Capítulo 118. Un beso rápido

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Jonas la manoseo con dulzura, haciendo que Nirella se calentará. Cuando ella ya estaba preparada para recibirle, deslizó su miembro endurecido en su interior; comenzó a mover sus caderas, al principio lentamente y poco a poco fue aumentando el ritmo de sus embestidas.

Ella gimió.

__ ¡Ah!

Nirella sintió como la euforia se apoderaba de su cuerpo.

Jonas sintió enloquecer mientras el interior de su esposa le apretaba. Era como caer a un pozo de placer. Hambriento de más placer continuó penetrándola más y más hondo; los sonidos húmedos resonaron en la habitación con cada penetración. Los dos respiraban entrecortadamente, inundados por el placer ambos llegaron al clímax.

Nirella se había quedado sin aliento, todo el cuerpo le temblaba; entre más veces hacían el amor mejor se sentía. En el pasado Jonas siempre había sido rápido y brusco, por eso ella no recordaba que hacer el amor pudiera ser tan placentero; en ese instante ella sentía como una oleada de euforia le pasase por todo el cuerpo.

Ella estaba aferrada a la espalda de Jonas, él tenía el rostro enterrado en su cuello respirando pesadamente; Nirella enterró sus dedos en sus cabellos, esperando a que Jonas recobrará los sentidos. Al recuperarse se irguió con la ayuda de su brazo y la miró, los cortos cabellos de Nirella estaban alborotados, pero para él ella se veía hermosa, esa era la mujer que amaba.

Él beso su frente, sus ojos , sus mejillas, su barbilla y le dijo.

__ Te amo.

Con sus suaves besos él recorrió cada centímetro de su cuerpo,  Nirella se sintió feliz, sus besos gentiles la hacían sentirse amada.

Jonas le cogió la mano y le besó la palma, la muñeca y subió hasta sus hombros: los labios húmedos y calientes que recorrían su piel hizo que Nirella quisiera más, aún no se sentía completamente satisfecha.

Cuando Jonas se dio cuenta de que su esposa quería continuar al igual que él, la excitación le agitó.

Arrebató nuevamente sus labios, un beso largo y placentero, mientras se besaban él noto como su miembro volví a crecer. Él se pasó una de las piernas de Nirella por encima del hombro, le beso el muslo y volvió a mover la cadera, se deslizó nuevamente hacia su interior y continuó penetrándola.

El interior de Nirella estaba húmedo y caliente, cada vez que sus pieles se rozaban ambos gozaban de placenteras sensaciones.

__ Ung.... Ah...Ah...

Los gemidos se escaparon de los labios de Nirella, la forma en la que Jonas la penetraba le provocaba una sensación celestial hasta alcanzar el éxtasis; con cada embestida su cuerpo se estremecía de pies a cabeza. Su cuerpo aún seguía sensible ella sentía que iba a enloquecer.

Él movió sus caderas en círculo para estimular sus respuestas, su interior se volvió aún más apretado, Jonas cogió aire para evitar llegar al clímax, las manos de Nirella subían y bajaban recorriendo los músculos de su espalda emborrachándose de él.

Él la besó y mordisqueó ligeramente sus labios ella respondió de la misma manera, aunque menos sutil de lo que él era, al morderle ella le hizo sangrar, el sabor metálico de la sangre se unió a su beso.

Jonas movió sus caderas más violentamente estaba en su límite, el feroz beso de Nirella y sus uñas clavándose en su espalda lo estaban enloqueciendo, él solo quería llenarla con su semillas; se apretó más contra ella, sus fluidos la llenaron, ella se desmayó por un momento, el placer había sido demasiado.

Cuando ella volvió a abrir los ojos Jonas estaba tumbado a su lado acariciando gentilmente su rostro y le preguntó.

__ ¿ Estás bien?

Nirella le abrazó, apretando su cuerpo desnudo contra él y le dijo.

__ Nunca me había sentido mejor.

__ Me asusté un poco cuando te desmayaste.

__ Estoy bien.

Nirella miró que por las ventas, el cielo estaba oscuro y le preguntó.

__ ¿Cuánto tiempo estuve desmayada?

__ No mucho, alguna hora.

__ ¿Y qué hora es?

__ Hace poco el reloj tocó las seis.

__ ¿Las seis?, Hemos estado cuatro horas aquí, le dije a mis hermanas que no tardaba.

Nirella dijo a levantarse, Jonas la aprisionó entre sus brazos y le dijo.

__ Cálmate, les diremos que tenías más cosas de las que hablar, no pasa nada.

Nirella se le quedó mirando y le dijo.

__ Claro que pasa, suéltame.

Jonas la soltó a regañadientes, Nirella recogió su ropa y comenzó a cambiarse, él hizo lo mismo.

Ambos salieron de la habitación, Nirella estaba despeinada, él se acercó y le arregló el cabello, la besó y le dijo.

__ Odio que nuestro tiempo a solas tenga que acabar.

__ Yo también.

Jonas la rodeó por la cintura y le dijo.

__ Te amo.

Nirella lo rodeó por el cuello, se puso de puntillas para alcanzarlo, le dio un beso rápido y le dijo.

__ Yo también te amo, pero debo irme.

Ella se alejó, camino hacia la puerta, Jonas la siguió, al salir al pasillo no miraron ningún guardia, al parecer era cambio de guardia, antes de que Nirella se fuera Jonas la agarró de la mano y le dijo.

__ Dame un último beso antes de irte.

__ No, alguien podría vernos.

__ Uno rápido, nadie nos verá.

Nirella sonrió y le dijo.

__ En verdad te comportas como un niño.

Ella se acercó a él, Jonas se inclinó para besarla y le dijo.

__ Eso es porque me gusta ser mimado por ti.

Jonas sujetó su rostro entre sus manos, la besó y chupó su lengua, ella se sorprendió por un momento y quiso apartarse, pero él no se lo permitió, él continuó explorando su boca con su lengua, ella comenzó a jadear y le dijo.

__ Para, alguien nos verá .

Jonas la soltó, ella frunció el ceño y le dijo.

__ Ese no ha sido un beso rápido.

El rostro de Jonas se iluminó con una sonrisa y le dijo.

__ Para mí lo ha sido, ya que si hubiera sido un beso largo aún seguiría besándote.

Nirella le golpe en el brazo y le dijo.

__ Eres un tonto, ahora sí me voy, ¿Te veré en la cena?

__ Por supuesto, ahí estaré.

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