Capítulo 83. Resistir la tentación.

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Después de que Almira se fuera Jonas se sentó junto a Nirella, él le cambió el paño de la frente ella se quejó ya que estaba frío.

El siguió cambiando los paños de su frente y la fiebre seguía sin bajarle, era medianoche cuando Nirella abrió los ojos y al verlo le preguntó.

__ ¿Qué haces aquí?

Su voz se escuchó áspera y ronca, él le pasó un vaso con agua y le dijo.

__ Cuidar de ti.

__ ¿Dónde está Kai?

__ Está con Almira.

Nirella se bebió el agua y le dijo.

__ Mi ropa está húmeda, es incómodo.

__ Quieres que mande a llamar a una sirvienta para que te ayude a cambiarte.

__ No, ayúdame tú.

Jonas se quedó paralizado ante la petición de Nirella y le dijo.

__ Creo que la fiebre te está haciendo delirar o no me estarías pidiendo que te quité la ropa.

__ Eres mi esposo, que mas da que me veas sin ropa.

__ ¿Qué has dicho?

__ Que eres mi esposo.

Jonas abrió los ojos como platos, desde que habían vuelto a encontrarse ella siempre se terminaba enfadando cuando él decía que ella era su esposa, pero ese día lo estaba declarando con su boca.

Nirella tenía las mejillas sonrojadas por la fiebre y sus labios estaban rojos, su camisón estaba ligeramente pegado a su cuerpo por el sudor, malos pensamientos vinieron a su mente, pero ella estaba enferma no podía tocarla, él la tapó con la manta nuevamente y le dijo.

__ Llamaré a una de las sirvientas.

Nirella se aferró a la manga de su camisa y le dijo.

__ No te vayas, no me dejes sola.

__ Solo tardaré unos minutos...

Los ojos de Nirella se pusieron cristalinos, como si quisiera llorar, Jonas no pudo contra eso y le dijo.

__ Está bien, no me iré.

__ Me ayudarás a cambiarme.

__ Si, suéltame para buscar un camisón en el armario.

__ Prometes que no te irás.

__ Lo prometo.

Nirella soltó a Jonas, ella lo siguió con la mirada mientras él buscaba un camisón en el armario.

Al abrir el armario el rebuscó entre los vestidos un camisón, al final el saco el primero que encontró, luego él se acercó a la cama muy nervioso, respiró profundo y se dijo.

__ Ella está enferma, solo hay que cambiarle el camisón y ya está.

Él le ayudó a Nirella a quitarse las mantas, mientras le ayudaba a quitarle el camisón pudo sentir su aliento caliente en su cuello, él se estremeció y comenzó contar hasta cien para calmarse. Nirella levantó sus brazos y por un momento ella estaba casi desnuda frente a él.

Jonas iba a ponerle rápidamente el camisón antes de que perdiera el control de sí, pero Nirella lo detuvo y le dijo.

__ Estoy pegajosa, quiero limpiarme.

Jonas siguió contando en su mente y tenía rato de haber pasado de cien, él tomó un paño húmedo y se lo pasó a Nirella.

__ Aquí tienes, límpiate.

Nirella le agarro la mano y le dijo.

__ Ayudame.

Ella acercó su mano a su cuerpo, Jonas quería alejarse ya que su auto control estaba yéndose por la borda, pero al final no lo hizo, limpió su cuello con el paño húmedo, Nirella se estremeció al sentir el paño frío sobre su piel.

Jonas continuó bajando por su cuello, con los ojos entre cerrados para no verla, y seguía contando en su mente. Él le limpió la espalda y los brazos, evitando acercarse a sus pechos, él deslizó el paño húmedo sobre su vientre plano, después se apartó bruscamente y le puso el camisón.

El camisón que Jonas le había puesto era casi transparente, él había agarrado el primero que había encontrado y no se había dado cuenta que la tela del camisón era tan fina.

__ Tengo frío, le dijo Nirella.

Jonas se acercó para taparla y ella lo abrazó y le dijo.

__ Abrázame.

__ Eso no estaría bien.

Nirella levantó su rostro y le dijo.

__ ¿Porque?

__ Porque sí sigues así terminaré perdiendo el control.

Nirella se pegó más a él, Jonas pudo sentir la presión de sus pechos contra él.

__ Eres mi esposo, si quieres puedes perder el control, a mí no me importa.

__ Estás enferma debes descansar.

Jonas la tomó de los hombros, la volvió a costar y la tapó con las mantas.

Antes de que se apartará Nirella lo agarró de la manga de la camisa de y le dijo.

__ Duerme conmigo, tengo frío.

__ Esa no sería una buena idea.

Nirella se puso triste y comenzó a quejarse.

__ Porque eres tan mezquino, nunca me abrazas ni me besas, me odias.

Jonas sabía que Nirella estaba delirando por la fiebre, pero aún así quiso complacerla y le dijo.

__ Está bien, dormiré contigo.

Jonas se quitó los zapatos y se metió en la cama, Nirella se acurrucó en su pecho y él la rodeó con sus brazos.

__ Quédate conmigo hasta que despierte, siempre amanezco sola, odio eso.

Jonas se dio cuenta que Nirella estaba recordando su vida de casada, él nunca se había amanecido con ella, él siempre se había marchado antes de que ella se despertará; él se sintió miserable la apretó más contra él y le dijo.

__ Me quedaré contigo hasta que me eches de tu lado.

Nirella hizo su cabeza hacía atrás para verlo y le dijo.__ Te quedarás conmigo para siempre.

Jonas rozó ligeramente sus labios con un dedo y le dijo.__ Si, me quedaré contigo para siempre.

Nirella se le quedó bien, sus hermosos ojos dorados le veían fijamente y ella le dijo.

__ Bésame.

Jonas se rindió ante su petición y se dijo, solo será un beso.

Su boca cayó sobre ella. Y eso fue todo. Al sentir la calidez sus labios húmedos, todo su autocontrol se desbarató, la apretó contra él y se entregó en ese besó, aún cuando sabía que estaba mal aprovecharse de alguien que estaba enferma.

NIRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora