Siete

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Pen llegó con sus socios para pasar una velada con su familia y celebrar el negocio que los haría aún más ricos.

Lukkade y sus hijos los esperaban sentados en el salón muy bien vestidos y peinados, mientras en la cocina, los nuevos guardaespaldas cenaban tranquilamente y siendo servidos por las doncellas y la cocinera.

-¿Quieres más?, está muy bueno, ¿a que sí?-preguntó la rubia muy sonriente, ante la atenta mirada de los otro escolta, la otra joven doncella y la cocinera.

-No gracias, estoy bien así-dijo Mew.

La chica lo miraba embobada, hasta que de repente Sara le tocó el hombro para que volviese al trabajo.

-Vaya compañero... Parece que ya tienes una admiradora y que no está nada mal-dijo Krist volviendo a mirarla.

Este sonrió, chasqueó la lengua quitándole importancia y luego siguieron cenando.

Tras los saludos y besos de rigor, entre los Kanawut y sus invitados, la mujer llamó al servicio y éstas aparecieron con las bandejas del primer plato y empezaron a servir la cena.

-Gracias, muchachos, podéis ir a cenar algo, estaremos bien-les ordenó el cabeza de familia a los guardaespaldas.

-Muy bien señor, como guste-dijo su moreno guardaespaldas mirando a su compañero para luego irse a la cocina con los demás.

La cena transcurrió muy tranquila, aunque tras una hora, Gulf estaba deseando que se terminase pues odiaba esas comidas y cenas de protocolo con socios y gente importante, era muy aburridas para él.

-Tienes una familia preciosa Kanawut... Eres la envidia lo sabías-Dijo uno de los socios.

-Gracias, es verdad... Tengo mucha suerte-dijo este respondiendo al cumplido y mirando orgulloso a su esposa e hijos.

-Además tienes una casa muy hermosa y la comida es excelente-dijo el otro siguiendo con los cumplidos.

-Gracias, la cocinera lleva muchos años con nosotros y es una verdadera joya-dijo Lukkade sonriendo.

-¿Puedo levantarme mamá ya no quiero más?... estoy cansado- preguntó de pronto el primogénito poniendo caras de fastidio.

-No hijo, hoy tenemos invitados... Por favor comportate- le dijo su padre seriamente.

Este rió por lo bajo pues quería animar la fiesta.

-Pero yo quiero irme, me aburro mucho aquí-volvió a hablar.

Sus padres estaban disimulando lo que podían pero se temían que su caprichoso y maleducado hijo iba a estropearles una encantadora velada.

-Por favor hijo... Aún falta el postre, deja de hacer esto- le pidió amablemente su madre.

-No os preocupéis, los adolescentes son impacientes y caprichosos... Se aburren enseguida-dijo comprensivo el socio más mayor.

El joven moreno no paraba de moverse y resoplar hasta que su padre harto de escucharlo y de verlo, lo mandó a su cuarto.

-Vete, anda descansa hijo... No quiero estar escuchandote más, ni tampoco quiero obligarte a festejar una cosa tan importante para la familia si tú no quieres.

Este sonrió triunfante y subió las escaleras a toda prisa metiéndose rápidamente en su habitación, encendiendo el ordenador y comenzando a jugar al videojuego con sus amigos.

Poco después, Mew salió a hacer una ronda por el jardín y entonces vio la luz de la ventana del chico y se alarmó.

-Que raro, ¿Por qué estará encendida?, Gulf debe estar en la cena...iré a echar un vistazo - le dijo a Krist que se acercó para acompañarle.

-Ok compañero-Habló este.

El guardaespaldas subió las escaleras despacio y caminó sigiloso hasta la puerta del chico, entonces puso la oreja en la puerta y escuchó ruidos, así que abrió poco a poco la puerta con la pistola en la otra mano.

-¡Muerete mamón!, ¡ya eres historia!-escuchó a Gulf sentado de espaldas e inmerso en el juego.

Este resopló aliviado y acto seguido bajó el arma, entonces se acercó y tocó el hombro de éste asustándolo.

-¿Por qué no estás en la cen...

-¡Aaaah joder!....¡Casi me matas de un infarto, gorila!... ¡mamá!, ¡mamá!, ¿ibas a dispararme?-gritó Gulf mirando a la pistola.

Este negó con la cabeza.

-Oooh Suppasit, ahora si que la has cagado... Esto si tienen que saberlo mis padres-susurró el malicioso chico antes de salir de su habitación y caminando a toda prisa por el pasillo.

Mew lo miró resignado y dio varias zancadas para atraparlo del brazo antes de que bajase la escalera.

-¿Qué demonios haces aquí arriba?, ¿tú no tenías que estar en la cena con tu familia y los socios de tu padre?.

El chico lo miró sorprendido

-¿Y tú que haces en mi habitación y con la pistola?.

El guardaespaldas lo miró fijamente y se le acercó a la cara.

-Escucha mocoso, yo estoy haciendo mi trabajo y pensé que alguien se había metido a tu habitación, intentaba protegerte.

Gulf sentía calor y también notaba sus piernas temblar pues la proximidad de este lo abrumaba.

-Suéltame estúpido, mis padres van a echarte a patadas-rió soltándose.

De repente empezó a gritar escaleras abajo.

-¡mamá!... ¡papá!...¡Socorro!....

Pen y Lukkade llegaron corriendo al pie de la escalera muy alarmados seguidos de sus hijas y sus invitados, así como de los guardaespaldas que venían ya listos para intervenir, creyéndolos en peligro.

- ¿Qué te pasa hijo?, ¿qué manera es esa de gritar?-preguntó la mujer asustada y preocupada.

-¡Ay Mami, que miedo he pasado!-exclamó el chico, mientras bajaba los escalones-...este goril...este gua-guardaespaldas, se me-metió en mi cuarto de p-puntillas y con su pi-pistola en la ma-mano... Creo que i-iba a for-forzarme, ¡estoy muy a-asustado!-fingió exagerado.

Los padres de Gulf miraron entonces a Mew, el cual estaba al final de la escalera.

-Explícate-exigió el cabeza de familia.

El guardaespaldas negó con la cabeza mientras bajaba.

-No es nada de eso, señor... Yo estaba en el jardín y vi luz en la habitación de su hijo, entonces subí y al escuchar ruidos pensé que alguien se había metido ahí...Pensé que podía estar en peligro y al abrir la puerta me lo encontré en el ordenador jugando al videojuego con armas... Lo siento, mi intención no era asustarlo y tampoco intenté abusar de él...

-Señor, yo estaba con Mew en el jardín -habló entonces Krist-...Es cierto lo que él dice, subió porque vio la luz y le pareció raro.

-¿Insinuais que miento?-Habló Gulf desafiando a los guardaespaldas-... tú querías aprovecharte, lo vi en sus ojos.... No mentiría en una cosa tan grave, lo que pasa es que no quiere irse -dijo finalmente mirando a Mew con malicia.

Pen se disculpó con sus invitados y estos se fueron a sus casas, luego mandó a sus hijas a descansar a sus habitaciones y se encerró en el despacho con Gulf, Mew y su esposa para aclarar la situación.

Lo que su hijo decía era una acusación muy grave y por eso no podían dejar pasar por alto una cosa así.

Lo que su hijo decía era una acusación muy grave y por eso no podían dejar pasar por alto una cosa así

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12. Guardaespaldas - Mewgulf - Primera parte -TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora