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Termino de vomitar el desayuno en el inodoro y voy al lavabo, me enjuago la boca y me mojo las mejillas. Me miro en el espejo y suspiro, cuando cierro los ojos, la imagen vuelve con fuerza a mi mente. 

Ahora solo faltaban Bertholdt y Annie de devorar a sus titanes. A los otros los llevaron a la enfermería en cuanto se comieron a sus antecesores, solo para un chequeo y revisar los signos vitales. 

Salgo del baño y mientras camino de vuelta al hangar,  me acomodo el uniforme y me aseguro de respirar profundo. Al llegar al balcón, mi padre se hace a un lado para darme visión. Estamos a unos veinte metros sobre el suelo, a cinco metros de este hay una plataforma donde encadenan a los guerreros para que sean devorados. 

Observo como Bertholdt avanza y levanta la mirada para observar a su antecesor, se ve nervioso y se pasa los dedos por su ya cicatrizada herida. Entonces Zeke grita, su grito resuena y hace eco por todo el hangar, Bertholdt se paraliza antes de caer de rodillas. Un pequeño destello surge de su lugar y aparto la mirada, para cuando vuelvo a mirar un titan puro de unos diez metros se encuentra en el centro del lugar y se dirige un dirección al hombre encadenado. Siento que alguien me jala el corazón a los pies, ¿Cómo una persona puede convertirse en algo tan atroz?  

El titan puro toma al hombre y fácilmente arranca las cadenas que lo mantenían inmóvil, se lo lleva a la boca y lo parte a mitad. Las piernas de hombre caen al suelo mientras Bert... mientras el titan puro lo devora. Solo eso necesita para convertirse en un guerrero: comerse el cuerpo de la cadera para arriba. 

El titan empieza a desprender vapor de su cuerpo y en menos de diez segundos, el titan cae de cara en el cemento y Bertholdt sale de la nuca. Enfermeros se acercan a él con trajes que los protegen del vapor y se lo llevan en una camilla. Empiezan a cortar el cuerpo inerte y vacío para llevárselo por partes y preparar a la última guerrera. Esa parte es la que me da nauseas. 

En unos minutos, Annie ya esta en el centro del hangar y observa como encadenan a su antecesora. Le inyectan el suero de Zeke en el cuello y el donador espera a que salgan del área de peligro para gritar y convertir a Annie en un titan puro. Se repite el proceso y cuando vuelve a emerger del cuerpo, se la llevan a la enfermería. 

Mi padre y yo salimos del balcón y nos despedimos, cada quien tiene sus asuntos por hacer. El tiene cosas gubernamentales y de guerra por atender y yo debo de planear un plan de infiltración a la Isla que tiene tres muros que nos alejan del Titán Fundador. 

No pertenecer a ninguna división del ejército tenía sus ventajas, podían pedir mi ayuda para varias cosas con la obvia confidencialidad. Era un caso raro y excepcional, era la primera y única soldado en tener esa gran libertad y para ser sincera, era un hecho de que sería la última. Prácticamente me adoptó Inteligencia, y de entonces me han llamado espía aunque no lo soy como tal. 

No salgo a misiones tan seguido como los verdaderos espías, no estoy curando gente como los médicos, no estoy peleando guerras como los verdaderos soldados, solo estoy dando la vuelta por ahí esperando a que algún departamento requiera mi ayuda. El único trabajo de campo que he hecho fue la infiltración de hace un año, de ahí en más, me quedó en el cuartel entrenando y ayudando a Inteligencia y en la enfermería. 

¿Sobre mi futuro en el ejercito? Quiero hacer un escuadrón con las mismas capacidades que tengo, un escuadrón que solo sea desplegado en ocasiones especiales y para eso necesito la autorización y encontrar a los mejores. Sería una inversión, y el ejercito es muy crítico con sus inversiones. Si resulta ser una pérdida de tiempo, podría bajar de rango. 

Entro a la enfermería y veo a cinco personas durmiendo tranquilamente en las camas, Colt devoraría a Zeke en años. Padelli me ve desde el otro lado de la enfermería y se acerca a mí. 

Prohibido. (BertholdtxY/N)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora