Dos

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Ya en su guarida, los fracasados captores tenían su propia discusión.

...-¡Maldita sea!...¡sois unos ineptos!-grito J.J. golpeando a sus ayudantes.

-Pero jefe, nos fue imposible cogerlo...El chico es escurridizo-dijo P.C escudándose.

-Además había demasiada gente-añadió H.O.

-¡Excusas baratas!, ¡sois profesionales maldita sea!. ¡Vosotros me asegurasteis que cogeríais al varón Kanawut!.... ¡Ahora están alertados y aún encima, no nos pagarán!, ¡Joder, debería mataros y buscarme otro equipo!-gritó molesto el cabecilla pistola en su mano.

-¿Y-Y a-ahora que haremos jefe?-preguntó confuso P.C, apartándose un poco por si este perdía la cabeza y le metía un tiro a quemarropa.

-Debemos esperar a que las aguas se calmen y entonces buscaremos otro plan mejor-dijo este guardando la pistola en su pantalón-...Lo ejecutaremos sin fallos, ¿de acuerdo?...Necesitamos el dinero del.benefactor, quiero jubilarme y envejecer en una isla del caribe.

Tras lo sucedido, Pen y su esposa discutían sobre lo sucedido.

...-¡No!, ¡no quiero volver a poner en peligro a los niños!, ¿Te imaginas si se llegan a llevar a Gulf?....¡Oh Dios mío!, no quiero ni pensarlo-Lukkade estaba histérica de preocupación.

-Tranquila cielo, por suerte no pasó nada... Fue un fallo nuestro, debíamos haber enviado a Singto o John a su Universidad... Ya nos habían avisado de sus escapadas-Habló el hombre.

-Nuestros hijos no son conscientes del peligro que corren cariño y mucho menos él.... Es tan despreocupado e inconsciente....Además, nuestros guardaespaldas no pueden protegernos a todos a la vez, necesitamos más-volvió a hablar la mujer ya más calmada.

-Está bien, tienes razón cariño.... Llamaré a la agencia y pediré que nos manden a más guardaespaldas.... Protegeremos a la toda familia y a toda costa-dijo el hombre apretando el botón del interfono de su mesa.

Este ordenó a su secretaria que lo comunicase con la Agencia de Contratación de Seguridad de la ciudad y tras unos minutos este pidió unos nuevos guardaespaldas.

Poco después de llegar a un trato con la Agencia, este colgó satisfecho.

-Bien, querida...estos hombres llegarán en unas horas a casa... Coge a los niños e iros con John... Por favor, de momento no le digas nada, sólo conseguirías ponerlos más nerviosos.

-Está bien cariño, lo haré-dijo la mujer besando a su marido y saliendo de su oficina.

-May, ¿dónde están mis hijos?-preguntó la mujer a la secretaria, tan pronto llegó al recibidor de la planta de la empresa de su esposo.

-Están en la sala de juntas, señora Kanawut, los he llevado allí para que no escucharan su conversación con el señor -dijo la secretaria.

-Muchas gracias.... Eres muy eficiente y muy amable ... Usted siempre tan atenta-dijo esta a la mujer algo robusta y de pelo canoso.

-Yo los buscaré, señora-dijo John muy servicial desde la puerta, donde permanecía de pie junto a Singto.

-Gracias muchacho... Diles que ya nos vamos a casa- habló la escritora finalmente, echando a andar hacia el ascensor.

El moreno y sus hermanas estaban sentados en la gran mesa utilizada en las juntas y reuniones por su padre, sus clientes y acreedores, así como alguna que otra vez por los trabajadores de la empresa.

...-¿Qué crees que estarán hablando?-preguntó Samantha.

-Supongo que del acto heroico de mis amigos y mío por evitar que me cogiesen-dijo este orgulloso de sí mismo.

-Si claro, sigue soñando-dijo Janis-...Seguro que te castigarán por tu acto heroico.

-¿Quiénes creéis que eran?-preguntó nuevamente Samantha.

-Seguro que eran del gobierno y quieran experimentar con tu cerebro....¡ah no espera, que no tienes!-se rió la otra hermana.

-Ja ja ja, muy graciosa Janis pero seguro que si te llevasen a ti y te abriesen, tan sólo encontrarían base de maquillaje y esmalte de uñas-dijo Gulf haciendo una mueca.

De repente la puerta se abrió y se quedaron en silencio, hasta que vieron que era el guardaespaldas de su madre.

-Andando chicos... vuestra madre os espera...Regresamos a casa-dijo John seriamente mirándolos fijamente.

Las chicas comenzaron a caminar fuera de la sala excepto su hermano, el cual permanecía parado mirando al guardaespaldas de su madre.

-Vamos muchacho, camina de una vez-habló de nuevo el guardaespaldas.

-¿Sabes?, deberías ser más amable conmigo John... Puedo decirles un par de cosa a mis padres y te echarían sin más.

El guardaespaldas se acercó a este bastante molesto.

-Estoy cansado de tus insinuaciones y tus amenazas... Te conozco muy bien niño y sin el dinero de tus papaitos eres un don nadie... Además ya no estoy tan seguro de que te crean, poco a poco se están enterando de tus indiscreciones.

Gulf entonces lo miró molesto y comenzó a caminar.

-Eres un maldito estúpido...que engañada está mi madre contigo-susurró entre dientes.

El mayor sonrió tras él mientras miraba su redondo y bonito trasero, el cual este meneó al ir caminando furioso hasta el ascensor, donde las mujeres los esperaban.

Al regresar a casa, cada uno de los chicos se dispersó pues las mellizas se pusieron a hacer los deberes en sus habitaciones, mientras que Gulf decidió darse un relajante baño.

Tras estar un rato a solas, sus hermanas vieron llegar un todoterreno a la propiedad del que se bajaron dos hombres, a cual más atractivo.

-¿Quiénes serán esos?-preguntó Samantha llegando a la habitación de su hermana.

-No tengo ni idea pero el de negro no está nada mal- dijo Janis

-Si, son muy guapos.

Su hermano mientras tanto seguía sumergido en su particular mundo con sus cascos escuchando música tirado en su cama.

A los pocos minutos, Lukkade salió a recibirlos y hacerles una seña para que fuesen con ella.

Al entrar en la casa, ordenó a una de las empleadas que avisase a sus hijos para que bajasen.

Tras avisar a las chicas, la doncella tocó la puerta del moreno y a continuación entró

-Señorito Gulf ...su madre quiere que baje al salón ahora.

-Si, si.

-Señorito, debe ir ahora.

El moreno chasqueó la lengua con fastidio.

-Que si, pesada ya bajo.

La doncella se fue y entonces aparecieron sus hermanas.

-Vamos Gulf, muévete...mamá nos llama, han venido unos tipos realmente guapos-hablo Samantha.

-Uff, sobre todo uno de ellos, espero que se siente a mi lado en la entrevista-habló Janis.

-Buah, yo paso-su hermano siguió tendido-...seguro que son periodistas o admiradores de ella y quiere presumir de hermosa familia feliz... Yo me quedo aquí, quiero escuchar música, iros vosotras si queréis ...ah y saludarlos de mi parte pero no olvidéis poneros el babero.

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12. Guardaespaldas - Mewgulf - Primera parte -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora