Narra Eretria
Me levanté sobresaltada por unos gritos a lo lejos. No podía distinguir de quienes provenían ni lo que gritaban, pero era claro que no era nada bueno. Miré hacia la pared donde se encontraba colgado el reloj que marcaba las 15:50 hs, por lo que comprendí que hacia dormido unas 12 horas seguidas, permitiéndome recuperar algo de fuerzas. Froté mis ojos para acostumbrarme un poco más a la luz del día que entraba por la ventana, me acomodé en el sofá hasta quedar sentada y la puerta se abrió, dejándome ver a Río, un tanto agitado.
-Ostiaaaa, mira quien a despertado- una amplia sonrisa se dibujó en su rostro al verme, apoyó la pequeña bolsa que tenia sobre el escritorio y se acercó a mí. -¿Cómo te sientes?- preguntó sentándose a mi lado.
-Mejor, ¿y vos?- su cara se cambió un poco a una de disgusto cuando le pregunté eso. -¿Qué te pasa?-
-No no, a mi nada, el problema aquí es Berlín y Denver- hice una mueca de que no entendía y él siguió explicando. -¿Recuerdas el día de la verbena?- asentí con la cabeza. -Bueno, al parecer Denver perdió un botón de la chaqueta de Berlín en el Ibiza, y la policía lo encontró.-
-¿Saben de Berlín?- él asintió lentamente, generando algo de preocupación dentro de mí.
-Está cabreadísimo por toda la fabrica buscándolo, y bueno, Nairobi detrás de él tratando de detenerlo.-
-Por eso los gritos...- hablé para mi misma y él asintió a mi afirmación.
-¿Berlín?- Tokio entró por la puerta del lugar y se sorprendió al verme. -Joder Ere! ¿Cómo estás?- se acercó a mí y me besó toda la cara.
-Soltame pajera- entre risas intentaba zafarme de su agarre, pero me agarraba los cachetes como las abuelas. -Estoy bien, estoy bien.- dije una vez que me logré liberar de sus manos.
-Si, ya te veo, insultando como siempre. - los 3 reímos. -¿habéis visto a Berlín?-
-No, ¿qué pasó?- pregunté.
-Lo llama el profesor-
-La ultima vez que lo vi, estaba con Denver- respondió Río. -En el baño con Helsinki y Oslo...- agregó dándose cuenta de la situación.
-Su puta madre- dijo rápidamente Tokio antes de desaparecer del lugar.
-Lo siento Ere, debo ir- Río se levantó, me alcanzó de la mesa la bolsa que había traído y me dejó un beso fraternal en la frente, para luego imitar la acción de Tokio. En la bolsa había un sándwich, una botella de agua y mis galletitas favoritas que Río conocía, lo que me hizo poner un poco de mejor humor.
Mientras comía, tomé un poco de agua, la cual derramé al menos media botella sobre mi remera por una lluvia de disparos que se oían dentro de la fábrica. Entre en pánico por no saber que estaba ocurriendo, pero fue necesario mantener la calma así que decidí repasar el plan en mi cabeza; poniéndome en contexto, habían descubierto la identidad de Berlín, ya tenían la de Tokio y Rio, necesitábamos una forma de distraer a la policía y seguir ganando tiempo, ¿pero cómo?... claro, nada más y nada menos que activar "El Plan Valencia". Vaciar los cartuchos de las M-16 sobre los grandes cartones por los que habíamos entrado a la fábrica, mientras coordinábamos un coro de gritos de los rehenes, ¿para qué? Para confundir a la policía, que crean que nos volvimos locos e iniciamos una carnicería, y así de esa forma, pedirían una prueba de vida de los rehenes. Pérdida de tiempo para la policía, tiempo ganado para continuar fabricando nuestro dinero.
ESTÁS LEYENDO
Eretria || Berlín×Tú×Palermo
Random2400 millones de euros sonaba bastante tentador, y pasar 5 meses planeando el atraco no parecia ser un problema, el verdadero problema es cuando los fantasmas de tu pasado aparecen y en esos 5 meses te jodes la vida de mil formas distintas. Al fin y...