Catorce

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El guardaespaldas caminaba con sus manos a la espalda de un lado al otro de la habitación, estaba bastante desconcertado con Gulf, el cual permanecía con su mirada en el suelo.

...-De verdad que no te entiendo, ¿Te van las mujeres o te van los hombres?, espera.... ¿o es que te gustamos ambos?.

-Mew, ya te he dicho que no sé que soy...Siempre me he fijado en las chicas porque mis amigos y mi entorno lo hacían... De ellas me gustan sus ojos, su pelo, su sonrisa y concretamente de Hannah me gusta su forma de ser... ella es una chica libre, no se rige por normas y se la trae floja lo que digan de ella, además es muy guapa pero también me he fijado en algún chico, incluso tengo esto-dijo este levantándose y cogiendo una revista de su escondite.

El mayor estaba atónito, jamás se había involucrado con alguien que no fuese totalmente gay y realmente no sabía como actuar.

-De veras intento entenderte de verdad que sí pero...-dijo el guardaespaldas tirando la revista en la cama-....pero aquí lo realmente importante es que te has empalmado con mis besos, has gemido con mis caricias y has suspirado de placer con el roce de nuestros cuerpos... ¿Has sentido eso con las chicas?.

Gulf asintió.

-Si.

Mew notó como si un puñal le atravesase el estómago cuando este lo afirmó, eso era demasiado para él pues ya sería complicado llevar una relación con el chico al que protegía, como para tener que competir con una mujer.

-Entonces, ¿qué ha sido esto?, ¿solo un entretenimiento mientras no viene tu novia?-preguntó el escolta bastante dolido pues había empezado a sentir cosas.

-No, y-yo....yo no quería llegar a esto..yo por eso quería que te fueses...desde que te vi me pareciste terriblemente atractivo y jamás pensé que tú te fijarías en mí, de ahí que te tratase mal pero....

-Pero... ¿y ahora qué ha ocurrido?, ¿qué piensas hacer?-interrumpió este buscando una explicación.

Gulf suspiró.

-Mi vida es muy complicada Mew, apenas llevas días aquí y solo has visto por encima y ya me has juzgado como un niño rico que se rebela por capricho y no le importa hacer daño a los demás pero no es cierto, yo no soy así... Por eso tomé esas pastillas, por eso quería terminar con todo.

El escolta se sentó a su lado y lo abrazó fuerte pues sentía que su protegido lo necesitaba y que estaba a punto de romper a llorar de nuevo.

-Bueno está bien, no me cuentes nada si no quieres y si es muy doloroso.... Dejemos eso para el psicólogo.

-¿Vendrás conmigo verdad?-preguntó el chico mirándolo con los ojos suplicantes.

-Claro, que lo haré...Te dije que no iba de dejar que te pasase nada malo y pienso cumplirlo.

-Gracias, Mew-dijo el chico abrazado su cuerpo y apoyando la cabeza en el pecho del guardaespaldas.

Mew sonrió, entonces Gulf levantó la cabeza y lo miró extrañado.

-¿Qué es tan gracioso?, ¿Acaso te ríes de mi?

-No, precioso...lo hago de nosotros- respondió este.

-¿De nosotros?-preguntó el chico extrañado pues no entendía

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-¿De nosotros?-preguntó el chico extrañado pues no entendía.

-Si de nosotros, porque estamos aquí, hablando sin gritarnos y sin insultos de tu parte - dijo volviendo a reír-...Sabía que en el fondo que eras muy dulce y tierno.

Gulf lo miró y asintió.

-Si, la verdad es que he sido un poco capullo contigo, lo reconozco- rió también.

El escolta se moría por besarlo de nuevo, le encantaba tenerlo así, en sus brazos, riendo sin dramas de por medio, mirándose a los ojos con complicidad y sin preocuparse del exterior pero debía pararlo todo o al menos intentarlo, ya que no quería salir mal parado.

-Bueno que te parece si salimos de esta habitación y hacemos algo en lo que llegan tu familia y los demás, para comer-dijo poniéndose de pie.

El chico se quedó un poco en extrañado pues de repente Mew parecía el guardaespaldas serio y profesional que intentaba aparentar con él.

-¿Ocurre algo?, ¿Ya no quieres estar aquí conmigo?

-No no ocurre nada-Negó este-...es solo que no puedes estar aquí siempre.

-Pero no quiero, no me apetece salir...quiero quedarme en mi habitación, nada de ahí fuera me interesa en este momento-dijo este levantándose también y acercándose peligrosamente.

-Gulf, ti-tienes diecisiete años, me niego a creer que estar encerrado en tu habitación es tu mayor diversión.

El chico resopló.

-No siempre pero ahora te tengo a ti y también tengo a mis videojuegos, eso es todo lo que necesito.

El guardaespaldas chasqueó la lengua y volvió a apartarse.

-De eso nada... anda ponte el bañador y vayamos a la piscina... Nadar un rato te despejará y te sentará bien.

-¿A la piscina?, ¿ahora?...ah ya sé-dijo este acercándose sonriente una vez más -...Tú lo que quieres es verme en bañador... Confiesalo ahora mismo-dijo soltándose para abrir su cajón y buscar su traje de baño.

Este miró al suelo sonriendo.

-Mmmm.... vale, está bien, lo confieso....Prefiero verte en bañador, que con toda esa ropa....aunque....la verdad es que... emm...desnudo del todo te ves mucho mejor-dijo finalmente este abrazandolo por detrás.

Al guardaespaldas ya no le salía estar distante con su protegido pues estaba total y profundamente loco de amor por él.

Al guardaespaldas ya no le salía estar distante con su protegido pues estaba total y profundamente loco de amor por él

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12. Guardaespaldas - Mewgulf - Primera parte -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora