NADA QUE AGREGAR

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Narrador omnisciente

Los atracadores corrían desde la azotea hasta el lobby con los 2 heridos en brazos, Arturo Román gritando por el dolor del balazo en su pecho al borde del desmayo, y Eretria media inconsciente.

Colocaron al Director de la fabrica en una camilla improvisada hecha velozmente por Rio y Nairobi mientras Tokio traía los botiquines de emergencias. Todo el grupo con las manos sobre el cuerpo ensangrentado de Arturo, poniendo alcohol, haciendo presión sobre la herida y dándole agua al mismo, vieron como se hizo presente Helsinki en el hall, que sostenía en sus brazos a Eretria cual princesa.

-Compañera herida, compañera herida!- gritaba el serbio sosteniendo aquel cuerpo inconsciente y buscando con la mirada desesperada algún lugar para apoyarla.

Tokio y Nairobi compartieron fugaces miradas sin saber que hacer al ver a su amiga de esa forma, pero Río les hizo un ademan con la cabeza para que vayan y él se quedaría con Denver y su padre a curar a Arturo.

-Helsinki, tráela al despacho! - le dijo Nairobi al hombre para que la siga.

-¿Qué ha pasado?- antes de que Tokio siga a sus compañeros, decidió acercarse a Denver para estar más al tanto sobre la situación, y este le contó lo sucedido como pudo entre la desesperación por detener la sangre que no paraba de salir del cuerpo sobre la mesa.

La de cabello corto fue corriendo hacia el lugar donde estaría su compañera herida. Una vez que llego observó a la misma recostada sobre un sillón siendo atendida por Nairobi y Helsinki.

-Helsinki, ve a ayudar a los demás, yo me encargo. - le ordenó Tokio y el serbio obedeció, dejando a las 3 mujeres solas.

-Helsi me ha dicho que la golpearon y cayó pero n…- antes de que la morena pudiera continuar, la voz de la pelicorta la detuvo.

-Fue una patada en el abdomen. - dijo mirando al cuerpo tumbado de Eretria.

-¿Cómo?- preguntó sin creérselo Nairobi.

-Denver me lo ha dicho-

La morena se removió en su lugar, nerviosa y temerosa por las consecuencias que aquel golpe podría implicar.

-¿Tia tu sabes lo que significa eso? Que Eretria nunca se tomó la puta pastilla!- comenzó a caminar por todo el lugar, con una mano en su cintura y otra con las uñas en su boca, siendo atacadas por la desesperación de la situación.

-¿Y que coño hacemos? No la podemos sacar de aquí para que la revise un médico.- ambas hablaban a los gritos, sin cuidar de que alguien las pudiera estar oyendo. Tokio se acercó a su compañera inconsciente y se arrodillo a su lado, tomando su mano y dejando un suave beso en ella, mientras la miraba con los ojos cristalizados.

Tenia miedo de perder a otra persona importante en su vida.

Unos segundos le demoraron a Nairobi encontrar la “solución”. -¡Los médicos!- dijo llamando la atención de la mujer en el suelo. -La carpa deberá dejar entrar un equipo quirúrgico para quitarle la bala al director, podemos pedir que la revisen.- dijo ahora con un rayito de esperanza.

-¿Que estas loca? Podrían ver su rostro, describírselo a la policía y tendrían su identidad en segundos. No se si sea la mejor solución- respondió insegura por la sugerencia de su amiga.

-¿Y si no que? ¿La dejamos aquí tirada esperando lo peor?- preguntó indignada Nairobi, estaba segura que no habría otra manera de ayudarla, y sacarla de la fabrica no era una opción. - Venga ya Tokio, estoy segura que el profesor prefiere que la curen antes que resguardar su identidad- insistió, haciendo que finalmente la nombrada acepte.

Eretria || Berlín×Tú×PalermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora