Los cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real.
¿No?
Pero un caso sería...
Alice rápidamente, sirvió todos los platos de comida, pues a Darla no le gustaba la demora, al estar todo listo, y como ella ya sabia el primer plato que tenia que llevar era a de su patrón, el cual siempre se sentaba en la primera parte de la mesa. La rubia camino con toda delicadeza hasta llegar al comedor, y al ya estar allí, se quedo paralizada, pues frente a sus ojos estaba aquel chico que la había dejado hipnotizada la noche anterior, el chico al igual que la rubia también la quedo mirando, pues no sabia por que pero se le hacia muy, pero muy parecida, tenia ese loco presentimiento de la había visto en algún otro lugar, el pelinegro no le quitaba la mirada de encima, y le lanzaba varias miradas de ternura mientras masticaba su comida
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y ya a ese punto todos los presentes incluida Cherly se dieron cuenta de sus miradas, y justo cuando la rubia estaba llevando el vaso de jugo a la prometida del pelinegro, accidentalmente, a causa de que su mirada estaba encima del ojiverde, derramo el jugo encima de la pelirroja, y digamos que no se lo tomo muy bien...
-¡¡¡Eres una estúpida!!!- grito la pelirroja mientras se ponía de pie, para ver su hermoso vestido rojo, cubierto de jugo.
-Señorita, no fue mi intención -dijo avergonzada, tomando unas servilletas para limpiar el vestido de la pelirroja furiosa
-¡¡¡No me toques!!! -grito con disgusto mientras se alejaba de la rubia
Todos en el comedor trataban de no reírse a todo pulmón, pero a diferencia de todos a Archi y a Jellybean les dio igual y comenzaron a reírse haciendo que con su risa contagiaran a la pelinegra, la cual también reía haciendo que la ira de Cherly se multiplicara.
-¡¡¡Es enserio!!!- esta estúpida me derrama el jugo encima-¿y ustedes se ríen?- pregunto indignada
-Es que créemelo si vieras tu cara también te reirías- dijo la pequeña de trece años entre risas
- Jellybean- regaño el adulto en su susurro a su hija menor.
-¿Que ocurre aquí?- pregunto Darla entrando al comedor, ya que todos los gritos de la pelirroja le habían llamado demasiado la atención.
-¡¡¡Lo que ocurre es que esta descerebrada me derramo el jugo encima!!!- grito de forma histérica.
-Lo lamento mucho señorita- se disculpo avergonzada Darla, con pena ajena por lo sucedido
-Tus lamentos no importan ahora- quiero que despidas a esta estúpida-
Ya- dijo con superioridad reflejada en su mirada.
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