BACHATA

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El día siguió de lo mas normal. Tokio y Río habían ido a un supermercado y como en unos días era el cumpleaños de Helsinki les pedí que compren para hacerle una torta sorpresa.

Pasé el día con Martín en mi habitación mirando películas en un antiguo televisor de mi cuarto y comiendo galletitas. Igual que en los viejos tiempos.

Sin darnos cuenta, ya era de noche.

Salimos de la habitación, con algunas miradas picaras de algunos de los chicos sobre nosotros, Palermo fue a hacer sus cosas y yo fui en busca del profesor.

Llegué a la habitación-salón de clases que teníamos, toqué la puerta y en cuanto me dieron el permiso entré. Ahí estaba Berlín y el hombre de gafas hablando.

-Uh perdón si interrumpo, solo quería hablar con el Profesor, después vuelvo.- me dí la vuelta para irme pero Andres me detuvo

-Tranquila Eretria, yo ya me iba. Los dejo solos.- me sonrió sin que Sergio lo pueda ver y salió sin mas del lugar.

-¿Qué ocurre señorita Eretria?- acomodó sus anteojos con ese tic tan notorio que tiene y dirigiendo su vista hacia mi, pero sin levantarse de la mesa en la que estaba apoyado.

-Vos lo sabias ¿no?- solté sin mas.

-¿Disculpa?-

-Mi relación con Martín, sabias que éramos amigos y le pediste que venga ¿para qué? ¿por si yo no tenia estabilidad emocional?- me fui acercando a él lentamente.

-Creo que no te comprendo Eretria, su aparición aquí me sorprende tanto como a ti- tomó una pausa. -es mas, ahora iré a recordarle que debe irse.- intentó caminar hacia la puerta pero lo frené con una mano en su pecho.

-Pero vos lo conoces por lo que entendí, ¿son amigos?-

-Nada de preguntas personales señorita Eret…- lo interrumpí antes de que siga.

-Dejemos de llamarnos por usted un segundo Sergio, por favor. ¿son amigos o no?-

-Él es un gran amigo de Berlín desde hace mucho tiempo, y digamos que conmigo se lleva bien. Pero Martín no quiso formar parte de este plan, por eso tampoco sé a que se debe su presencia aquí. - acomodó de nuevo sus gafas y tragó saliva. -Quizás no quieras creerme, pero realmente no tenia idea que vosotros teníais un lazo…- se paró mas derecho sosteniendo su mirada en mi rostro.

-Lo siento Profesor, no quise molestarlo. A usted le creo mas que a nadie, de eso quédese tranquilo.- me dio una sonrisa y yo se la devolví. -No creo que cene hoy, me siento algo cansada.-

-No te saltees tanto las comidas, intenta que hoy sea la ultima vez, te necesitamos fuerte.- me dijo algo preocupado y molesto ante mi comentario.

-Esta bien papá- puse enfoque en la ultima palabra con un tono burlón, me sonrió, y me despedí dejando un beso en su mejilla.

🔆DÍAS DESPUÉS🔆

Pasaron algunos días, ya le había contado a Berlín como fue que Martín me pidió disculpas, al igual que a Tokio, Nairobi, Río y Denver. El grupo en general digamos que aceptaba la presencia de Palermo allí, a pesar de que este no interactuaba mucho con ellos, y cada tanto algún chiste misogino se le escapaba, ganándose algunas malas miradas.

Así era Martín lamentablemente. Yo ya me había acostumbrado, aunque cada tanto le daba algún golpe para que pare.

Estaba en la cocina junto a Nairobi y Río preparando un pastel para Helsi.

-¿Tu crees que a Helsinki le gustará eso que tienes ahí?- Río señalaba el pote que yo había comprado hace unos días.

-¿Cómo no le va a gustar el dulce de leche pelotudo? Es riquisimo, y si no les gusta, me lo comeré con Palermo.- Nairobi se rió ante mi comentario y Río se enconjio de hombros

Eretria || Berlín×Tú×PalermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora