El profesor había reunido un grupo de personas tal y como había dicho, mas en especifico, nueve personas, incluyéndome, que estoy segura también sin nada que perder.
Todos fuimos en una Van blanca, sin ventanas, me limite a no dirigirle ni una palabra a nadie, ni siquiera estaba segura de a donde íbamos. Logre distinguir unos cuantos rostros, una chica con pelo corto por los hombros y fleco, 2 hombres bastantes robustos que probablemente eran soldados, y 2 chicos que eran bastantes guapos, solo que aparentaban tener mi edad aproximadamente y yo era más de hombres que tengan hasta incluso el doble que yo, ya que solían ser más experimentados y realmente sabían cómo tratar a una mujer.
El viaje duro unos 45 minutos, sentí una mirada constante sobre mí. Era de un tipo que también se encontraba en la Van algunos asientos más alejados que el mío, aunque no llegue a verle el rostro y tampoco le di importancia, a pesar de que casi estuvo así todo el viaje.
Llegamos a una finca, en Toledo, era bastante grande como para que todos estuviésemos cómodos, creo algunas noches, como mucho una semana mientras el Profesor nos contaría su plan. Subimos unas escaleras hasta una habitación que parecía un salón de clases, me reí un poco al ver los pupitres, el pizarrón y algunos carteles en la pared, parecía que había vuelto a la escuela. Fui hasta el último asiento al fondo, y en el que se encontraba del otro lado también al fondo se sentó el tipo que logre distinguir por su traje negro muy arreglado, era quien me estuvo observando durante todo el viaje en la camioneta.
Lo inspeccione "disimuladamente" por un rato mientras todos se acomodaban. Su traje estaba perfecto, sin ni una arruga y era hecho totalmente a la medida. Digo esto ultimo ya que no parecía uno de esos desprolijos que utilizan un traje casi 2 tallas mas grandes que ellos y les queda todo suelto. A él le quedaba perfecto, ni ajustado, ni grande, lo que también favorecía su figura. Pude notar que era un tipo que me doblaba la edad, sus manos eran grandes y observé cada rasgo de esta, hasta las marcas que se notan cuando las abres y cierras junto con sus dedos. Era un tipo con clase, había que admitirlo, probablemente sea de esos con gustos muy refinados que juegan al golf los fines de semana, o que por las noches luego del trabajo lee un libro con una copa de vino en su mano cerca de una chimenea.
Seguí recorriendo se cuerpo con mi mirada, siempre intentando de ser discreta, hasta que llegue a su rostro, al cual no había prestado tanta atención, pero para mi desgracia sus ojos chocaron con los míos, haciéndome ver como una loca mirándolo tanto. Quien sabrá hace cuanto se dio cuenta que lo estaba examinando. ¡Maldita sea! Me maldije por ser tan curiosa y giré mi vista al frente lo antes que pude. Pude notar como sonrio un poco de lado sin mostrar los dientes, giro su cabeza y aclaro su garganta, haciendo que mi atención se vuelva hacia él. Me miro elevando una de sus cejas al mismo tiempo que en un tono para nada bajo sale de su boca -¿te gusta lo que ves niña?- casi todos fijaron sus miradas en nosotros.
Me moría de vergüenza, pero no se lo haría notar, así que con mi mejor cara de hija de puta le dije -estoy haciendo lo mismo que vos hiciste conmigo durante todo el viaje en la camioneta, analizarme con la mirada como si quisieras comerme-. Se escucharon algunas risitas del resto de la banda como si lo hubiera dejado en ridículo con lo que le dije, pero al parecer no le importo.
Se rio apenas y lo único que dijo fue -niñata...-
-¿Cómo mierda me dijiste pelotudo?- se me hizo imposible contenerme ya que me estaba tomando de imbécil y me levante enojada. - ¿Qué, acaso te da vergüenza que todos se enteren que no paraste de mirarme en el camino? Porque si tanto te interesé, entonces tan "niñata" no soy. -
-Basta por favor, es una tontería- interrumpió el Profesor. - ¿puedo comenzar con la clase? -
Asentí con la cabeza, me sente y ni siquiera mire al hombre de mi lado que hace segundos insulte y solo se me había quedado viendo de forma desafiante mientras una muy pequeña sonrisa con soberbia se formaba en la comisura de sus labios mientras le gritaba.
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Eretria || Berlín×Tú×Palermo
Random2400 millones de euros sonaba bastante tentador, y pasar 5 meses planeando el atraco no parecia ser un problema, el verdadero problema es cuando los fantasmas de tu pasado aparecen y en esos 5 meses te jodes la vida de mil formas distintas. Al fin y...