Capítulo 5: Escena del Crimen.

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La puerta de ese Chevrolet Corvette negro es cerrada apenas el detective Hamill pisa la acera. El panorama que le brinda su posición es uno del frente de la residencia Aguilar lleno de patrullas y más vehículos policiales.

—Aquí vamos de nuevo —toma aire, para acto seguido avanzar en dirección al hogar.

Una vez dentro, observa montones de lámparas alrededor de la sala con tal de iluminar el oscuro interior. Varios agentes de policía investigan la zona, entre ellos, se logra ver a la detective Harrison agachada en búsqueda de pistas debajo de las mesas.

—¿Entonces, volvió a aparecer? —pregunta James camino a ella.

—Definitivamente —responde Harrison luego de levantarse—. Esto es peor de lo que imaginé.

De forma inesperada, el detective Ramírez sale del cuarto de lavandería.

—No hay nada ahí dentro —avisa a la mujer, pero entonces ve a la persona ubicada al lado de ella—. James, viniste —expresa sorprendido.

—Y tú parece que por fin apareciste. No te habíamos visto en todo el día —le custiona, colocándose las manos en la cintura.

—Sí... es que tuve unos problemas técnicos en la casa. Tú sabes como se pone Nora con respecto a eso —su amigo solo asiente en silencio—. Eh... Creo que deberías ir a revisar arriba. Hay alguien importante, si sabes a quién me refiero.

James se gira hacia las escaleras. Pronto sus pisadas empiezan a resonar a medida que asciende a la segunda planta.

—¿Problemas en la amistad? —pregunta Janet acercándose a Aaron.

—Ya no es lo que era antes —resopla.

-

Desplazándose por el pasillo, James se asoma a través del marco de una puerta, donde puede ver a un fotógrafo sacar imágenes del cadáver de aquel hombre con una bala en la cabeza. Asimismo, puede ver a la oficial Romero apoyada en la pared al mismo tiempo que explica lo sucedido a un oficial que toma notas.

Hamill continúa avanzando hacia la habitación al final del pasillo. Ya desde ahí logra escuchar una grave y regañona voz con un particular acento austriaco salir del cuarto. Ya se puede imaginar de quién se trata.

Al entrar a la habitación, da por confirmada su creencia: el enorme hombre que se encuentra reclamándole a un encogido de hombros oficial Morris es ni más ni menos que el capitán Ulises Bullock.

—¡¿Como pudiste descuidarte de esa manera?! ¡Si no fuera por Broker, hoy habría otro policía menos en el departamento! —se coloca las manos en la cintura e inhala profundo hasta calmarse—. Ya puede irse.

El oficial Morris camina al frente, en eso, se topa con James en su camino.

—Detective Hamill —lo saluda algo apenado y continúa caminando al pasillo.

El detective vuelve la mirada hacia su jefe.

—Capitán, no esperaba verlo por estas escenas.

—Me sentía en la obligación de asistir. Además, lo del teniente Gonzales fue terrible pérdida para el departamento; y hoy casi pierdo a otros dos miembros.

—Lo sé, esto ya se está comenzando a salir de control.

—Lo peor es que no sabemos nada de él, ni siquiera como luce. Lo único que podemos saber de él, es que le gusta dejar puzzles en sus obras, y que por cualquier cosa "mala" que podríamos hacer, ya supondría nuestro nombre en su lista negra —le comienza a sonar el celular. El capitán pone los ojos en blanco y termina sacando del bolsillo su dispositivo—. Un momento, es importante —en unos pasos algo apresurados, avanza hasta salir de la habitación.

El Caso PuzzlerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora