -. Puedes dejarme calvo pero te diré Kirya - ruedo los ojos -. Entonces, tu historia... 

Prohibido. (BertholdtxY/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora