Los cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real.
¿No?
Pero un caso sería...
El pelinegro se encontraba recostado a lado de la rubia acariciando su suave mano, mientras se ahogaba en lagrimas, y de repente sintió como la rubia acariciaba su mano.
-Yo también amo los cuentos de hadas- dijo con dificultad para hablar, pero con ternura
-¿Betty?- pregunto con una enorme sonrisa
-Hechicera para ti- Le dijo entre pequeñas risitas de ternura
-Por un momento pensé que te estaba perdiendo- se lamento con nostalgia
-Eso nunca Jones- lo miro fijamente
-Pues entonces- dijo divertido- Acostúmbrate a mi Cooper- Por que siempre estaremos juntos- la miro con ternura para luego depositar un hermoso y suave beso- Bueno, desde hoy o cuando te den de alta vivirás en mi casa- informo el pelinegro
-Jug...- movió su cabeza- no quiero incomodar- puso una mirada triste
-Betty, claro que no incomodaras solo estaremos Juniper tu y yo, además con Cheryl suelta por las calles, no pienso dejarte a tu suerte.
-¿Como crees que se lo tome tu hija?- pregunte
-No estoy seguro, pero se llevaran bien- beso su frente suavemente
-Bueno iré a preguntar cuando no podemos ir- le dijo para luego salir de la habitación
La rubia se quedo allí con una enorme sonrisa, alegre porque por fin iba poder estar junto al pelinegro, de repente escucho un ruido y al girar se topo con la pelirroja que no parecía para nada feliz.
-¡¿Qué haces aquí?!- pregunto la rubia bastante asustada pues la pelirroja traia un cuchillo en su mano
-¿Enserio creias que me quedaria como si nada luego de que me quitaras lo que por derecho me pertenece?- me miro con odio
-Cheryl, se que estas mal y prometo ayudarte pero por favor necesito que estes tranquila- le dije mientras que ella movia su cabeza a todos lados pareciendo loca
-No, no, no- movio su cabeza de forma tdnsa- Jughead siempre fue mio, si no hubiese sido porque apareciste tu ya estuvieramos casados, juntos y a lado de nuestra hija
-Tal vez y si, pero el no era feliz y tu lo sabias- ¡Por dios Cheryl!- finjiste un embarazo para mantenerlo atado a ti- si en verdad lo amaras lo dejaras se feluz y no hablo de mi literalmente si no tambien por su hija
-Lo hice porque lo amaba, yo y el eramos felices hasta que tu llegaste- Pero- dijo con una mirada que causaba miedo a quien la viera- si tu dejas a Jughead, prometo no hacerle daño- de lo contrario el amor de tu vida se muere- miro con odio a la rubia mientras ella movia su cabeza con lagrimas en sus ojos
-Bueno supongo que diras que si, para que Jughead este bien- dijo victoriosa- asi que yo de ti ya me estaria preparando que decirle
-No- soltó fria la rubia ganandose la mirada de odio y confusión de la pelirroja
-¿Que acabas de decir?- preguntó furiosa
-Lo que escuchaste, no pienso dejar a Jughead, ambos sufrimos demasiado por tu culpa, h no puenso permitir que caiga de nuevo en tus garras, y aunque tenga que morir lo hare en sus brazos
-Se nota que eres una estupida- la miro con desprecio- pero bueno tu te lo buscaste- apunto con una pistolo a la rubia y justo cuando estaba por dispar llego el pelinegro impudiendo a la pelirroja lanzandola al piso
-¿Qué carajos ibas hacer?- pregunto enojado mirando a la pelirroja mientras sontenia a la rubia en su brazos
-Jughead amor- Sonrio de forma ciníca
-Yo no soy tu amor- la miro frio
-Vaya Romeo y Julieta, lastima que los fimales felices no exsisten- apunto nuevamente donde estaban ambos jovenes y de nuevo se lo impidieron, pero esta vez fue Charles quien se presento con todos sus refuerzos
-¡Suelta el arma Blossom!- le grito Charles
-¡No!- grito desesperada retrocediendo hacia tras- No permitire que me atrapen- ¡Eso nunca!- grito
-¡Cheryl no lo hagas mas dificil!- le dijo la rubia
-Tu te callas- la miro con resrntimiento- tu eres el motivo de mis desgracias- pero prefiero estar muerta que tras unas asquerosas rejas- dijo para luego saltar por la enorme ventana del edificio, dejando totalmente impactados a todos en especial al pelinegro y la rubia.
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La rubia se asuto y rapidamente abrazo al ojiverde el cual le correspondio, nunca le deseo el mal, peto le daba mucha pena ver la forma que había terminado con su vida, pero lo que más le dolia era pensar en como reaccionaria su pequeña hija...
