Capítulo 73. No confundamos las cosas

28.9K 1.6K 26
                                    

Cuando Jonas llegó al palacio de la emperatriz, se encontró a Nirella que estaba apunto de subir las escaleras, ella llevaba a Kai en sus brazos quién al parecer había quedado dormido.

Nirella al verlo le dijo.

__ Su majestad, Kai está dormido.

Jonas se acercó más a Nirella, y le dijo.

__ Es mi culpa por haber llegado tan tarde, deja que te ayude.

__ No hace falta, ya lo llevaré yo.

__ No seas necia, Kai pesa, deja que yo lo llevé.

Nirella le dio a Kai, ambos subieron las escaleras y al llegar a la habitación Nirella abrió la puerta y aparto las mantas.

Jonas lo acostó y ella lo tapó, él se quedó un momentito acariciando su suaves cabellos, y después recorrió la habitación con la mirada. En una esquina de la habitación estaba el vestido que Nirella usaría durante el baile, el vestido era de color rojo vino con decoraciones doradas, Jonas se quedó mirando el vestido durante un momento y dijo.

__ Mañana vendré por ustedes antes de que empiece el baile.

__ Si.

__ Si alguien es grosera contigo durante el baile...

__ Se defenderme,  dijo Nirella, en el pasado no lo hice no porque no pudiera hacerlo, sino porque no quise hacerlo.

__ Aún así yo estaré contigo.

__ Solo nos quedaremos un rato, lo suficiente como para  callar las habladurías de los nobles, después nos retiraremos.

__ Me parece bien.

Jonas le dio un beso en la frente a Kai y se acercó a Nirella y le dijo.

__ Ya me voy, que duermas bien.

__ Buenas noches.

Jonas se  quedó mirando a Nirella por un momento, sus labios rosados le parecieron apetecibles, él se  acercó un poco más a Nirella invadiendo su espacio, ella se quedó inmóvil sin saber que estaba planeado Jonas.

Él acercó sus labios a los suyos y cuando estaban a punto de rozarse Nirella retrocedió y le pregunto.

__ ¿Crees que estás haciendo?

__ Yo solo...

__ No confundamos las cosas, aunque sienta algo por ti no pienso ser tu amante.

__ En ningún momento te he pedido que seas mi amante, quiero que seas mi emperatriz, mi esposa.

__ Ya te he dicho que no.

__ ¿Por qué tienes que ser tan necia?, ¿Tu sientes algo por mi, porque no me das otra oportunidad?

__ Para que me rompas el corazón, no gracias.

__ Estás vez no será así.

__ Tu no me amas, quizás te sientes atraído sexualmente hacía mi, pero eso se acaba con el tiempo, no quiero que él día de mañana me digas lo mismo que en el pasado, que no me amas y que nunca  me has amado.

Jonas iban a decir algo cuando Nirella abrió la puerta y le dijo.

__ Es tardé, vete.

Jonas se sintió deprimido, salió de la habitación y antes de que Nirella cerrará la puerta le dijo.

__ Buenas noches Nirella.

Al día siguiente las sirvientas estuvieron afanadas durante toda la mañana intentando convencer Nirella que se dejará arreglar por ellas. Nirella no quería que le ayudarán ya que a ella no le importaba como la vieran los demás nobles.

__ No necesito nada, con un baño y que me ayuden a ponerme el vestido es suficiente.

__ Pero mi lady, hoy es un día muy importante, todos los nobles estarán presentes en el baile.

__ No me interesa, solo me quedaré durante algunos minutos después volveré aquí.

Almira cansada de las súplicas de las sirvientas dijo.

__ Nirella, deja que estás chicas te ayuden a arreglarte ya me duele la cabeza de escucharlas todo el día.

Nirella suspiró y dijo.

__ Está bien, pero no me pienso poner esa ridícula peluca.

Las sirvientas se sintieron sumamente agradecidas con Almira, ya que el emperador les había ordenado ese día que debían asegurarse que Nirella se viera preciosa.

Ellas no perdieron el tiempo y corrieron a llenar la bañera,  durante el baño ellas usaron azúcar para limpiar la piel de Nirella, limaron sus uñas y le cortaron el cabello ya que lo tenía cortado de manera irregular, le aplicaron una mascarilla facial y le dieron un masaje en los hombros.

Ellas estuvieron toda la tarde arreglando a Nirella, como no podían hacer ningún peinado en sus cortos cabellos ellas lo decoraron con una diadema con pequeños diamantes incrustados, y le aplicar un maquillaje sencillo ya que Nirella había insistido en que no quería maquillaje.

Mientras terminaban de vestir a Nirella una de las sirvientas cambió a Kai, le puso un hermoso traje con un fondo negro y bordado con seda dorada en el cuello y las mangas.

Parecido al que Jonas había usado cuando habían llegado al palacio, vestido de esa manera Kai parecía una versión en miniatura de Jonas, pensó Nirella.

Una de las sirvientas anuncio la llegada del emperador, él los estaba esperando en el recibidor, Nirella se sintió muy nerviosa, ese día estaría frente a los nobles que alguna vez le dieron la espalda, los que murmuraron y se regodearon en su sufrimiento.

La mano de Nirella tembló un poco, Almira al verla le dio una taza de té y le dijo.

__ Bebé esto antes de irte, te sentirás más tranquila.

Nirella se lo bebió y le dijo .

__ Gracias.

Almira le apretó la mano y le dijo.

__ Buena suerte.

Nirella dio un largo suspiró para calmarse, tomó la mano de Kai y le dijo. __ Vámonos.

NIRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora