VUELVE A NARRAR ERETRIA
Me quedé dormida luego de lo sucedido con Sergio. Ya era de noche pero no tenia ni ganas de levantarme a cenar, así que solo quise estirarme en mi cama.
-Ha despertado la Bella Durmiente- dice una voz gruesa pero de forma suave justo en mi oreja. Yo salte de la cama por el susto, y ahí estaba Berlín acostado al lado de donde yo habia dormido ¿hace cuánto está ahí?
-La concha de tu madre me cague toda loco, ¿no te das cuenta de que ni me termine de levantar y me haces pegar flor de susto pelotudo? - estaba algo molesta, si, como iba a saber yo que habría alguien a mi lado en tanto silencio, hasta llegue a creer que me había cogido a el Profesor mientras terminaba de razonar. Por lo menos no me confundí y le dije "Sergio", sino el que estaría enojado seria Berlín y no yo.
-No te sienta nada bien ese vocabulario preciosa, pero debo admitir que escucharte insultarme con ese acento me pone muchísimo- él solo reía mientras se paraba de la cama. -Vengo a reclamar lo que me debe señorita…- esto último lo dijo más tranquilo mientras caminaba hacia mí.
-al menos déjame ir a lavarme la cara y los dientes primero- me di vuelta para salir de la habitación y dirigirme al baño. Apenas toque la manija sentí como me tomaron de la cintura y Berlín me cargaba hasta tirarme a la cama. – Bueno si no te molesta que tenga esta cara entonces te pago lo que te debo hijo de puta- claramente lo tierno y las palabras delicadas a la hora de la acción con Berlín no era lo indicado. Ya me había dejado muy en claro que le gustaba jugar muy, MUY sucio.
El perfecto hombre me quito la remera muy lentamente y comenzó a hacer un camino de besos desde mi abdomen, por el espacio de mis pechos, y terminando en el cuello donde aún no se habían ido las marcas que me dejo la otra ocasión. Berlín me había dejado en claro que esta vez yo debería encargarme de él al igual que lo hizo conmigo, estando yo totalmente entregada a él. Pero era obvio que él siempre quería tener el control de la situación, sea cual sea esta.
Mis pensamientos se perdieron en el momento que él me envolvió en esos besos tan pasionales y húmedos que me vuelven loca mientras yo con mis dedos jugaba con los cortos cabellos de su nuca. Así estuvimos un rato luego de que desabrochara mi pantalón y nos acomodáramos mejor en la cama.
Intentaba estar pendiente a los ruidos de la casa o si alguno de mis compañeros nos buscaba a alguno de nosotros, por si nos encontraban en medio de esta mágica situación. Solo escuché un auto frenarse debajo de lo que sería mi ventana y gente que se movía por toda la casa, pero realmente Berlín estaba tan metido en lo suyo que decidí hacer lo mismo.
¿Qué más da si nos ven?
Mi “amante” se separó un poco de mí por lo que me encargue de quitarle el saco que llevaba puesto, el chaleco y desabotonar su camisa. Otra vez esa sensación de necesidad de su cuerpo volvió a mí, siempre era tan fuerte, que se me hacía imposible controlarlo. No termine de desabotonarle la camisa que…
-Perdón, ¿acá está… - Un hombre entro al cuarto sin tocar la puerta y buscando a alguien, yo solo me tapé con una sabana que encontré y Berlin que estaba sobre mi se quedo quieto. -¿Andrés que carajo haces pelotudo?-
Berlin soltó una gran carcajada mientras se levantaba y acomodaba su camisa, yo solo seguía tapada hasta la cabeza por las sabanas.
-Joder tio, ¿no estabas en el monasterio tu? ¿Qué coño haces aquí?- dijo Berlín acercándose al hombre que nos había interrumpido en medio de un excelente momento y le da un gran abrazo frotando su espalda.
-Es que tengo que hablar con vos, de verdad Andrés.- respondió el hombre ya tranquilizándose un poco. -pero te veo bastante ocupado querido, como siempre que me acercaba a vos y estabas con alguna minita- esto último lo dijo como si se arrepintiera de sus palabras, pero de igual forma quisiera decirlas.
Su voz se me hacía tan conocida, realmente era muy particular.
-Bueno joder es que yo también tengo mis necesidades hombre! Venga te la presento- sentí como caminaban un poco hacia mí, yo ya me estaba levantando de la cama poniéndome la primer remera grande que encontré cerca para taparme, pero en todo momento con la cabeza gacha por la vergüenza. -Ella es Eretria- lo dijo como si estuviera presentando a la reina de algún país.
Ahí fue cuando levante la vista, para encontrarme a aquel hombre parado frente a mi, con una camisa beige, unos jeans y un cinturón negro. Ese momento fue cuando mis ojos encontraron los suyos.
Esos ojos.
Esos ojos celestes que jamás había logrado olvidar.
-ven aquí preciosa, él es mi amig...-
-¿Martín?- lo interrumpi a Berlín antes de que termine de presentármelo, y es que mierda que lo conocía, claro estaba que él también se dio cuenta al instante sobre quien tenia delante.
-¿Acaso os conocéis?- pregunto Berlín algo confundido.
-¿Merlina?- fueron las únicas palabras que pudieron salir de la boca de Martin, quien tenia los ojos cristalizados y el cuerpo tenso.
-¿M-Merlina? PERO, PERO A VER QUE COÑO OS PASA? - Berlín ya estaba algo molesto, no sabía si era porque ninguno de los 2 hablaba y solo nos quedamos viendo como niños a la televisión, o porque sentía un poco de celos tras la escena que estaba ocurriendo delante de sus ojos.
Sea lo que sea que sintiera Berlín, Merlina sabía perfectamente como se sentía, y era ahí cuando viajo por algunos segundos a los instantes que vivió en Argentina con aquel hombre.
❤🧡💛💚💙💜
Y llego el momento que tanto espereee
Realmente no estaba segura si hacerlo aparecer a Martin/Palermo en la novela porque no sabia como engancharlo. Pero aca lo tienenSi me tardo mucho en publicar capitulos es porque los estoy modificando todo el rato ya que nunca me parecen suficientemente buenos.
Espero les este gustando😊❤
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Eretria || Berlín×Tú×Palermo
Losowe2400 millones de euros sonaba bastante tentador, y pasar 5 meses planeando el atraco no parecia ser un problema, el verdadero problema es cuando los fantasmas de tu pasado aparecen y en esos 5 meses te jodes la vida de mil formas distintas. Al fin y...