Veintiuno

3.4K 501 43
                                    


Para evitar posibles preguntas y confusión, como ya me sucedió en la historia original, os recuerdo que las cámaras son nocturnas, es decir que solo están activas de noche, como bien específico en el capítulo diecisiete.

—————————

Gulf intentaba controlar su excitación sentado a la mesa junto a su familia pero su polla endurecida le mandaba electrizantes punzadas, mientras que su mente rememoraba lo vivido minutos antes con su guardaespaldas entre los setos.

En la cocina, su guardaespaldas sentía tres cuartos de lo mismo, ya que el recuerdo del joven y hermoso chico Kanawut en su regazo jadeando como una perra en celo, lo había puesto como una moto.

Intentaba disimular sentado a la mesa junto a los demás, mientras que con una mano comía y con la otra agarraba su endurecido bulto deseoso de atención.

...—Mew amigo, ¿te encuentras bien?—dijo Krist mirándolo con extrañeza.—...estás sudando.

—Emm...s-si, es s-solo que tengo c-calor—respondió.

John y Singto lo miraron entonces, ajenos a lo que realmente sucedía.

Al terminar la comida, el chico subió a su habitación pues tenía que cambiarse para ir al entrenamiento, poco después, sus padres regresaron al trabajo y sus hermanas se fueron también a las clases extraescolares.

Este estaba feliz por lo sucedido con  su escolta y tenía ganas de saltar, bailar y gritar, entonces puso música y mientras se cambiaba empezó a mover su cuerpo, meneando sus caderas al son de ésta.

De repente, un silencioso Mew abrió la puerta y se encontró con la grata escena, la cual contempló sonriendo lascivamente.

En un momento dado, Gulf se giró y se quedó paralizado al ver a este  apoyado en su puerta y con un gran bulto en su entrepierna.

—Joder pequeño, vas a matarme.

El moreno sonrió avergonzado y sus mejillas se tiñeron de rojo rápidamente.

—Oye, ¿cuánto tiempo llevas ahí?.

—Lo suficiente para verte y entender porque me traes tan loco—dijo el guardaespaldas cerrando la puerta y acercándose lentamente.

—¿Acaso esto de aquí es por qué te gusta lo que ves?—dijo este agarrándole la abultada polla.

Mew gruñó y sin poder aguantarse más, lo agarró de la cintura y lo atrajo fortuitamente hacia su caliente cuerpo.

—¿Acaso lo dudas, pequeño?—preguntó el excitado escolta antes de atrapar los sedientos y entreabiertos labios de este.

Beso a beso, los dos se fueron acercando hacía la cama donde el más joven se dejó caer, seguido de su guardaespaldas que lo besaba con deseo y posesión haciéndolo flotar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Beso a beso, los dos se fueron acercando hacía la cama donde el más joven se dejó caer, seguido de su guardaespaldas que lo besaba con deseo y posesión haciéndolo flotar.

12. Guardaespaldas - Mewgulf - Primera parte -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora