KISUKE

Capítulo 31:

El chico extraño

      En aquel momento un chico de mi edad apareció frente a nosotros, sin explicación ese joven levanta su mano, y señalando a hades, de sus manos sale disparado un gran poder escarlata, entonces trate de colocarme de pie para ayudar a Nagara y observamos un poco mejor al chico.

Su Kai era asombroso, podría decir que mis compañeros ni yo teníamos ese potencial, en lo que cuenta de la batalla, hades se sorprende al ver a ese joven, pero honestamente yo observe como nuestro enemigo retrocedía lo cual era bueno, sin embargo, me dejaba en intriga los detalles sobre ese chico que sin razón alguna se enfrentaba a un hombre fuerte; no sabía si era aliado o enemigo.

Los muertos vivientes se acercan para detener al chico, pero cuando iba a suceder, el joven los elimino en un abrir y cerrar de ojos. Cada vez dejaba más incertidumbre, pero hades no se afligió en lo más mínimo, así que invoco una réplica del demonio que enfrentaban mi maestro y los dos capitanes.

      -Hades: Les he traído un compañero de juego, espero que lo disfruten.

      -El chico: No importa quien; los acabare de igual manera.

      -Kisuke: ¡Mierda! Es una broma, ¿Por qué un demonio?

      -Hades: ¿Me sorprende que hayan enviado a un serafín? ¿Supongo que estas bajo el mando de alguien aquí? No importa... Antes de retirarme, Kisuke, creo que aún no sabes, pero estas bajo la mirada de los altos mandos. Te recomiendo que estés alerta.

Y sin decir nada más, hades deja de estar presente en un instante dejándome otro misterio que resolver. Mientras tanto aquel demonio empezó su ataque, pero ese al cual hades llamo serafín venció al monstruo tras unos minutos, y al terminar solo observo la sangre caer por un minuto para luego retirarse. Unas horas después se logró reestablecer la base con la ayuda de las tropas que dirigían los capitanes, entonces se logró levantar la barrera sagrada a gran escala, ya que gracias a los esfuerzos de ambos cuerpos militares, asesinos de demonios y guardianes se logró recuperar toda la zona, pero las bajas fueron grandes, muchos murieron defendiendo la base del intruso.

Al despertar en la sala de primeros auxilios, pude darme cuenta que volví a ser un estorbo, un inútil, un debilucho, pero desgraciadamente mi fuerza no fue suficiente y por ello perdimos muchos camaradas, de pronto observo al chico que nos salvó caminar sin rumbo por un pasillo, y de verdad no pude evitar sentir que debería acercarme, solo para preguntar, ¿Por qué era tan fuerte? Pero omití hacerlo. Al visitar a Justin en la sala central, pude ver una expresión en su rostro de frustración, rabia y mucho coraje, sin preguntar supe la razón, ya que me sentía igual.