UNA MAÑANA TRANQUILA

783 52 17
                                    

Nuevo día, por fin me sintia tranquila. ¿Alguna vez les pasó de tener muchos problemas acumulados que no los dejaban dormir por la noche, los resolvieron y se les vino una sensación de satisfacción, de sentir tranquilidad? Bueno, así me sentía yo. Me sentía aliviada, el único problema que daba vueltas en mi cabeza era el atraco, pero de alguna u otra forma no me agobiaba tanto.

Me levanté de la cama, abrí la ventana y senti bastante calor así que pensé en algo corto para vestirme.

Me puse ropa bastante básica. Un short de jean mom tiro alto con un cinturón negro, una remera grande que metí dentro del short para que se vea el nombrado, y unas zapatillas blancas. Normal.

Salí de mi habitación en dirección al baño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Salí de mi habitación en dirección al baño. Al mismo momento Berlín salió de la suya, y para mi sorpresa no llevaba uno de sus trajes, sino que tenia una chomba corta azul marino y unos pantalones de jean.

Realmente estaba fuertísimo como siempre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Realmente estaba fuertísimo como siempre.

Me sonrió en forma se saludo mientras me miraba de pies a cabeza como evaluando mi outfit.

En cuanto nos íbamos a acercar para darnos el beso de los buenos días apareció Nairobi y Denver por el pasillo.

-¿Eres tonto niño? Que no le has puesto ningún desinfectante al agua, ¿pretendes que limpiemos los pisos con agua sola? - la morena protestaba con un balde lleno de agua en la mano en dirección al patio, con Denver por detrás pisándole los talones.

-Y que se yo como se limpia un puto piso tía- mofaba el otro.

-Es que no es ninguna ciencia mi amor, que si quieres limpiar algo, por obvias razones necesitas de algún producto que limpie mejor que solo agua. - Nairobi tenía razón, pero no esperaba menos de Denver.

Miraba divertida la escena de aquellos 2 al igual que Berlín.

-Buenos días! - nos dijeron a Berlín y a mi al unísono. Respondimos y ellos se quedaron ahí juntando unas cosas del suelo.

Miré a Berlín por ultima vez y me dirigí al baño para lavar mi cara y mis dientes.

Llegué a la mesa donde ya estaban todos sentados, incluidos Nairobi y Denver que al parecer ya habían limpiado. “Buenos días grupoooo” sonté con una notoria felicidad en mi voz, todos me devolvieron el saludo y me senté entre Tokio y Moscú.

Todos estábamos desayunando tranquilos con una mesa llena de comida. Galletas, tostadas, fruta, y hasta una torta del supermercado. Parecíamos una gran familia de vacaciones en una finca planeando actividades para el día, sin embargo, el profesor nos explicaría como saldríamos de la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre, no una salida en lancha al lago por la tarde.

-Pero tengo una duda Profesor- intervino Río -¿Cómo vamos a salir de ahí?-

-Por un túnel. - respondió sencillamente el Profesor.

-¿Ese es el plan maestro?- Ahora es Denver quien interviene -Eso lo va a pillar la policía en 2 minutos.-

Moscú le da la razón a su hijo mientras el Profesor lo observa pacíficamente buscando las palabras para explicar su plan. Yo los escuchaba atenta, pero con la vista en mi café.

El profesor saca un marcador del bolsillo interno de su saco y comienza a correr algunas tazas y platos que tiene delante suyo con ayuda de Nairobi y Berlín que se encontraban a sus lados.

Empieza a dibujar unos planos en el mantel de la Fabrica, nos explica de un falso túnel que haremos picar a los rehenes a 13 metros. Moscú lo detiene a la par que se levanta de su silla para acercarse al profesor y decir que a esa profundidad nos detectarían los georradar. Con el movimiento de Moscú yo levanto mi cabeza para observar al grupo y a lo lejos veo como se acerca Martín con un periódico con su mano.

Conectamos miradas y le hago una seña con la cabeza para que se siente a mi lado en un banquito libre que había. Él acepta, se acerca a mí al mismo tiempo que saluda a todos los presentes con un simple “buenos días”, pero yo parezco ser la excepción ya que en cuanto llega a mi lado, besa mi mejilla y se sienta junto a mí.

Inconscientemente hago una mirada general a mis compañeros quienes no tienen mas que caras de asombrados ante lo ocurrido, y claro, nadie sabia que ya nos habíamos disculpado y que nos llevábamos tan bien.

Berlín me hizo un gesto con la cabeza y una mueca se formo en su rostro como si me pidiera explicaciones ante lo sucedido si la noche anterior yo seguía enojada con Martín. Solo me encogí de hombros y puse mi atención en Palermo quien me hablaba en un tono bajo.

-El Profesor no los deja un segundo tranquilos eh- me susurro en el oído con una sonrisa la cual respondí con una risa entre dientes para no interrumpir la explicación del primer nombrado.

-Ya sabes que él no quiere errores, y es entendible que nos lo explique 20 veces todo, si somos una banda de atracadores uno mas pirado que el otro. - siempre en un tono bajo para que mis compañeros no me escucharan. Martín se rio ante mi comentario dándome la razón y yo, como ya lo conocía, le preparé una tostada con manteca y mermelada.

Continúe prestando atención al Profesor, quien nos dijo que nosotros saldríamos por otro túnel que estaría a 26 metros de profundidad desde una de las cámaras acorazadas, y que él mismo había mandado a construir la mayor parte hace 5 años. Todos lo mirábamos con una gran admiración a como tenía calculado cada milímetro del plan.

-Es que profesor, yo ante usted me saco el sombrero! - le dije llamando la atención de todos y señalándolo con ambas manos.

-Y las bragas…- agregó Río entre risas, provocando la de todos menos del profesor que parecía incomodo y una mala mirada por mi parte.

-Ante cualquiera que me dé la talla, y eso no te incluye corazón- le respondí al rizos con una sonrisa falsa. Igualmente nos estábamos molestando de una buena manera, así que él soltó una carcajada al unísono con nuestros compañeros.

Y como siempre, quienes no reían era el Profesor quien me dedicaba una mirada de desaprobación por mi cometario, y Berlín, que en realidad su mirada era de celos. Al ultimo le guiñe el ojo para que entienda que le único que me daba la talla era él.

La conversación terminó con todos riéndonos ante el cantito que soltó Nairobi “dos mil cuatrocientoooss milloooooonesss” cuando hicimos las cuentas de los días que estaríamos en aquella ratonera y los billetes que imprimiríamos. Pero por esa cifra, todo lo valía.

❤🧡💛💚💙💜

Lo piden. Lo tienen. 🤣🤣

Soy tan facil de convencerr

Ojala les guste, por ahora es todo tranqui, quiero poner un poco de el profesor explicando el plan y no todo el tiempo desviar la historia solo a mi personaje.

Voten y comenten bebesss💛🌚

Eretria || Berlín×Tú×PalermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora