Llevo dos semanas quedándome en la base, me he encontrado a mi padre en los hangares de vez en cuando pero ninguno de los dos inicia la conversación. Ni siquiera se ha acercado para decirme como está mi madre, sin embargo me he reunido con mis amigas.
Viveka me dice de la boda y Fredei de su vida en general, le ayudamos a Viveka a ver la lista de invitados, la decoración y la comida. Uno de esos días, Roth acompañó a Viveka con la excusa de verme y me alegré tanto de saber que alguien se preocupaba por mí. Hablamos toda la tarde mientras Fredei era atormentada por Viveka.
Me dijo que Agna se enteró dos días después, cuando fue a visitar a mis padres y se dio cuenta que no estaba ahí y ellos se dieron cuenta que no estaba con ella como había dicho. Fue entonces cuando el lunes mi padre se enteró que estaba quedándome en la base y solo fue eso. Mi nombre no era pronunciado en la casa, mi ausencia apenas y hacía efecto en mis padres.
-¿Por qué no vuelves? - me preguntó Roth.
-Él no se ha disculpado - le respondí.
-¿Por qué no lo haces tú?
-¿Qué hice mal, Roth? - retrocedió un paso por el tono que usé. Niego con la cabeza -. No sabes lo que es hacer de todo y no avanzar porque personas más arriba que tú atascan tu progreso, lo reducen a nada. Mi padre... el coronel, él nunca reconoció lo que hice por su patria.
-¿Y por qué es tan importante?
-Porque traicioné mis valores, arriesgué mi vida y herí a personas con tal de satisfacerlo.
Tambien durante esas dos semanas vi a George, nos veíamos casi cada dos días en el comedor de la base. Él descansado de sus turnos en la enfermería y yo de algunas tareas que Karina me dejaba. Le conté porque me estaba quedando en la base varios días y él me dijo que su padre les mandaba cartas diciendo que se encontraba bien pero nada acerca de los guerreros.
Con el tiempo llegamos a ser buenos amigos a pesar de las intenciones de su padre y mi madre.
El día de hoy voy a ir al campo por petición de George y más que nada porque yo puedo entrar y salir con más facilidad que él. El campo se ve con normalidad pero se que en seis o siete hogares hay familias esperando el regreso de sus hijos. Llego a la calle de la sastrería de los Frank y llamo a la puerta, Joan sonríe y los alfileres se marcan en su labio. Se acerca y me abraza y casi salgo corriendo con miedo a que me entierre los alfileres.
Me deja pasar y me dice que pase como si de mi casa se tratará, espero a que me siga detrás pero veo que esta demasiado ocupado con un traje así que sigo mi camino y llego a la cocina. Entonces veo a Heaven preparándose un té, al no ver a Corey en sus brazos doy por sentado que está durmiendo. Sonríe al verme y deja la taza en la encimera, nos acercamos al mismo tiempo y nos abrazamos como si nos conociéramos de toda la vida.
Nos sentamos juntas en la mesa, cada una con una taza de té en la mano. Le digo de lo que ha pasado, y recapitulando, me da gusto contar con tantas personas en las cuales apoyarme. Le digo sobre la guerra y Bertholdt, ella me dice que Corey tuvo un refriado la semana pasada pero se recuperó rápido.
-¿Sabes donde vive, Bertholdt? - sonríe como si fuéramos pubertas. Ruedo los ojos -. Sé que vive con su tía y con su abuela, solo quiero saber como se encuentran.
-¿Ya te presentó a su familia? - insinúa.
-Fue en el puerto - dije -. No tenía idea, de lo contrario no lo habría permitido.
-¿Así que ya sabe que te gusta? - niego con la cabeza -. Pero tú sabes que le gustas, ¿no?
-Le gusta Annie - digo -. No estoy ciega.

ESTÁS LEYENDO
Prohibido. (BertholdtxY/N)
FanficPortada: pintura por Lidia Timoshenko. (no encontré el nombre) Todos saben que esto no debería ser, que está prohibido. Una marleyana y un erdiano. Parece un chiste del que nadie se reiría. Si tan solo y/n no hubiera ido a esa estúpida prueba, si...