KISUKE

Capítulo 29:

El revivir de los muertos

      La situación se tornó extraña al ver de nuevo a John Dallas, aquel a quien me enfrente en mi primera misión, pero había algo distinto en esa ocasión. Su poder era siniestro y su expresión era de temer; dadas las circunstancias no pude evitar preguntar cuál era su propósito:

      -Kisuke: ¿Porque estás aquí?... ¡John!

      -Hades: ¿John?... Jajaja... Que tonto, ¿nunca supiste mi nombre real? Vaya los altos mandos jamás dejaran de ocultar información, no importa; yo soy hades.

      -Kisuke: ¿Ese es tu real nombre? Supongo que te encaja bien... ¿Cuál es tu propósito?

      -Hades: ¿Mi propósito? Pues, ninguno que pueda interesarte, joven. Por lo que veo ¿tienes compañeros diferentes? ¿A qué se debe?

Tras su pregunta tan burlona, mi rabia no la pude contener e impulsivamente me aviento a matarlo con mi espada Black, pero su nivel era absurdo, logro esquivarme de tan cerca y atacarme a la vez; eso me dejo un poco sorprendido, pero logre recuperarme.

En aquel instante Justin no se queda de brazos cruzados y manifestando su habilidad de rayo este intento contener a hades, logrando mantenerlo en ese lugar. Por otro lado el teniente del escuadrón de la capitana Kaomi, luego de encargarse de eliminar a los espectros este se dirigió a nuestra posición, pero se enfurece al ver varias de sus tropas asesinadas a manos de hades, con el coraje en su corazón llega al frente de batalla para matar a hades. El nombre de ese teniente era Yuno Satoru, ese hombre había perdido a sus subordinados en esa misión y a su hermano menor el cual apenas era un recluta de los guardianes.

      -Yuno: ¡¡Aléjense niños!! Mi deber es protegerlos, aunque no haya podido hacer lo mismo por mis compañeros y hermano. Deben dejarle esto a los adultos.

      -Kisuke: Teniente Yuno, ¿Por qué? ¿¡¡Acaso no somos fuertes!!?

      -Yuno: Ven a mí, revólver justiciero, Siriuu. Lo siento, mi deber es proteger la base, y también le prometí al señor Takeshi que los cuidaría en su ausencia.

Usando la gran potencia de su arma sagrada Siriuu, el teniente logro hacer retroceder a hades, y sin tregua sus ataques causaban daños fatales en el cuerpo, pero tras ver a su objetivo casi muerto por tantas heridas, tanto mi equipo como el teniente Yuno pensábamos que hades había sido detenido. Repentinamente empezamos a observar cómo se levantaba con una sonrisa en su rostro y chasqueando sus dedos dice:

      -Hades: ¿Espero que no me hayan dado por muerto? ¿Quisieran ver algo de mi poder?... ¡Renacer de los muertos!

Sorpresivamente las personas que habían sido asesinadas por ese sujeto, empezaron a levantarse terroríficamente y en menos de lo que pensamos, nos atacaron. El poder de hades hacia que los que morían en sus manos, revivieran como títeres sin alma, pero lo que nos preocupo era... Que ellos podían usar sus armas sagradas.