Prohibido. (BertholdtxY/N)

23

Llego a la cima y con una mano en el pecho y el corazón ordenándome que vuelva a bajar, que encuentre una estúpida excusa para volver con él. Pero obligo a mis piernas caminar hasta donde esta Atlas, mi amigo dierano esta sentado viendo los fuegos artificiales con una sonrisa en su rostro. 

Le paso las bolsas de dulces y me siento a su lado, entonces le pido mi saco y él me lo coloca sobre los hombros. 

-¿Buena charla? - lo miro confundida -. Desde aquí arriba se puede ver todo. 

-Lo odio. 

-No - dice riéndose -, solo no te gusta la sensación de no poder controlar tu mente y tu corazón cuando estás con él. 

-¿Cómo sabes eso? Solo eres dos años mayor que yo. 

-Y unos cuantos meses - ruedo los ojos -. ¿Arreglaron las cosas? 

-No lo sé, me pidió perdón y me besó pero... 

-¿Y lo besaste? 

-¿Eso que tiene de relevante? 

-Que si le devolviste el beso significa que lo perdonaste. 

-Tonterías. 

-Bien, pero no subas llorando al ático cuando él actúe como si no hubiera pasado nada y venga caminando de la mano con Annie. 

-¿Por qué te importa tanto, Atlas? 

-¡Porque me importas, Kirya! Y no quiero volver a verte llorar. 

La explosión de un fuego artificial hace que rompamos contacto visual, el cielo se ilumina con chispas naranjas y amarillas, después azules y verdes, otras son rosas y moradas. Regreso la mirada a Atlas, las luces naranjas se reflejan en sus iris negros. Sus ojos asemejan el carbón al rojo vivo con las luces cálidas reflejadas en ellos. 

-Este no mi día - me mira -. Es tu cumpleaños, no hablaremos de él. 

-¿Me darás mi regalo? - cambia el tema. 

Es algo que me gusta de él, no insiste. Me deja ser con total libertad. 

-Este es tu regalo - señalo todo -. ¿Qué más quieres? 

-Me dijiste que me contarías todo de ti si pasaba la prueba - sonríe -. Eso sería la cereza al pastel inexistente. 

-Si quieres un pastel te lo traeré - el niega con la cabeza -. Bien, tengo dos hermanos, Agna es la mayor y está esperando a su primer hijo, Roth es el que sigue y se casó con Viveka, él me ayudó a conseguir tus papeles; me llevo bien con ambos. Ya sabes que la relación con mi padre no es del todo autentica pues con mi madre es complicada, ella esperaba que saliera como Agna, interesada en la vida familiar, me ha tratado de emparejar unas dos veces, me metió a una Academia para aprender modales de una dama... 

-¿Es enserio? - asiento, Atlas come sus dulces como si estuviera viendo una obra de teatro entretenida -. Vaya.

-Mi madre es de buena familia y he arrastrado ese buen nombre por mis 18 años de vida al no ser como ella quiere que sea, y mi padre es muy importante. Tengo mejor vida que los más ricos de Marley. Hace unas semanas me enteré que había una medalla de reconocimiento por mi trabajo en Coterra, ya va para un años y medio de eso y resulta que la medalla la tenía mi padre. La ocultó. 

-¿Por qué? 

-Porque no pertenezco a ninguna división, porque significa que lo hice tan bien que me beneficiaría en un futuro, en mis planes. No lo sé. Solo sé que el tiempo que pase lejos de casa no fue nada para él, al final de cuentas él fue quien me dijo que me fuera a media noche.