Los cuentos de hadas, ese pequeño cuento de un principe que rescata a una princesa de su cruel vida, muchas veces pensamos que suele ser simplemente lo que es, un cuento de hadas sin la mas minima posibilidad de hacerse real.
¿No?
Pero un caso sería...
Las horas pasaron, y con sigo los pensamientos de la rubia, aquella chica se encontraba arrinconada en la puerta, mientras pensaba en su hermoso ojiverde, aunque su corazón estuviera hecho trizas, sabia que ella nunca tuvo ni la mas mínima oportunidad con el, aunque le doliera para ella esa era su realidad, su triste realidad siempre fue esa, para ella era estar destinada a la profunda soledad, y aunque ella lo amaba, si el era feliz ella también lo seria, por lo que en ese momento ya no le importaba que fuera de su vida, si moría o vivía ,ya le daba lo mismo...
Pasaron dos días, y la boda de Cheryl y Jughead seria en 2 horas, el pelinegro se encontraba en su habitación triste y desolado pensando en que seria de su vida, si no volvía a ver a su hermosa y misteriosa chica, mientras que la rubia estaba en una habitación vacía, sin comer en días, y con el corazón roto.
-Llego el día hijo- dijo de forma entusiasta entrando a su oficina
-Claro- dijo fingiendo una sonrisa, aunque se notaba a mil kilómetros su tristeza
-¿Qué te ocurre?- pregunto compresivo el pare del pelinegro- Has estado raro todos estos días- afirmo
-No es nada- mintió el ojivere
-Vamos Jug, te conozco perfectamente, y se que algo no esta bien- dijo el pelinegro mayor con algo de preocupación
-No estoy seguro de casarme- dijo el pelinegro
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-¿Se puede saber por qué?- pregunto
-Conocí a una chica, parece loco, pero me enamore apenas la vi, sus ojos me dejaron hipnotizado, no he visto su rostro ni siquiera se quien es, pero de lo que estoy seguro es que la amo- dijo
-Se parece mucho, como me conocí con tu madre- dijo con una sonrisa picara
-Lose me has contado mil de veces esa historia- dijo con una sonrisa
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-Me siento tan culpable- dijo el padre dl pelinegro
-¿Por qué?- pregunto incrédulo el ojiverde
-Creo que no esta de mas recordarte que yo te obligue a continuar tu relación con Cheryl, a pesar de que me dijiste que no la amabas
-No tienes la culpa, además yo pude haberme negado, pero no lo hice, y continúe con esa farsa
-¿Y que piensas hacer?- dijo el padre del pelinegro, y ante de que el ojiverde pudiera pronunciar palabra, entro Alice a la oficina del pelinegro
-Buenos días, disculpen la interrupción, pero quería decirles algo que me tiene muy preocupada- dijo Alice.
-Claro Alice dinos- dijo el pelinegro mayor
Es Betty, no la ha venido a trabajar en días, y ya estoy comenzando a preocuparme
-No lo había notado- dijo el ojiverde
-Tranquila Alice, no te preocupes, ya la encontraremos, tal vez solo esta enferma.
La rubia asintió con una mirada triste y salió de la oficina
-Ahora si, en lo que estábamos- dijo el padre del pelinegro
-Si, me casare con Cheryl- dijo decidido- vamos tener un hijo, no puedo abandonarla, sería un cobarde si la dejo
-Aquí la cosa es -¿Lo haces por amor?- pregunto
-Pues... no lo sé- dijo moviendo su cabeza
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-Nomas te diré Jughead, si no eres feliz con ella no lo hagas, si no te arriesgas por tu felicidad nunca la encontraras- dijo para luego dejar al pelinegro perdido en aquellas palabras de su padre.
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Mientras tanto la rubia, ya no le importaba lo que le hicieran, Evelin o Cheryl, su vida era un desastre, y a ese punto ya no tenia razón para seguir viva, o eso pensaba, hasta que escucho una peculiar conversación de ambas pelirrojas...
Se que es muy corto chicas, pero amo el suspenso :)))
