Ya eran las siete de la mañana y Mew ya estaba cansado de estar sentado en el sofá, así que decidió moverse un poco por la habitación para estirar las piernas, aunque ésta estaba casi a oscuras.—¿Mamá?—habló el chico despertandose.
—No Gulf, soy Mew... Tus padres se han ido a descansar, regresarán en unas horas.
—Estes un idiota y te odio —le susurró el chico mirando hacía donde estaba la sombra de este—…Eres un maldito gorila entrometido.
El guardaespaldas suspiró resignado pues incluso en esas circunstancias parecía que Gulf no cesaba en su empeño de insultar y despreciar.
Este encendió una pequeña luz de la pared a lo que el chico se quejó molesto.
—¿Por qué la enciendes?, no necesito verte para seguir odiandote—refunfuñó.
Mew se le acercó.
—¿Por qué has hecho esto?, ¿Para llamar la atención o de verdad tu vida es tan mala?—le preguntó muy serio.
—No pienso decirte una mierda, me largo ahora mismo, maldito entrometido—dijo nervioso intentando levantarse.
El escolta lo sujetó de los hombros para que se calmase o lo echarían de allí y no podría entrar a la habitación.
—Debes permanecer tumbado o te arrancarás la vía—susurró el guardaespaldas acercándose más para impedir que se levantase.
—¡Debiste dejarme morir, estúpido!, ¡mi vida es una mierda!— soltó de repente el chico moviéndose y dándole un golpe en la cara.
Mew se le quedó mirando pero rápidamente se le ocurrió una cosa para que él chico dejarse de patalear y de gritar así que lo hizo.... se inclinó y atrapó sus labios con un beso apasionado e intenso y este poco a poco fue disminuyendo la intensidad de su pataleta, dejando de resistirse para seguir el beso.
Cuándo este vio que Gulf ya se había calmado, entonces rompió el beso y se incorporó para mirarlo, dándose cuenta de qué los hermosos ojos de su protegido estaban clavados en él.
Este tenía su boca entreabierta y sus labios estaban rojos e hinchados, permaneciendo suplicantes por volver a ser besados de nuevo, así que el guardaespaldas volvió a inclinarse y volvió a besarlo.
Este beso fue mucho más intenso y mucho más apasionado, incluso el chico movió su brazo para acariciar con su mano el cabello del escolta.
Cuando les faltó el aire se separaron de nuevo y el mayor pudo comprobar que su protegido estaba muy sonrojado y agitado, mientras seguía mirándolo con incredulidad.
—¿Po-por qué lo hiciste?, ¿por q-qué me be-besaste de nuevo?— preguntó.
Mew no sabía que contestarle pues si le decía que era para que se callara la boca, el chico seguro empezaría a chillar otra vez pero tampoco podía decirle que era porque le encantaban sus ojos y que su boca lo había llamado para que la besara...no podía decirle que se sentía atraído por él.
—Emm...yo...emm...es que...
Este no pudo terminar su balbuceo pues en ese momento entró una enfermera que venía a revisar que todo tuviese bien.
— ¿Puede salir un momento, por favor?— preguntó la mujer al guardaespaldas.
Mew asintió y comenzó a caminar hacia fuera.
—Voy a buscar un café a la máquina, enseguida regreso.
Gulf lo siguió con la mirada, hasta que este desapareció de su campo de visión y entonces miró a la enfermera que le sonreía muy animada.
—Tienes el pulso un poco acelerado, see lo diré al médico—dijo la mujer mientras le cambiaba el suero.
—¿Sabe si podré ya podré irme a casa?—preguntó ansioso.
—Si, claro que sí.... Estás deseando volver a ¿verdad?. Es normal, se ve que tu familia que te adora y ese guapo guardaespaldas te come con los ojos...La verdad no lo entiendo, tienes muchas cosas hermosas por las que vivir, ¿por qué quieres destruirte así muchacho?—preguntó ésta mientras este cerraba sus ojos y se encogía de hombros.
Cuándo Mew regresó, Gulf dormía profundamente ya, la enfermera le había dicho que le había puesto un calmante porque le había encontrado la presión un poco alta y también porque estaba bastante agitado.
Le preguntó a este si había hecho algo para que se pusiese así pero el guardaespaldas le mintió pues le dijo que solo había hablado algunas palabras, porque quería irse a casa.
No podía decirle que el chico estaba así por los intensos e increíbles besos que habían compartido unos minutos antes.
(...)
Los Kanawut regresaron junto con Singto y John sobre las nueve de la mañana, mientras que Krist se habían llevado a las chicas al instituto como todos los días.
Estos se encontraron al guardaespaldas de su hijo estaba en el pasillo a las puertas de la habitación, ya que un médico y una enfermera estaban dentro con él.
Este les contó que había pasado buena noche pero que le habían tenido que poner un calmante pues le habían encontrado la tensión un poco alta.
Poco después el médico salió y entonces se acercó a ellos para hablarles.
—Buenos días señores, debo decirles que he decidido darle de alta a su hijo.
—Esa es una excelente noticia doctor—dijo el hombre.
—Bien, en los papeles que les entregarán en unos momentos, les va indicado unas recomendaciones... La más importante es que lo mantengan vigilado constantemente, al menos mientras no empiece la terapia con un psicólogo que lo ayude.
—No se preocupe, su guardaespaldas Mew, se ocupara de eso.
—Perfecto, entonces... También debería tomarse unos calmantes, al menos uno cada noche para que descanse pues necesita relajarse, también mucho ejercicio y comida sana.
—No se preocupe doctor, nos encargaremos de que Gulf lo cumpla todo—dijo la mujer aliviada.
En ese momento la puerta de la habitación se abrió y el chico salió muy sonriente.
—Ya puedo irme Mew... amm ...no sabía que ya estabais aquí—dijo al encontrarse con sus padres hablando con el médico.
—Pero, ¿qué haces levantado?, anda ve adentro que ya va tu madre a ayudarte —dijo Pen al verlo descalzo.
—Si, claro— dijo este mirando a su escolta mientras su sonrisa se desvanecía totalmente.
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12. Guardaespaldas - Mewgulf - Primera parte -Terminada
FanfictionGulf Kanawut, es un hermoso chico de diecisiete años, hijo de un poderoso hombre de negocios y de una de las mujeres más admiradas del país. Un fallido secuestro pone en alerta a la familia, por lo que deciden contratar a más seguridad para toda la...